Antonio Torremocha muestra su talento para la pintura en La Línea

La Línea/El doctor en Historia Medieval y colaborador de Europa SurAntonio Torremocha expone desde este viernes un compendio de sus principales obras en el arte de la pintura en La Línea. Una faceta que Torremocha ha cultivado desde mediados de los años 70 y que ahora puede contemplarse durante un mes en la sala temporal del Museo Cruz Herrera de la ciudad linense.

Hasta el próximo 13 de octubre, la exposición Acuarelas y dibujos (1976-2018) permitirá al público acercarse a la multitud de temáticas y técnicas abordadas por Torremocha frente al caballete, si bien de las 30 pinturas la mayoría son acuarelas. "La acuarela es una pintura rápida, con mucha luz y muy divertida de hacer. Así que pronto dejé el óleo, ya que hacer un cuadro me llevaba más de un mes y medio, y me pasé a las acuarelas", explicaba a principios de semana el historiador y escritor a este periódico.

A la inauguración de la muestra han asistido la concejal de Cultura, Raquel Ñeco, y la directora del Museo, Mercedes Corbacho. Fue Corbacho la que animó a Torremocha a recopilar sus obras para armar con ellas la muestra.

Torremocha, quien previamente ha expuesto en Algeciras (2007 y 2012) y Tetúan (2018) además de haber participado en muestras colectivas en Jerez y Grazalema, toca prácticamente todos los géneros: botánica, paisajes naturales, urbanos o bodegones. "Aunque desde que me jubilé me dedico más a la novela histórica, lo cierto es que tengo una obra amplia de más de cuatro décadas de afición", comentaba.

Entre los cuadros expuestos destaca una muy fidedigna reproducción del Hotel Reina Cristina de Algeciras, varios bodegones, plantas y flores así como una curiosa obra titulada Saturno devorando el patrimonio, que data de 1995. En ella, Torremocha emula a Goya aunque el ser mitológico en este caso se lleva a la boca la torre de la iglesia de La Palma.

Torremocha ha explicado al público asistente la génesis de cada una de las obras, así como anécdotas sobre su proceso creativo. "Exponer en una sala como el Cruz Herrera, con paredes blancas donde las acuarelas lucen, es un placer. Un pintor que se precie debe tocar todos los palos", aseguraba, en referencia a la variedad de temáticas y técnicas.