Visto y Oído
Broncano
La línea/Familiares y amigos del escultor Nacho Falgueras, fallecido en mayo de 2015, pretenden exponer el legado que dejó el artista linense, que ahora se encuentra repartida entre una estancia de su casa y en el que fue su taller, en el que echó tantas horas. Falgueras quería que todas sus obras estuvieran juntas y que se pudieran exponer, y en ello están sus hijas Sandra y Mónica y un grupo de amigos, entre ellos Miguel Ramos Zambrana 'Miguelete', que fue el artífice de que el Ayuntamiento lo nombrara hijo adoptivo en 2012.
Su hija Sandra y Miguelete, acompañados por una comisión formada por amigos de la familia, se reunieron con representantes del equipo de gobierno, encabezados por los concejales Encarnación Sánchez y Juan Carlos Valenzuela, que se mostraron receptivos para intentar que el legado de Nacho Falgueras, que tiene esculturas repartidas por la comarca y las provincias de Cádiz y Málaga, pueda exponerse. El principal hándicap es la economía, pero en este encuentro se expusieron algunas fórmulas para hacer realidad la voluntad del escultor.
Una de estas fórmulas es la constitución de una fundación a través de la que se canalicen todas las gestiones para conseguir un lugar público en el que exponer las obras. En ello ya están su hija Sandra y Miguelete, que contarán con la colaboración del Ayuntamiento.
En la actualidad buena parte de la obra de Nacho Falgueras se encuentra en su casa, en una estancia en la que nada más entrar impresiona ver al fondo una réplica a tamaño natural de Las tres gracias, la obra que preside la plaza de la Iglesia, con permiso de la parroquia de la Inmaculada. "A mi padre no le gustaba desprenderse de sus trabajos y siempre hacía réplicas de todos sus trabajos a partir del molde", explica Sandra. Aunque a primera vista parece que esta réplica también está hecha de bronce, como la que puede verse en la calle, en realidad está elaborada con poliespán y barro. Lo mismo pasa con una escultura de Jaime de Mora y Aragón, réplica de la que hay en Marbella.
La estancia está repleta de obras de todas las etapas de Nacho Falgueras, incluso desde cuando era alumno de Bellas Artes en la Facultad Santa Isabel de Hungría, en Sevilla. También hay algunas pinturas de sus inicios y bocetos a escala de algunos proyectos, como uno que estuvo a punto de erigirse en el parque María Luisa de Sevilla y otro que fue presentado a un concurso para los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.
Los bustos de personajes famosos y de familiares y amigos también rodean toda la sala en la que se amontonan un sinfín de esculturas, todas con algún detalle característico del escultor linense. Incluso una figura de él mismo cuando era pequeño vestido de monaguillo.
Miguelete recalca la importancia de que la obra esté expuesta. "El Campo de Gibraltar está repleto de su obra, que sobre todo está en la calle. En La Línea están Las tres gracias, el Camarón y el monumento al trabajador español en Gibraltar, y en Algeciras la Torre del Milenio, la rotonda del Pandero, el toro junto al recinto ferial o la estatua de Paco de Lucía". Para Miguelete, que compartió muchos momentos de sus últimos años de vida, "si Nacho se hubiera ido fuera, a Barcelona, Londres o Nueva York, hubiese sido una figura mundial".
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