Garcisánchez, el fotógrafo revolucionario de La Línea

Historia

Profesional de éxito, tenía un estudio en la calle Real de La Línea y otro en la plaza Commercial Square de Gibraltar

El Círculo Mercantil de La Línea acoge hasta el 28 de julio una exposición con parte de su dilatada obra

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Unos pescadores en la Bahía, con el Peñón al fondo
Unos pescadores en la Bahía, con el Peñón al fondo / Garcisánchez
S. F. U.

14 de julio 2023 - 16:58

José María García Sánchez, Garcisánchez, fue un fotógrafo que nació en La Línea en 1888 y que desarrolló su actividad profesional en las primeras décadas del siglo XX. En su vasta obra destacó como retratista de personalidades del toreo, artistas y personalidades célebres del momento, pero también como fotógrafo de personas anónimas de la calle. Como profesional se desempeñó como reportero gráfico de los diversos acontecimientos políticos, sociales, culturales y taurinos que se celebraron entre los años 20 y 50, en La Línea, Algeciras, Tarifa y en el Protectorado Español de Marruecos.

Se formó en Madrid como alumno del escultor Mateo Inurria, que le aportó una formación artística que influyó en su estilo fotográfico. En 1913 contrajo matrimonio con Soledad Carreño Rocca y en 1918 abrió su estudio en la calle Real de La Línea, junto con otro en Gibraltar, en Commercial Square (actual John Mackintosh Square, conocida en la época también como la Plazuela del Martillo), donde también realizó numerosas fotos.

Su estudio solía ser el lugar de reunión de numerosas personas, que se agolpaban para ver las vitrinas expuestas en la calle con las últimas fotos. En 1924 fue profesor de modelado y director de la Escuela de Artes y Oficios de La Línea.

Garcisánchez (1918)
Garcisánchez (1918)

El revolucionario fotógrafo linense realizó un par de reportajes de miembros de la Casa Real, en 1923 de la Reina Victoria Eugenia, junto a lo más destacado de la sociedad de la época durante una visita de aquella a la Finca de la Almoraima y en octubre de 1927 cubre el viaje de varios días de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia por el Protectorado Español en Marruecos, realizando numerosas fotografías.

Desde 1945 es corresponsal fotográfico para el Campo de Gibraltar de las revistas El Ruedo y Marca, por lo que reunió una destacada colección de fotos taurinas, que empieza en 1925, en la que figuran los toreros más importantes de la época. En El Ruedo se publicaron cerca de 300 fotografías suyas. En noviembre de 1956 realiza un reportaje sobre el rodaje de la película Dánae, la mujer que vino del mar, protagonizada por Sandra Milo y Vittorio de Sica.

Garcisánchez siempre intervino activamente en la vida cultural de la ciudad, realizando diversas obras artísticas; entre otras, se le encargó la realización del artístico pergamino dedicado al presidente del Gobierno en 1926, y de la carroza de feria homenaje al pintor Cruz Herrera.

Falleció en 1958, legando a su familia un extenso patrimonio pictográfico de la comarca y de la España de inicios de siglo. La encargada de mantener la preciada herencia que ahora los nietos conservan fue su hija María Teresa García Carreño, que fue profesora de Historia en el Instituto de Enseñanza Media de Algeciras en 1945-1950, y casó con Aureliano Fernández, catedrático de Geografía e Historia del mismo Instituto desde 1945, y director de éste entre 1951 y 1960.

Exposición

Gente agolpada frente al estudio
Gente agolpada frente al estudio / Garcisánchez

El Círculo Mercantil de La Línea acoge hasta el 28 de julio una exposición del histórico fotógrafo linense Garcisánchez, que se puede visitar en horario de mañana y tarde. La presentación ha sido organizada por el Ateneo de la Bahía del Campo de Gibraltar y la Asociación Memoria de Algeciras y dispone de más de sesenta fotografías y cinco audiovisuales con unas 130 fotografías, que ofrecen un amplio repertorio de su obra y de su vida.

El presidente del Ateneo del Campo de Gibraltar, Iñaki Irijoa Lema, explica que todas las fotografías son entre los años veinte y cincuenta porque "no sabemos qué ocurrió, que en los años treinta, coincidiendo con la Guerra Civil, su actividad cesa temporalmente".

"Era una persona con un conocimiento increíblemente sólido para la época, a la altura de las tendencias contemporáneas en otras capitales europea e incluso disponía ya de una cámara moderna", detalla Irijoa.

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