Un detenido en La Línea por comprar pornografía infantil en una plataforma de la 'deep web' que funcionaba como una red social
La página tenía casi dos millones de suscriptores y 91.000 vídeos, cantidad que aumentaba a una velocidad de 3,5 vídeos por hora

La Línea/Agentes de la Policía Nacional han detenido en España a 16 personas, una de ellas en La Línea de la Concepción, por comprar accesos a una plataforma de pornografía infantil en la deep web (internet profunda) denominada Kidflix mediante el pago en criptomonedas. Se trata de la mayor investigación internacional contra la explotación sexual infantil coordinada por la Europol en 38 países y dirigida por Alemania con el objetivo de desarticular una de las mayores plataformas mundiales de distribución de material pedófilo.
Algunos de los detenidos no solo subieron y vieron vídeos, sino que también abusaron de menores. En estos momentos, la investigación sigue en curso. En España, además del detenido en La Línea, se ha desarrollado en las provincias de Alicante, Almería, Barcelona, Jaén, La Palmas, La Rioja, Madrid, Málaga, Murcia, Orense, Sevilla, Tarragona, Santa Cruz de Tenerife, Valencia y Zaragoza.
La persona detenida en La Línea se había mudado desde Málaga. Aunque no tenía pornografía en el momento del registro, sí encontraron indicios suficientes del pago, además de un reconocimiento espontáneo de los hechos, por lo que fue detenido.
La Policía Nacional recuerda que realiza investigaciones complejas en el ámbito de la lucha contra la explotación sexual infantil, como aquellas que se llevan a cabo en la deep web, pensada y diseñada para ocultar los datos de los que en ella se mueven. Entre ellas, destaca la red TOR, acrónimo de The Onion Router (en español, El enrutador cebolla), que tiene como característica que, además de anonimizar la conexión, tiene en su interior una serie de servicios ocultos (como páginas web), cuya ubicación y localización es muy compleja. Para acceder a ella es necesario contar con un navegador específico y saber las direcciones de los buscadores y repositorios donde encontrar las direcciones a las que acceder.
Bajo la coordinación de la Europol, los agentes localizaron una página que servía como un repositorio de grabaciones de explotación sexual infantil, en continuo crecimiento por aporte de los propios usuarios. Tenía casi dos millones de suscriptores y 91.000 vídeos, cantidad que aumentaba a razón de más de tres vídeos por hora.
Para utilizarla bastaba con registrarse de manera gratuita para tener acceso inmediato a una previsualización parcial y de calidad reducida de todos los vídeos presentes. Si un usuario deseaba verlos completos o a mayor calidad, debía adquirirlos mediante el pago correspondiente, usando para ello criptomonedas. Cada vídeo comprado podía descargarlo o verlo online en calidad alta. Además, se podían obtener créditos que luego se podían usar para adquirir otros vídeos, aportando nuevas grabaciones que no estuvieran ya en la página o ayudando a clasificar las ya presentes.
Plataforma adaptada una red social
La Policía Nacional destaca que lo realmente novedoso de esta plataforma es la profesionalización en cuanto a su diseño, permitiendo a sus usuarios elaborar una fuente de perfil social perfectamente adaptado a su criterio, como si de una red social se tratara. Asimismo, la comunicación y el contacto con otros usuarios era una de sus características esenciales, teniendo la plataforma un carácter muy peligroso para la distribución del material de abuso sexual infantil.
La policía alemana se encargó de la investigación principal y fueron capaces de ubicar e intervenir el servidor en que se alojaban estos contenidos, con lo que tuvieron acceso a los datos sobre pagos efectuados por cada uno usuarios. Sin embargo, los pagos con criptomonedas también están diseñados para ser anónimos, por lo que, utilizando sistemas sofisticados de rastreo de activos fueron capaces de encontrar a los compradores, recuperando cada una de las transacciones hasta llegar a los datos bancarios de cada uno de ellos.
En lo que respecta a España, 17 personas habían comprado vídeos, y una, además, había subido uno a la propia plataforma. Según la experiencia de la Policía Nacional, las personas que están dispuestas a pagar por estos contenidos están un paso más allá que el simple consumidor de material de explotación sexual infantil, dado que pagar implica un mayor compromiso con la actividad y un descenso de las inhibiciones sociales relativas a ese delito; mientras que el uso de la red TOR ya demuestra conocimientos tanto informáticos como en lo relativo a la búsqueda de pornografía infantil, ya que quien llega hasta ahí lleva mucho tiempo consumiendo. Por eso se dio prioridad a esta investigación, teniendo en cuenta que este tipo de consumidores podría no tener contenido ilegal en los ordenadores, limitándose a acceder a las páginas y nubes que tuvieran contratadas.
Una vez recopilada toda la información de cada uno de ellos, y con la colaboración a las diferentes plantillas territoriales implicadas, se determinó que las detenciones debían hacerse entre el 10 y el 14 de marzo, ya que ese último día, una vez completada la investigación económica, Alemania iba a desconectar la página y sustituirla por un aviso oficial.
Un estudiante de informática era el único distribuidor en España
Bajo la tutela y coordinación de la Policía Nacional, que se encargó, además, del registro del distribuidor, se realizaron 15 entradas y registros en otros tantos domicilios. De esta manera, se detuvo al único distribuidor presente en España, un estudiante de informática al que se le encontró, además de abundante pornografía infantil, los enlaces de acceso tanto a la página principal de la investigación como a otras de pornografía infantil, los recibos de los pagos y otros datos personales detectados.
La mayor operación hasta la fecha
La operación Stream ha sido la mayor operación jamás gestionada por los expertos de la Europol en la lucha contra la explotación sexual infantil, y uno de los casos más importantes que ha apoyado la agencia policial en los últimos años. Los países que han participado en la investigación son Albania, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Colombia, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Georgia, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Serbia, Eslovaquia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.
Durante la intervención policial se han incautado más de 3.000 dispositivos electrónicos a nivel global y se le ha dado protección a un total de 39 menores.
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