Iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción

La Línea en blanco y negro

En este templo se encuentra la patrona de la ciudad, por la que los linenses sienten auténtica devoción

Plaza de la Iglesia, en La Línea.
Plaza de la Iglesia, en La Línea. / E. S.
D. Ramos / L. J. Traverso

11 de agosto 2021 - 03:05

En el año de 1873 el obispo Félix Mª. De Arriete y Llanos, en su visita a la parroquia de San Roque, erigió la feligresía de La Línea dependiente de aquel curato y servida por coadjutor en parroquia independiente, sin contar con la aprobación del Gobierno de la Nación porque no existiendo Rey en España no estaba vigente el Real Patronato.

Restaurada la monarquía en 1875 y siendo obispo de Cádiz Jaime Cátala y Albosa comenzó a gestionarse la edificación de un templo parroquial y el reconocimiento por el Gobierno de Su Majestad del curato erigido por el venerable padre Félix. En visita pastoral del dicho Sr. Catalá a esta población en junio del año 1879 convocó dicho obispo una junta de personas notables y determinaron que se erigiese el templo parroquial utilizando las paredes comenzadas bajo los auspicios de su antecesor.

El templo se inauguró el día 8 de diciembre del mismo año, fiesta de la Purísima Concepción. Su coste fue de nueve mil duros, de los cuales unos tres mil se recogieron de limosnas de los fíeles, de suscripciones en la Diócesis y otros puntos de España, y con donativos hechos por el Sr. Cátala. La fábrica de la parroquia de San Fernando facilitó en préstamo la cantidad de cinco mil duros en calidad de reintegro. Esta población solo contaba antes con una modesta capilla en que apenas cabían 80 personas de propiedad de los militares y que tuvo que derribarse después de la construcción de la iglesia parroquial por hallarse enteramente ruinosa.

El santuario, hacia el año 1.900.
El santuario, hacia el año 1.900. / E. S.

Al frente de la obra estuvo el presbítero Santiago Fernández Cano que en mayo del mismo año 1879 había sido nombrado por el señor Catalá cura ecónomo de esta parroquia, debiéndose a sus muchos esfuerzos y desvelos la conclusión del edificio. Al propio tiempo que se construía la iglesia el obispo ordenó la formación del expediente canónico para que el Gobierno aprobase la erección de la parroquia. El 22 de mayo de 1880 se obtuvo la aprobación del expediente y por consiguiente, reconocida por la autoridad civil esta parroquia con la categoría de curato de segundo ascenso, como lo había sido antes por la autoridad eclesiástica.

El templo se bendijo el 8 de diciembre de 1879 y desde esta fecha se celebran en él las sagradas ceremonias del culto católico. La sacristía, el archivo, las dependencias de la parroquia y la habitación del párroco, se construyeron en 1898 siendo cura párroco José Fernández Ramírez.

Arte religioso

En el interior de la parroquia de la Inmaculada Concepción se veneran las imágenes de Jesús del Gran Poder, la Virgen de los Ángeles, la Virgen de la Soledad, el Santo Entierro de Jesucristo, la Virgen de la Amargura, el Cristo de la Misericordia, el Cristo de las Almas, la Virgen de las Angustias, Jesús de las Penas y la Virgen de los Dolores, todas ellas imágenes pertenecientes a las cinco hermandades de penitencia radicadas en la parroquia.

Cuadro de Cruz Herrera, donado a la Parroquia y que fue destruido en 1935.
Cuadro de Cruz Herrera, donado a la Parroquia y que fue destruido en 1935. / E. S.

Hasta hace unos años también se encontraban en el templo las imágenes de otras cofradías (Oración en el Huerto y Silencio), que ya se hallan en otras parroquias. Además, hay una hermosa figura del Sagrado Corazón de Jesús, recientemente restaurada, una Virgen del Carmen, el Simpecado de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de la ciudad, la Virgen de la Inmaculada Peregrina, el Cristo Resucitado y otras imágenes de culto, tales como Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Simbolismo

Este santuario es para los linenses muy importante y simbólico ya que en él se localiza la imagen de nuestra patrona, la Inmaculada. Tanta devoción tenían hacia ella que cuando se constituyó la primera sesión plenaria de la Corporación Municipal del pueblo se eligió de forma unánime la nomenclatura de La Línea de la Concepción.

