La Guardia Civil en La Línea (XXVI)
CLXXV Aniversario de la Fundación de la Guardia Civil (1844-2019)
El coronel Jesús Núñez repasa los 175 años de presencia ininterrumpida en la ciudad de la Benemérita
Esta entrega está dedicada a la reorganización del cuerpo de 1944
La Línea/La reorganización de la Guardia Civil, aprobada a finales de diciembre de 1943 y puesta en funcionamiento casi tres meses después afectaría de forma muy importante a su despliegue en el Campo de Gibraltar, y en especial al existente en La Línea de la Concepción.
Comenzaba un nuevo y muy interesante periodo de la que fue denominada entonces como 337ª Comandancia Mixta de Algeciras, sobre el que conviene explicar previamente algunas cuestiones para situar al lector.
Desaparecidas las denominaciones de “Rural”, “Costas” y “Fronteras”, en que se habían dividido las unidades territoriales conforme la ya derogada normativa de 1941, el nuevo apelativo de “Mixta” pretendía definir el carácter combinado de una antigua unidad de “Costas” o de “Fronteras”, donde se prestaba bajo un mismo mando, tanto el servicio “Rural” de seguridad pública (hoy día denominado “seguridad ciudadana”), propio de la Guardia Civil desde 1844, como el de resguardo fiscal, propio de Carabineros desde 1829.
Conforme a esa reorganización que entró en vigor el 1º de marzo de 1944, la 337ª Comandancia Mixta de Algeciras y lo que entonces se entendía por Campo de Gibraltar, que no comprendía los mismos municipios que el actual, pasó a integrar algunas demarcaciones y unidades que hasta esa fecha habían dependido de las Comandancias de Cádiz y de Málaga.
Ello supuso el inicio del periodo de mayor expansión territorial de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras. Se debió a la adaptación que fue necesaria realizar como consecuencia de la ampliación jurisdiccional que se otorgó al gobernador militar del Campo de Gibraltar. Durante muchísimo tiempo la demarcación territorial de la Comandancia de Algeciras lo fue en función de la que aquél tuviera.
Dicha ampliación era consecuencia directa del reciente decreto de 24 de julio de 1942, dictado en plena Segunda Guerra Mundial y con una colonia británica beligerante como vecina, disponiendo que se restituyera por “razones del mejor servicio”, la antigua delimitación territorial establecida en el real decreto de 2 de noviembre de 1904 y que se había abolido al inicio de la Segunda República.
Conforme al mismo, se transformó la comandancia general del Campo de Gibraltar en gobierno militar y se estableció la jurisdicción de su titular sobre los términos municipales de Ronda, Arriate, Montejaque, Benaoján, Jimera de Líbar, Cortes de la Frontera y Gaucín, de la provincia de Málaga; y Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera, Los Barrios, San Roque, La Línea de la Concepción, Algeciras, Tarifa, Barbate, Vejer de la Frontera y Alcalá de los Gazules, de la provincia de Cádiz.
Amén de todo ello, el decreto de 1942 amplió dicha jurisdicción a los términos municipales malagueños de Casares y Manilva así como al gaditano de Conil de la Frontera. Igualmente se le otorgó al gobernador militar del Campo de Gibraltar, en relación a dichos municipios, las mismas facultades que le había concedido el real decreto de 21 de septiembre de 1880 sobre los servicios de orden público, vigilancia y policía, además del que determinaba la real orden de 21 de diciembre de 1877, sobre las fuerzas de los resguardos de mar y tierra.
La Segunda República, por decreto de 29 de abril de 1931 había derogado también el mentado real decreto de 1880 que concedía atribuciones gubernativas al entonces comandante general del Campo de Gibraltar, ya que originaban “constantes rozamientos entre las autoridades civiles y la militar y disgusto continuo entre los ciudadanos habitantes en dicha región”. El cargo de gobernador militar del Campo de Gibraltar también quedó suprimido.
Tras finalizar la Guerra Civil, el régimen franquista lo restituyó y por decreto de 17 de agosto de 1939, le devolvió “para bien del servicio e interés nacional”, la dirección de todos los servicios de vigilancia, policía y orden público. También las atribuciones propias de los jefes de Hacienda sobre las fuerzas de los resguardos de mar y tierra, en cuanto a represión del fraude y contrabando, “ya que la experiencia enseña, dada la característica especial de aquella Zona, que deben quedar bajo una sola Autoridad”. Quedó limitada entonces su jurisdicción sólo a los partidos judiciales de Algeciras y San Roque.
Tras la ampliación jurisdiccional que supuso el decreto de 1942, la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil de Algeciras, bajo el mando entonces del teniente coronel Manuel Sanmartín Rives, que procedía de Carabineros, fue reestructurada territorialmente en diez compañías. De ellas, tres estaban dedicadas al servicio rural de seguridad pública, cinco a la vigilancia de costas, y las otras dos restantes tenían exclusivamente encomendado el resguardo fiscal.
Así, la 1ª Compañía tenía cabecera en Algeciras de la que dependían dos secciones, una con residencia en la propia ciudad y la otra en La Línea de la Concepción. La 2ª Compañía, de ámbito malagueño, tenía su mando ubicado en Ronda y sus dos secciones tenían sus cabeceras en dicha ciudad y en Cortes de la Frontera. La 3ª Compañía estaba asentada en Jimena de la Frontera y tenía destacada una sección en la localidad malagueña de Casares.
La 4ª Compañía tenía su cabecera en La Atunara y la de sus dos secciones en Río Manilva y Carboneras. La 5ª Compañía tenía sita su mando en La Línea de la Concepción, y sus dos secciones en Puente Mayorga y Palmones. La 6ª Compañía había fijado su mando en la ciudad de Algeciras y sus dos secciones en San García y Cañada Peral. La 7ª Compañía tenía su cabecera en Tarifa y la de sus dos secciones en Tarifa y Bolonia. La 8ª Compañía había ubicado su jefatura en Barbate y la de sus dos secciones en dicha población y en Conil de la Frontera.
La 9ª Compañía tenía su cabecera en la ciudad de Algeciras y sus dos secciones de especialistas fiscales estaban respectivamente en el puerto de Algeciras y en la aduana de La Línea de la Concepción. La 10ª Compañía tenía establecida su jefatura en Ronda y sus dos secciones de especialistas fiscales, estableciendo una segunda linea de vigilancia fiscal, en Cortes de la Frontera y Jimena de la Frontera.
El personal de las ocho primeras compañías, encuadrados en sus correspondientes secciones y puestos, era fácilmente identificable por portar como prenda de cabeza el tradicional sombrero negro de la Guardia Civil, mientras que las dos últimas lo era por usar la gorra de plato. Ésta fue heredada de Carabineros y durante las cuatro décadas siguientes fue empleada por los especialista fiscales de la Benemérita, sin distinción de empleos.
Por otra parte, decir que la tradicional denominación de “línea” que la Guardia Civil había mantenido para definir la unidad que aglutinaba varios puestos, había sido sustituida en el caso de la Comandancia de Algeciras, por la de “sección”, que era la nomenclatura utilizada por Carabineros.
Aquella reorganización, ambiciosa, extensa y compleja, constituyó un paso importante en el complicado proceso de integración del Cuerpo de Carabineros en el de la Guardia Civil, que en el caso del Campo de Gibraltar en general, y en el de La Línea de la Concepción en particular, revistió singular dificultad y trascendencia.
También te puede interesar
Lo último