Barriadas de La Línea: La Atunara (y VIII)
Enciclopedia de La Línea
El futuro del barrio pasa por la modernización de la flota de bajura, el incremento del tejido empresarial y la potenciación del turismo
La Línea/La imagen de la Virgen del Carmen, patrona de la barriada de La Atunara, se encuentra entre los pescadores desde que se construyó el edificio de la Sociedad de Salvamento de Náufragos, allá por el año 1893. Le erigieron una capilla, donación de la señora doña Juana de Dios Lacoste, como el bote salvavidas. En esta capilla, único oratorio de la barriada durante muchos años, estuvo venerada la Santísima Virgen del Carmen, patrona de los marineros. A ella acudían los pescadores para orar, pedir protección y ayuda para ganarse el sustento de la familia.
Al desaparecer la Sociedad de Salvamento de Náufragos, el edificio quedó abandonado y comenzó a derrumbarse. Ante el temor de que se dañara la imagen, se acordó trasladarla a la casa de doña Inés Gómez, esposa de don Antonio Seliva, donde estuvo hasta el año 1944, en que se construyó la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen, como independiente de la de la Inmaculada de La Línea.
El busto en mármol de doña Juana de Dios Lacoste, que estaba en una hornacina de la sede de la Sociedad, desapareció y no se volvió a saber nada de él. La lápida de mármol donde se contiene la memoria de la fundación estaba en un almacén de la familia Seliva. Según contaban algunos antiguos vecinos, la imagen de la Virgen llegó a La Atunara siendo párroco de la Inmaculada don Laureano Pandelo Rodríguez (el Padre Pandelo). Según otros, la Virgen llegó cuando se erigió la capilla que había en la Estación de Salvamento de Náufragos en 1895 y fue donada por la señora doña Juana de Dios Lacoste.
La flota pesquera
Hace 40 años, la flota pesquera de La Atunara contaba con 200 barcos y era la más importante de toda la Costa del Sol. Se dedicaba a la pesca de bajura y la pericia y trabajo de estos pescadores conseguían cantidades importantes de pescado de la mejor calidad.
Desde la misma boca del Estrecho hasta Torreguadiaro, durante las temporadas de pesca y cuando el estado de la mar lo permitía, capturaban los famosos voraces, besugos, salmonetes, lenguados, voladores, caballas, bonitos, sardinas y una lista interminable de todas las riquísimas especies de los mares de levante. Sin embargo, la crisis del sector llegó también a La Atunara por causas muy complejas de examinar.
Ciertamente, las condiciones pesqueras de La Atunara han mejorado y han conseguido las mejoras que anhelaban. No obstante, la crisis no se supera tan fácilmente y la flota ha llegado a las cotas más bajas de la historia de la barriada. La modernización de los barcos y los nuevos instrumentos de pesca son retos que una flotilla modesta no puede superar. Por otro lado, el mercado pesquero se surte sin dificultades de los grandes buques de pesca que lo invaden todo.
El Burgo Turístico
En 1972, en el Consejo de Ministro celebrado el 16 de octubre en el Palacio del Pardo, se aprobó con carácter de urgencia el proyecto del “Burgo Turístico” para La Línea de la Concepción, construido por el Ministerio de Información y Turismo, en la zona de La Atunara. Los terrenos fueron cedidos por el Ayuntamiento en la playa, con una superficie de 60.000 metros cuadrados. Consta de un edificio de dos plantas con una capacidad de 672 plazas.
Pretendía ser una residencia veraniega con zona polideportiva, capilla, zona de juegos infantiles, zonas verdes, cine-salón de actos, discoteca, teatro al aire libre, supermercado, piscinas… Después de casi cincuenta años de funcionamiento, han pasado miles de clientes, que han hecho la mejor propaganda de la residencia y del marco donde está situado. Está orientado al norte y al mediodía, teniendo cerrado el levante y el poniente. Sus 250 metros de fachada frente al mar cuentan con una zona doble de arbolado al servicio exclusivo de bañistas y peatones.
Futuro
A nuestro modesto modo de ver, el futuro de la barriada de La Atunara pasa por tres importantes condicionamientos.
1. Modernización de la flota de bajura. Ya hemos visto que uno de los problemas que presenta el sector pesquero es que la flota es en su mayor parte barcos de pequeño tonelaje, de remo y velas la mayoría de ellos, presentando además un alto grado de envejecimiento y un bajo índice tecnológico y de equipamiento. Las autoridades competentes deberían ofrecer unos préstamos a bajo interés y a muy largo plazo para la modernización de los barcos de la flota de bajura de La Atunara.
2. Incremento del tejido empresarial. Se deberían ofrecer incentivos para la instalación de empresas e industrias, sobre todo las dedicadas al envasado y manipulación de los productos del mar y de la tierra, como conserveras de pescados y de hortalizas y cualquier otra que diese trabajo y riqueza a la barriada de La Atunara.
3. Potenciación del sector turístico. Creemos que este puede ser el punto más importante para el despegue definitivo del bienestar de los habitantes de La Atunara, en particular, y de La Línea en general. Podría realizarse una ruta, que llevara a los turistas a conocer la barriada: monumentos importantes, como la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, la antigua lonja, el nuevo puerto pesquero y deportivo, el edificio de la antigua almadraba, etc. Luego, un paseo por las estrechas y pintorescas calles del barrio, para terminar en un bar o restaurante degustando el pescaíto frito, un guiso marinero, como la jibia con garbanzo, y las incomparables sardinas al espeto, todo ello apoyado con folletos, editados a todo color, donde se detalle la historia, la gastronomía y las formas de vida de la barriada.
También se debe apoyar que La Atunara ocupe un lugar en el catálogo de Bienes Protegidos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, como patrimonio etnológico, gastronómico e histórico que merece y se solicite a la Dirección General de Bienes Culturales la consideración de Patrimonio Histórico Andaluz a la barriada linense de La Atunara. Otro proyecto interesante sería la creación de un Museo Etnológico del barrio, donde se podría realizar un espacio para la interpretación, explicación y disfrute, donde se recojan los valores culturales de la barriada: historia, orígenes, formas de vida, costumbres, etc. Este museo se ubicaría en el edificio de la antigua Almadraba, que por sus dimensiones puede albergar embarcaciones en su interior como piezas y espacio de museo.
También tenemos la posibilidad de traer capital español o extranjero, podría ser de origen árabe, que invirtiera y creara un gran complejo hotelero en las magníficas y semivírgenes playas de Sobrevela y Torrenueva, que diera un gran impulso turístico a este rincón linense.
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