La Explanada (II)
La Línea en blanco y negro
Durante años acogió la Velada y Fiestas de La Línea, pero con el crecimiento de la ciudad, comenzó a quedarse pequeña
Los festejos en la actual Plaza de la Constitución eran punto de encuentro entre linenses y gibraltareños
La Velada anual tuvo como primer escenario la céntrica y popular Explanada o la Plaza de Prim. Con estas dos denominaciones se conocía hace ya casi 150 años la actual Plaza de la Constitución. Vamos recordar algunas escenas y momentos vividos de aquellas románticas veladas, con sus farolillos a la veneciana, carreras de velocípedos, fuegos de artificio, bailes y conciertos musicales por la banda del Regimiento de la Reina número 2.
La Velada y fiestas de La Línea de la Concepción tienen su origen, como ya es sabido, en la festividad del Corpus Christi del mes de junio y sólo duraba un día. Después, por acuerdo de la Corporación Municipal, se prolongó de jueves al domingo. Como estaba adquiriendo cada año más importancia se establece que durase una semana. Años más tarde se acuerda la celebración de esta Velada en el mes de julio, luego a la tercera semana del mismo mes coincidiendo con el 20 de julio de 1870, día en el que La Línea se convierte en villa independiente del municipio de San Roque, cambiando así su carácter religioso por el civil y político.
En las actas de sesiones municipales recogidas por José de la Vega en su libro Cien Años de Historia de La Línea se dice: "En la sesión celebrada el día 14 de enero de 1875 y con motivo de la proclamación de Don Alfonso XII como Rey de España se acordó entre otras cosas que por la tarde se pondrá en la Plaza de Prim una cucaña con cuatro duros y cuatro gallos que serán del primero que suba y los coja. Durante este acto y por la noche tocará la música de este pueblo en la misma plaza".
En sesión municipal de 26 de febrero de 1879 se estudia cuanto concierna a la celebración de una Velada en "la víspera del Corpus este día y siguiente", así como la designación donde pueda efectuarse considerando que ello reportaría grandes beneficios de todo orden a la población. En la festividad del Corpus de este año, que correspondió al día 12 de junio, se iniciaron festejos extraordinarios que tuvieron como centro la denominada Explanada, aunque no aparecen con el carácter de la pretendida Velada.
Al año siguiente, el Ayuntamiento acuerda en sesión de 12 de mayo que la Velada se establezca en el mismo sitio que el anterior año; que los que deseen sitios para puestos y tiendas lo soliciten a la Comisión que al efecto se nombre, la cuál los asignará tras el pago del arbitrio-impuesto y que si no hubiesen sitios bastantes para los puestos que se pidan en la Plaza de Prim o en los laterales de la iglesia.
En aquellas fechas en las que el número de habitantes de La Línea sólo era de 1.260 personas todas las veladas y festejos se celebraban en la Explanada. Llega un momento en que al quedarse chica y por pertenecer al Ramo de Guerra, en 3 de abril de 1893 el alcalde exponía al Ayuntamiento los inconvenientes existentes para seguir celebrándose la Velada en la Plaza de Alfonso XIII. Propone por ello adquirir los terrenos de los señores Garesse, a continuación de calle Real y final de la de Duque de Tetuán, pero al no haberse llegado a un acuerdo para la adquisición de estos terrenos, y estándose construyendo en enero de 1895 el Cuartel de Carabineros en dicha plaza, se acuerda celebrar la Velada en la calle del Cuartel, desde la Aduana hasta el final de la calle Méndez Núñez.
La velada, fiesta de linenses y gibraltareños
A través de la prensa local podemos rememorar como se organizaban los festejos, como en la crónica del 2 de julio de 1891 del Diario de La Línea: “Para los de Gibraltar, durante las noches de la próxima Velada las puertas de la inmediata plaza inglesa no se cerrarán hasta las doce. Mucha es la animación y todo hace esperar que como en los años anteriores la feria ha de estar muy concurrida y divertida. El Pabellón construido en el centro de la Plaza de Alfonso XIII resulta de buen gusto y demuestra el que tanto distingue al encargado de su decorado señor Carreto". Manuel Carreto Mariño fue un competente pintor y decorador sevillano afincado en La Línea. Entre sus obras destacan las pinturas murales del Hotel París, después pensión Sevilla y primitivamente residencia particular de Don Ruperto Toledano.
