El Gobierno desmonta la 'frontera inteligente' entre La Línea y Gibraltar, que costó 1,4 millones

La Línea/El Gobierno central ha retirado los lectores biométricos que se instalaron en el paso entre La Línea y Gibraltar en 2015 para poner en marcha la denominada frontera inteligente y los ha apilado en el exterior, junto a la Aduana, donde algunos ya están totalmente inservibles. Entonces costaron 1,4 millones de euros y solo han estado en funcionamiento poco más de cinco años.

Fuentes del Ministerio del Interior han indicado a Europa Sur que se trata de aparatos antiguos y que se aprovechará "todo el material útil". La retirada de estos elementos se debe a los trabajos de reordenación de la Aduana, que cuentan con un presupuesto de 5,6 millones de euros, de los que 2.575.009,47 están destinados al suministro de los nuevos sistemas automáticos de control de paso que sustituirán a los que ya han sido retirados.

La instalación del denominado sistema ABC fue adjudicada en la primavera de 2015 y su activación tuvo lugar en julio de ese año. En los primeros días de esa frontera inteligente se produjeron largas colas de personas debido al desconocimiento del funcionamiento de los lectores biométricos, solo útiles con DNI electrónico o pasaporte biométrico. Posteriormente ayudaron a agilizar el paso a pie entre ambos lados de la Verja, ya que identifican al pasajero mediante una doble comprobación biométrica, de la imagen facial y dactilar, en un tiempo medio que rondaba los 20 segundos.

La inversión total en 2015 para reformar la Aduana entre La Línea y Gibraltar ascendió a 7,3 millones de euros. Cinco años más tarde, en diciembre de 2020, el Gobierno anunció otra inversión, en este caso de 5,6 millones de euros, para la reordenación de los puestos de control de entrada y salida en la Aduana entre La Línea de la Concepción y Gibraltar. El Consejo de Ministros acordó la declaración de emergencia para la contratación de suministros y actuaciones para llevar a cabo estos trabajos a la mayor brevedad.

Según los datos recabados por la diputada Gemma Araujo de la Secretaría de Estado para la Seguridad, la contratación se activó con un coste de 183.920 euros para la reforma y actualización de los puestos de control, de los que un primer paquete de 108.900 euros (IVA incluido) son la reforma de los módulos de entrada con trabajos de albañilería y pintura y la instalación de nuevas cintas de señalización.

Un segundo apartado está dotado con 36.300 euros (IVA incluido) para la renovación de los sistemas de control manual con lectores de pasaportes, etiquetas de visado y documentos de viaje, lectores de huellas dactilares y unidades de captura facial.

En este proyecto inicial se prevén otros 38.720 euros para la renovación e instalación del sistema de vigilancia a media distancia en la Verja y del puesto de control de La Línea.

La ampliación de esta actuación inicial asciende a 5.416,089,47 euros, con un primer paquete de 118.580 euros para la instalación de nuevos módulos para el control de entrada y salida de personas y vehículos.

La Policía Nacional contará con nuevos módulos para expedición de visados, zonas de custodia de detenidos, sala de denegación de entrada etc. Además, se redistribuirá y ampliará la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (Odafi) de la Guardia Civil, se agrandarán las marquesinas de inspección de vehículos y se instalarán nuevas torretas de iluminación.

Para ello hay una partida de 2.722.500 euros, con los que se dotará la ejecución de los trabajos incluidos en el apartado anterior de las infraestructuras necesarias. Otros 2.575.009,47 euros son para el suministro de los sistemas automáticos de control de paso con reconocimiento biométrico para peatones y ocupantes de vehículos.