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Esta entrega está dedicada la absorción de Carabineros que tuvo lugar entre 1940-1941

Nuevo emblema de la Guardia Civil tras la absorción de Carabineros en 1940
Jesús Núñez - CORONEL DE LA GUARDIA CIVIL Y DOCTOR EN HISTORIA

01 de julio 2019 - 03:00

Tras la Guerra Civil el nuevo Régimen acometió una profunda reorganización de la estructura de seguridad del Estado. La decisión más importante se materializó en la Ley de 15 de marzo de 1940 que supuso la desaparición del Cuerpo de Carabineros y su absorción por el de la Guardia Civil.

Con ello desaparecía un benemérito instituto de naturaleza militar, creado en 1829, que contaba por lo tanto con 111 años de honrosa y sacrificada historia, muy relacionada por cierto con el Campo de Gibraltar y muy especialmente con La Línea de la Concepción.

De hecho, de las cinco compañías territoriales que tenía la 10ª Comandancia de Carabineros de Algeciras, dos tenían su cabecera en el término municipal de La Línea. Ello se debía a que era, y lo sigue siendo, la zona del Campo de Gibraltar más directamente afectada, que no la única, por la entrada de géneros de contrabando procedentes de la colonia británica. Las otras tres compañías tenían sus cabeceras en Puente Mayorga, Algeciras y Tarifa.

De las 19 secciones y 62 puestos de Carabineros que tenía entonces la comandancia campogibraltareña, 4 de las primeras y 10 de los segundos estaban desplegados en el término municipal de La Línea, el más pequeño de la Comarca, con apenas 20 km2 de extensión. Ello da idea de la gran concentración de efectivos de carabineros en ese municipio cuando el resto de la Comarca ocupa otros 1.500 km2.

La 1ª Compañía, mandada por un capitán, estaba ubicada en el acuartelamiento de La Atunara. Tenía a su cargo dos secciones mandadas por oficiales subalternos. La jefatura de la 1ª Sección estaba establecida en el acuartelamiento de Carboneras, teniendo encuadrados los puestos de Carboneras y Guadalquitón. La jefatura de la 2ª Sección se hallaba también en el acuartelamiento de La Atunara, integrado por los puestos de Atunara y de Torrenueva.

La 2ª Compañía, mandada por otro capitán, tenía su cabecera en el acuartelamiento entonces existente frente al edificio de la aduana, ambos ya desaparecidos al igual que la mayoria de los citados en estas líneas. Estaba formada igualmente por dos secciones con sus pertinentes oficiales subalternos al frente. La jefatura de la 1ª Sección se ubicaba en el acuartelamiento de Castillo España, estando a su cargo los puestos de Castillo España, Santa Bárbara y Zabal. La jefatura de la 2ª Sección estaba sita en el acuartelamiento de San Felipe, dependiendo de ella los puestos de San Felipe, Cachón de Jimena y Espigón.

Además de lo anteriormente expuesto, la Guardia Civil siguió manteniendo en La Línea sus dos puestos, el propio de la residencia ubicado en la casa-cuartel de la calle Jardines y el de Atunara. Dependían de la 2ª Compañía, con cabecera en Algeciras, de la Comandancia de Cádiz.

La entrada en vigor de la mentada Ley de 1940, supuso la supresión de la Inspección General de Carabineros, disponiéndose la agrupación de sus cometidos y funciones en una sola sección de la Dirección General de la Guardia Civil, así como que el personal del Cuerpo de Carabineros fuese adscrito, con arreglo a sus aptitudes y condiciones, a las diferentes unidades y servicios privativos de la Benemérita.

Ello obligó a la mayor y más profunda e importante reorganización de su historia, al objeto de asumir e integrar de la forma más eficaz y eficiente posibles, tanto los efectivos y medios como las funciones propias del Cuerpo de Carabineros, incluidos sus acuartelamientos. A partir de ese momento la Guardia Civil asumía las misiones de resguardo fiscal del Estado y de persecución del contrabando, haciéndose cargo de la vigilancia de costas, fronteras, puertos e incipientes aeropuertos.