En un documento de 1886 se solicita que las puertas de Gibraltar queden abiertas hasta más tarde para que los gibraltareños puedan asistir a la Velada de ese año. Se demuestra la buena vecindad que existía en aquellos años entre los dos pueblos:
"El alcalde de La Línea, particular 1º de julio de 1886, al Sr. secretario colonial de Gibraltar. Muy Señor mío y de toda mi consideración. Del 4 al 11 del corriente mes ha de tener lugar en esta Villa la Velada que se celebra anualmente, siendo los días en que hay toros, fuegos artificiales y bailes el 4, 8 y 11. Por lo tanto me permito rogar se sirva hacer presente nuestro deseo de que las puertas de esa Plaza queden abiertas en la forma que el año anterior o en la que considere más oportuno. Esperando de su fina atención, se sirva comunicarme la resolución de su excelencia. Tiene el honor de repetirse de V atento S.S. T. Fernández".
Y llegó la electricidad...
Uno de los acontecimientos más notables que se apuntó en su haber la Explanada de Alfonso XIII tuvo lugar con motivo de la Velada del año 1896. Lo constituyó la iluminación por electricidad de la Caseta Municipal que, como quedó explicado en una edición anterior, se instalaba en el centro de dicha plaza. Esta plaza estrenaba el primer alumbrado por medio de lámparas incandescentes alimentadas por electricidad que se establecía en la Villa de La Línea, el día 5 de julio de 1896, fecha en que entraba en servicio la flamante fábrica de electricidad enclavada en la calle Ángel 22, llamada La Concepción.
Con tal motivo el periódico calpense bilingüe El Anunciador de fecha 22 de junio de 1896, publicaba la siguiente información:
"El próximo domingo dará principio en La Línea la Velada anual que se celebra en aquella Villa. Por los carteles que aquel Ayuntamiento ha distribuido anunciando los festejos, vemos que éstos serán en el presente año de mayores atractivos que en los anteriores. En la noche del sábado día cuatro, vísperas de los festejos y durante los ocho días de la Velada dos bandas de música tocarán en el paseo de nueve a doce siendo una de aquellas bandas militares la del Regimiento de la Reina número 2 de guarnición en Algeciras".
"Durante las ocho noches de Velada tendrá lugar grandes iluminaciones a la veneciana, y en los días cinco nueve y doce se verificarán en la Plaza de Alfonso XIII tres notables exhibiciones de fuegos artificiales dirigidos, así como el alumbrado a la veneciana por el hábil representante de la señora viuda de Pinillas de Sevilla. La Corporación Municipal ha instalado en el centro del paseo elegantemente exornado la gran caseta que lucirá una brillante Iluminación eléctrica, y en la que se efectuarán bailes y conciertos. En la tarde del lunes seis y jueves nueve tendrán lugar carreras de velocípedos".
Espectáculos para todos los públicos
En la Velada de 1893, una bonita caseta será colocada en el centro de la Plaza de Alfonso XIII. Será objeto de reforma en pintura y decorado, al igual que los arcos y demás adornos que figuran en dichas fiestas. En la mencionada caseta se celebrarán conciertos matinales por una notable orquesta de bandurrias, guitarras, violines, flauta y piano, formada por jóvenes de la localidad (una verdadera orquesta filarmónica, pionera de la que con los años sería la Banda Municipal La Lealtad y más tarde Filarmónica Linense y Rondalla La Aurora, dirigida por el maestro Criado). También habrá otras instalaciones y atracciones, como carreras de cintas a caballo, velocípedos, cucañas, fuegos de artificios, corridas de toros, etcétera...
