Lágrimas de emoción reciben a la Esperanza de La Línea en su regreso a San Bernardo

Centenares de ilusionados rostros, repletos en su mayoría de incontenibles lágrimas, acompañaron este sábado al primer paseo de María Santísima de la Esperanza por su barrio, el de San Bernardo, en La Línea. Los fieles se agolpaban desde muchos minutos antes para volver a ver a su Virgen, la que se sintió obligada a desterrarse temporalmente a Sevilla para ser sanda de los daños que le produjo un incendio allá por el 28 de mayo de 2022. Los cuidados de Fernando Aguado Hernández le han permitido volver a reunirse con los suyos y a hacerlo “tan bonita como siempre” según sostiene Josefa, a la que ni siquiera la necesidad de ayudarse de un andador privó de rezar el Ángelus con la mirada clavada en la imagen, a poquísimos metros de la puerta. La reina de San Bernardo será objeto en los próximos días de numerosos cultos por parte de aquellos que no la han olvidado ni un día en el último año y medio. Ya está otra vez con su familia.

Es difícil encontrar un solo linense que, de una u otra manera, no haya colaborado a la restauración de La Esperanza. Porque la Virgen es patrimonio de un barrio, pero también lo es del resto de una ciudad entera que lloró que fuese pasto del fuego. Todos los vecinos estaban representados a las 11:45 en la puerta de la Casa de Hermandad. Por algo se encontraba allí el propio alcalde, Juan Franco, a quienes acompañaban Mercedes Atanet y la concejala del Partido Popular Susana González.

El padre José Antonio Capurro Ponce dirigió un significado rezo del Ángelus segundos antes de que, bajo la atenta mirada del Hermano Mayor, Juan Isidoro Gómez Moya, el capataz, Santiago Infante Manciño, con la voz entrecortada, diese la orden a sus cargadores para que iniciasen el primer paseo de la Madre por las calles de la zona. Fue el momento más emotivo. Los móviles se agolpaban para poder obtener la fotografía del momento entre abrazos de emoción -ya nada disimulada- y lágrimas de los presentes, que dejan atrás una pesadilla.

La imagen recorrió los escasos metros que le separan de la parroquia de San Bernardo Abad seguida por una multitud en la que se podían ver, casi queriendo pasar de incógnito, al presidente del Consejo Local, José Manuel Pulpillo, a representantes de las hermandades de la Esperanza de San Roque y Algeciras, para las que también este sábado fue un día de fiesta, y a integrantes de todas y cada una de las hermandades y cofradías que salpican la geografía de La Línea.

Frente a la puerta de la Iglesia la Esperanza se detuvo para escuchar un emocionante y sentido mensaje de José Luis García Guillermo, que, ayudado por un micrófono y un altavoz, llegó a todos los presentes.

“Y así, en Semana Santa, el milagro volverá y la emoción llegará cuando rompan las gargantas diciendo hasta sin hablar que ya viene la Esperanza, en mi Línea, en mi ciudad”, recalcó el autor y poeta linense. “El fuego no va a lograr arrebatar la elegancia, la sublime majestad, la belleza, la prestancia que tuvo, tiene y tendrá mi Virgen de la Esperanza”.

A partir de ese momento la imagen y el cortejo iniciaron un recorrido por las principales calles de San Bernardo en algún momento incluso bajo el mandato del propio escultor, Fernando Aguado, que ejercía de agradecido capataz.

El regreso se produjo en torno a las 14:00 a su Casa de Hermandad, de donde volvería a salir alrededor de las 18:30 en solemne traslado para descansar en el templo, en el que comenzaron los numerosos actos en su honor que se prolongarán hasta el lunes. La Línea ya está un poquito menos huérfana.