La Policía empieza a tomar pruebas de ADN a las familias de los 'bebés robados'

La Policía Científica ha comenzado a tomar pruebas de ADN a familias que han denunciado la supuesta desaparición de bebés en el hospital de La Línea hace varias décadas.

Según ha sabido este diario, algunas de las familias que han sido llamadas a declarar después de que la Fiscalía de Algeciras decidiese abrir una investigación, han aportado saliva a petición de la Policía. Es el caso de Carmen, que reside en Canarias. Según explicó a este diario, la Policía Científica de Tenerife la llamó a declarar la semana pasada y le tomó pruebas de saliva y las huellas dactilares. "Me dijeron que la saliva era para cotejar el ADN en el caso de que sea posible. La verdad es que estoy muy esperanzada porque si mi hijo está vivo a lo mejor lo encontramos y si está muerto, sólo quiero que me digan donde está enterrado".

Carmen tuvo un hijo en La Línea el 14 de noviembre de 1968. El nacimiento se produjo en la clínica privada Inmaculada, tal y como contó en su momento este diario. El año pasado, al conocer otros casos similares, acudió al cementerio de La Línea y comprobó que no constaba el entierro de su hijo ya que aseguró que antes no había tenido valor para visitar su tumba.

Este diario ha sabido además que algunas personas han acudido a la Policía o la Fiscalía ante la sospecha de que pudieran ser dados o vendidos en adopción cuando nacieron.

Las pruebas de ADN determinarán en estos casos y en otros en los que trabaja el Cuerpo Nacional de Policía de quiénes son hijos biológicos ya que su ADN será cotejado con el de las familias que denunciaron la desaparición de sus bebés.

Cristina Díaz Carrasco, que destapó estos casos en La Línea, aseguró ayer que ha perdido la cuenta: "Desde que todo esto salió a la luz pública no han parado de salir casos. Al principio era a cuenta gotas pero ahora no paran. Ya he perdido la cuenta", dijo.

Hace unas semanas, Europa Sur publicó que eran ya 20 los casos sólo en La Línea. La mayoría van desde la década de los sesenta hasta los ochenta del siglo pasado. En todas las historias los bebés murieron horas después de nacer, el hospital se encargaba del entierro y o éste no consta o la tumba estaba vacía. Estas familias sospechan que estos bebés pudieron ser dados o vendidos en adopción a familias adineradas de la época.

Fuentes cercanas a la investigación aseguraron a esta redacción que una persona acudió ayer al cementerio de La Línea para comprobar si constaba el fallecimiento de un bebé, aunque al parecer el ordenador había sido sustraído. El concejal de Seguridad, Manuel Aguilera, no pudo confirmar anoche este extremo aunque aseguró que si los datos están informatizados están a salvo ya que existe una copia de seguridad en el Ayuntamiento.

De otro lado, en las últimas semanas se han interpuesto tres nuevas denuncias ante la Fiscalía de Cádiz por casos de bebés en la residencia Zamacola. Con ello, se elevan a un total de diez ya los casos denunciados a la Fiscalía de Cádiz, según el recuento que está realizando Chary Herrera, que denunció el primer caso en Cádiz.

Chary Herrera, hermana de la pequeña que nació el 10 de enero de 1975 a término, y cuya muerte comunicaron a su madre a las 20 horas, asegura tener ya constancia de que la cifra real de muertes de bebés en extrañas circunstancias acaecidos en la ya desaparecida residencia gaditana se aproxima a 20.

Chary Herrera ha dado a conocer el malestar existente entre las familias denunciantes al no haber sido llamadas ni tan siquiera a declarar por parte del fiscal al cargo del caso. Por ello, han decidido formar un frente común y personarse cuatro o cinco familias mañana miércoles en la Audiencia, con intención de ser recibidos por el fiscal. Contraponen la a su juicio "inactividad de la Fiscalía de Cádiz" hacia sus denuncias con el interés que se han tomando en Algeciras, donde el fiscal jefe ordenó a la Policía una investigación de los numerosos casos denunciados en La Línea y donde, según Chary, "se ha creado ya hasta un banco de ADN y se están tomando muestras a los denunciantes para intentar localizar a los bebés".

Las tres nuevas denuncias interpuestas son por un caso acaecido en el año 1957, en febrero, en el hospital de Mora, y por dos fechados el mismo año, 1968, en mayo y noviembre, estos últimos en Zamacola. En el primer caso, ya dado a conocer por este diario, la familia asegura que había testigos de la supuesta venta de uno de los dos mellizos, el varón, que dio a luz una mujer sordomuda.