Igualmente y en diferentes Veladas, la Plaza de Alfonso XIII dio cabida a espectáculos de teatro, circenses y de índole cultural, como el Museo Histórico y Anatómico de figuras de cera del señor Fernández Cuevas; el Museo Universal de Estrade Berdot; el Pabellón Romano de Atletismo y Prestidigitación de Monsieur Francis Taburet; la Compañía de Acróbatas Deu Totti; y hasta una ascensión del Globo Mongofiel Ville de Lyon tripulado por Monsieur Guillaume.
Todos estos espectáculos, que constituían auténticas novedades, tenían lugar en la Plaza Mayor de la Villa. Capítulo aparte merecen las representaciones del Arte de Talla, ya en casetas o en los escenarios primeramente del Teatro de La Línea. Eran compañías de teatro lírico, dramático y cómico que en su mayoría venían tanto del extranjero como de España al Teatro Benatar de Gibraltar, y como quiera que las autoridades de Gibraltar no permitían que los espectáculos públicos actuaran los domingos aprovechaban la ocasión y lo hacían en La Línea coincidiendo muchas veces con la celebración de la Velada.
La Explanada se queda pequeña
Desde el año 1870 hasta el de 1893, 23 largos años, las Veladas de La Línea se venían celebrando en la Explanada, pero la importancia de los festejos iba en aumento de año en año por el mayor crecimiento de la Villa, por quedar pequeño el recinto y también por presentar inconvenientes cada año la concesión de los permisos, además de que todo el terreno de la Explanada era de propiedad militar. El 8 de febrero de 1895 se publica en el Diario de La Línea el siguiente Bando Municipal:
"Don Agustín Acedo del Olmo, alcalde constitucional de esta villa, hago saber: Que en virtud de haber quedado la Explanada de Alfonso XIII sin condiciones ni capacidad para continuar instalándose en ella la Velada anual que se celebra en esta villa durante la primera semana del mes de julio, ha acordado el Ayuntamiento de mi presidencia que en el presente año, se establezca aquella en la Explanada y arrecife del Cuartel en toda su extensión, con mayor esplendidez que hasta aquí y con nuevo exorno para su mayor atractivo, en obsequio de los numerosos intereses que con dicha fiesta popular se benefician.
Al acordar la Corporación Municipal que así se haga público a los debidos efectos, ha resuelto que a la vez se inviten a los referidos feriantes e industriales que tratan de establecer en el lugar de la Velada cualquier clase de establecimientos, incluso cafés, restaurantes, confiterías, neverías y espectáculos públicos, para que acudan al Ayuntamiento desde esta fecha hasta el primero del próximo mes de junio, solicitando sitio, con expresión de la capacidad del mismo en metros, tanto de fachada como de fondo, y objeto de su instalación."
También en El Anunciador de julio de 1893 nos escribe sobre un suceso en la caseta Municipal y dice así:
"La velada de La Línea se vio favorecida ayer por numeroso público. Durante el día no cesaron los carruajes de conducir gente a La Línea, viéndose muy concurrida todo el día y por la noche especialmente cuando se quemaron bonitos fuegos artificiales. Las carreras de velocípedos y cintas celebradas en la plaza de toros resultaron muy animadas, pero la organización de ellas dejó mucho que desear. Por la noche se quemaron fuegos artificiales, celebrándose baile en la Caseta del Ayuntamiento. En ésta hubo entre nueve y diez de la noche un escándalo mayúsculo, a causa de haber caído en el techo un cohete ardiendo, que comunicó el fuego a algunas tablas. El tumulto que se armó dentro de la Caseta fue espantoso pues todo el mundo trataba de salir de ella a un mismo tiempo. El incidente pasó afortunadamente sin que hubiera que lamentar desgracia alguna.
El fuego que produjo el cohete fue inmediatamente sofocado por algunos individuos que subieron al techo. Poco después de ocurrido este incidente se prendió fuego uno de los farolillos de papel que iluminaban la caseta produciéndose también otro pequeño escándalo que produjo algunos sustos".
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