Celebración de una misa, alrededor del año 1950.
Celebración de una misa, alrededor del año 1950.

También es muy importante este santuario debido a que la mayoría de las fiestas populares de la localidad tienen desarrollo en la plaza de la iglesia. Algunas de esas fiestas populares son: las fiestas de Navidad, en las que se instala un precioso alumbrado y se organizan coros y zambombás flamencas; la Feria, Velada y Fiestas de la localidad, con la Misa Rociera el domingo; el Carnaval de la Concha Fina, en el que actúan grupos carnavalescos; y la Semana Santa, en la que todas las Hermandades y Cofradías saludan a la patrona de la ciudad acercándose a las puertas del santuario.

Orígenes

Vista frontal del templo.
Vista frontal del templo. / E. S.

El origen de la feligresía de La Línea es a partir de la erección de aquella pequeña capilla construida por los militares, probablemente en el siglo XVIII, al amparo de la famosa Banqueta del Conde de Montemar, muy cerca de la batería llamada Principal que estaba enclavada en la Explanada.

Algunos años antes de la Revolución de septiembre de 1869, y por acuerdo del entonces párroco de esta población, José Mellado, y del alcalde pedáneo de la misma, Lutgardo López Muñoz, se extendió el radio que ocupaba la pequeña capilla de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, que se hallaba situada en uno de los ángulos de la que hoy lleva el nombre de Plaza de la Constitución. Como para llevar a cabo dicho ensanchamiento hubo necesidad de edificar sobre el primitivo cementerio (que radicaba en el atrio de dicha ermita) se creó un nuevo cementerio en la parte este de la población y en un arenal próximo a la antigua Huerta de Fava (año 1899).

Antigua imagen de la Inmaculada.
Antigua imagen de la Inmaculada. / E. S.

Esta capilla militar, en la que no cabrían cien personas, fue derribada el 18 de diciembre de 1879 cuando se bendijo el nuevo y actual templo. Si bien la aprobación civil se obtuvo el 22 de mayo de 1880, las obras habían comenzado ya en 1873, cuando se creó la feligresía de La Línea dependiente del curato de San Roque, pero por falta de medios económicos quedó en suspenso la construcción hasta superadas las dificultades. Finalmente se puedo terminar, costando algo más de 45.000 pesetas.

El solar para la construcción del templo parroquial y un paseo fue donado por Juan Garesse Valarino con la única condición, según los ancianos del lugar, de que cuando fallecieran el citado vecino y su esposa fueran enterrados en la misma iglesia, aunque la familia sigue investigando sobre este hecho. Cabe la posibilidad que los restos no acabaran dentro de la parroquia debido que en 1784 Carlos III dispuso que a partir de entonces los cadáveres no fueran inhumados en los templos. Sin embargo, la aplicación de esta orden se dilató hasta la primera década del siglo XIX, tanto por las limitaciones presupuestarias de las administraciones parroquiales como por la resistencia de los feligreses. Otra información vox pópuli dice que esta iglesia parroquial se pretendió construir en la actual Plaza de Fariñas, terrenos que compró el obispo Calvo Valero con idea de edificar el templo. El proyecto que no se llevó a cabo, no se sabe por qué razón, pero se le llama desde entonces el Huerto del Obispo.

Placa de la Iglesia.
Placa de la Iglesia. / E. S.

La imagen de la Inmaculada Concepción que corona el retablo mayor del santuario de la patrona de la ciudad fue realizada en el año 1.954 por por Luís Ortega Bru y donada a la misma por la duquesa de Porcent. Un ángel realizado por el escultor Pantoja Carrasco es la imagen que sostiene el bastón de alcaldesa perpetua. Se convirtió en santuario a finales del año 2005.

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