Por Orden del Ministerio del Ejército, de 22 de agosto de 1940 se procedió seguidamente a reorganizar su despliegue territorial, que en esa fecha estaba articulado en 57 Comandancias en las que había que terminar integrando otras 20 procedentes del ya desaparecido Cuerpo de Carabineros. Entre ellas estaba la de Algeciras.

La nueva reorganización se estructuró inicialmente en 1 Tercio Móvil con 4 Comandancias; 11 Tercios de Fronteras y Costas con 24 Comandancias; así como 20 Tercios Rurales y 2 Tercios Mixtos, con 50 Comandancias.

Ello motivó inicialmente que en la provincia de Cádiz, en donde hasta entonces había una Comandancia de la Guardia Civil, con cabecera en la capital, y dos de Carabineros, una con cabecera en la capital y otra en Algeciras, se dispusiera mediante la Instrucción General núm. 3, de 20 de febrero de 1941, la creación de dos cabeceras de Tercio y tres Comandancias de la Guardia Civil. Todas sus jefaturas se ubicaron en la capital gaditana salvo la de una de las Comandancias que continuó en Algeciras.

Uno de los dos Tercios gaditanos constituidos fue el 16º Tercio Rural, integrado por la 116ª Comandancia Rural de Málaga y la 216ª Comandancia Rural de Cádiz. Prácticamente se trataba del antiguo 16º Tercio y las antiguas Comandancias de la Guardia Civil de Málaga y Cádiz, si bien en esta ocasión la cabecera de aquél se fijaba en la capital gaditana.

A este respecto hay que significar que ello ya se había materializado con anterioridad. Pues al ascender el 18 de octubre de 1939 el teniente coronel jefe de la Comandancia de Cádiz, y antiguo teniente de La Línea de la Concepción, Vicente González García, al empleo de coronel, y ser destinado oficialmente el día 31 de mismo mes, al mando del 16º Tercio, que ya venía mandando accidentalmente desde casi ocho meses antes, se confirmó su residencia oficial en la capital gaditana.

El otro Tercio que se creó fue el 34º de Costas, compuesto a su vez por las 134ª, 234ª y 334ª Comandancias de Costas de Algeciras, Cádiz y Huelva, respectivamente. Las dos primeras se trataban, prácticamente, de las antiguas 10ª y 11ª Comandancias de Carabineros de Algeciras y Cádiz.

Estas habían tomado la denominación temporal, desde la entrada en vigor de la mentada ley hasta la de la citada instrucción general, de las 66ª y 67ª Comandancias Administrativas de la Guardia Civil, respectivamente. Todo ello de conformidad con la Ley de 4 de junio de 1940, sobre concesión de créditos para el Ministerio de la Gobernación.

De esta forma todos los carabineros se vieron reconvertidos en guardias civiles y en el Campo de Gibraltar nació de esta manera la nueva Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, basada en la antigua de Carabineros.

Sin embargo, tal y como se verá en siguientes artículos, al seguir tratando obre La Línea, ese proceso de integración no fue tan fácil ni sencillo ya que inicialmente se continuó manteniendo el despliegue territorial que hasta entonces había tenido la Guardia Civil en la Comarca, pero dependiendo de la Comandancia de Cádiz y no de la de Algeciras. Como ello terminó provocando problemas de coordinación que afectaban a la eficacia y eficiencia, continuarían las reorganizaciones.

Los antiguos carabineros siguieron vistiendo por unos meses todavía su uniforme. Sobre él se colocó el nuevo emblema que todos los guardias civiles tendrían como reglamentario desde 1940 hasta tres años después, consistente en las letras G y C, entrelazadas a las que se incorporaron las dos carabinas cruzadas, representativas del desaparecido Cuerpo. Todo ello bajo una corona real abierta, tal y como aparece en la foto que ilustra este capítulo.

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