La Guardia Civil en La Línea (XXXV)
CLXXV ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (1844-2019)
El coronel Jesús Núñez repasa los 175 años de presencia ininterrumpida de la Benemérita en la ciudad
Esta entrega está dedicada al puesto de mando avanzado y el cierre de la Verja
La Línea/La vigilancia fiscal y militar de la Verja siempre ha venido condicionando la entidad del despliegue de la Guardia Civil. Una de las reorganizaciones más importantes de las unidades encargadas de ello fue dispuesta por su director general, el teniente general Camilo Alonso Vega, en escrito núm. 210 de 31 de agosto de 1954, al reorganizarse la Comandancia de Algeciras.
Poco más de tres meses antes, el 10 y 11 de mayo, la reina británica Isabel II había visitado la colonia con ocasión de un viaje que venía realizando en yate por diversos países. Ello provocó el correspondiente malestar del gobierno español de la época y sus consiguientes reacciones, siendo entonces la más importante, la de cerrar el 30 de abril anterior el consulado español que existía en Gibraltar. Hay que significar que la agenda política de la acción exterior de España respecto a la colonia británica siempre terminaba repercutiendo en el despliegue de la Guardia Civil en esa zona.
La mentada reorganización de agosto de 1954 supuso, en relación a la Verja, la creación de la 7ª Compañía de Especialistas Fiscales que quedó constituida por una plana mayor y dos líneas (secciones): la 1ª Línea de la Aduana, de la que dependía sólo el puesto de la Aduana; y la 2ª Línea de Alambradas, de la que dependían los puestos de Alambradas y de San Felipe.
Dicha compañía comenzó a funcionar administrativamente y a efecto de servicio, el 8 de septiembre siguiente. El local habilitado para oficinas de dicha unidad estaba situado la aduana, teniendo una dimensión de unos 30 metros cuadrados, divididos en dos habitaciones, una para despacho del capitán jefe y la otra para su plana mayor, compuesta por un suboficial, un cabo y dos guardias. Contiguas a ellas estaban las dependencias de la 1ª y 2ª líneas, a razón de un despacho para cada uno de los tenientes que las mandaban y otros dos más para sus respectivas planas mayores. Ha de significarse que el conjunto de todos esos locales pertenecían al denominado Ramo de Contratación del Ejército.
De las unidades que componían la citada compañía era el puesto de la Aduana el que tenía la plantilla de personal más elevada ya que constituía el resguardo fiscal para el control del único paso terrestre habilitado para personas y mercancías entre La Línea de la Concepción y la colonia británica de Gibraltar. Se tiene constancia de que con fecha 27 de marzo de 1965 su plantilla estaba formada por 3 suboficiales, de los que uno era el comandante de puesto, 8 cabos, 48 guardias y 6 matronas. Estas últimas tenían encomendada la delicada misión del registro corporal a las personas de su mismo sexo, al objeto de detectar principalmente género de contrabando oculto entre sus ropas, procedente de la colonia.
Hay que significar que en dicho puesto de la Aduana existía entonces una oficina de intervención de armas, que tenía por principal cometido controlar y expedir las autorizaciones correspondientes a las partidas de armas y municiones que pudieran importarse o exportarse así como en tránsito. También se encargaba de otras actividades menores como por ejemplo el control de las armas de caza de los residentes de la colonia que eran autorizados para practicar el deporte cinegético en el lado español de la Verja.
Sin embargo, con motivo de reducirse la categoría de la Aduana a la de Punto Habilitado de 3ª clase, se dispuso con fecha 24 de noviembre de 1966 la supresión de dicha intervención de armas, pasando la correspondiente documentación al puesto del Muelle del puerto de Algeciras.
El 10 de septiembre siguiente se celebró en la colonia de Gibraltar un referéndum donde la práctica totalidad de sus habitantes votaron a favor de continuar bajo soberanía británica frente a la española. La realización de dicho evento electoral contravino frontalmente varias disposiciones del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, donde se había admitido que la situación de Gibraltar era asimilable a la de otros territorios coloniales. Se instaba a ambas partes, España y Reino Unido, a negociar la resolución del asunto.
Lejos de solucionarse la situación fue complicándose por culpa de la actitud británica y ello tuvo también su correspondiente repercusión en el despliegue operativo de la Guardia Civil.
Así, la Instrucción General núm. 6, de 18 de julio de 1968, sobre reorganización de unidades de la Guardia Civil, supuso al aplicarse su segunda fase, que a partir del 25 de octubre siguiente, el hasta entonces denominado Puesto de la Aduana pasara a llamarse Puesto de Punto Avanzado.
Simultáneamente absorbió el Puesto de Alambradas, “concretamente el distrito comprendido entre los Boquetes de Santa Bárbara y el de San Felipe, que constituían la alambrada española, limitando el Campo Militar con la Ciudad de La Línea”.
Como acababa de entregarse, por fin, la nueva casa cuartel de La Banqueta, sita en el núm. 8 de la entonces denominada Calle Héroes del Alcázar de Toledo, las oficinas de dicho puesto, incluida su sala de armas, se trasladaron allí desde los locales que venía ocupando en el edificio de la Aduana.
La fuerza del resguardo fiscal siguió prestando su servicio de especialistas fiscales en el recinto aduanero del Punto Avanzado, así como “a lo largo de la alambrada inglesa” por la 1ª Línea (sección) y por la 2ª en la española, distante “unos 800 metros” de aquella.
Mientras tanto la situación política entre ambos países se fue complicando cada vez más respecto a la colonia, hasta que como consecuencia de la promulgación el 23 de mayo de 1969 de su orden constitucional, el gobierno español de la época decidió cerrar la Verja el 8 de junio siguiente. El jefe de la Comandancia entonces era el teniente coronel Manuel Lafuente Martín.
Aquello tuvo una serie de consecuencias para la Guardia Civil allí desplegada. Por una parte, la última plantilla del Puesto de Punto Avanzado que había sido aprobada el 28 de febrero anterior, consistente en 2 suboficiales, 3 cabos, 44 guardias y 4 matronas, se vio modificada con el aumento de cuadros de mando y la supresión de las matronas. Si la Verja estaba cerrada y no había mujeres que pudieran ser registradas corporalmente, aquellas ya no eran útiles. En cambio sí era necesario incrementar el número de mandos intermedios para fortalecer la vigilancia e impulso del servicio. Consecuente con lo anterior, con fecha 13 de octubre de 1969 se fijó la nueva plantilla de dicho puesto en 4 suboficiales, 5 cabos y 43 guardias.
La siguiente repercusión fue que a partir del día 25 de ese mes, “y por haberlo ordenado la Superioridad”, la fuerza de dicho puesto dejó de prestar servicio “en la que fue alambrada española, limitándose ésta a la 1ª Línea o Zona Militar y Fiscal, servicio de teléfono en la antigua Aduana y vigilancia fiscal en las Empresas Comes y Portillo, y despacho de la Renfe”. A partir de entonces el esfuerzo principal se centraría en la Verja británica.
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