El espigón de San Felipe
siglo XIX Los vapores 'Elvira' y 'Ayudante' conectaron La Línea y Algeciras en 1894 aunque aquel embarcadero fue abandonado y azotado por un temporal

Siempre fue una preocupación constante de los Ayuntamientos de La Línea de la Concepción, la construcción de un muelle en este litoral, con destino al embarque y desembarque de viajeros y mercancías.
En La Línea existía una problemática de comunicación que nos tenía prácticamente casi aislada del resto de España. Primeramente, porque en los años anteriores a 1.916, en que no existía la carretera que nos une a San Roque por Campamento, y la única comunicación más factible por tierra a nuestra ciudad, la constituía la playa del mar de Poniente, por donde rodaban los carruajes, así como el traslado más rápido y cómodo a las vecinas Algeciras y Cádiz se hacían por Gibraltar, en los vaporcitos Elvira y Ayudante pertenecientes a la Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras.
Pero si la construcción de una simple carretera que enlazara La Línea con San Roque, el ramal del ferrocarril hasta Campamento y el puerto era lo ideal para El Puente Mayorga, fueron denegados por los Gobiernos de Madrid siempre alegando razones militares y fiscales, menos iban a consentir que en la misma "Línea de Gibraltar" (playa del Espigón de San Felipe) se construyera un muelle de obra, con carácter permanente, como el que existía desde el año 1.967 en la citada playa.
Escribe el periódico La Iberia del 5 de octubre de 1880 sobre una queja que realizaban lo vecinos del Campo de Gibraltar sobre el maltrato recibido por el Gobierno estatal:
"Quéjanse los vecinos del Campo de Gibraltar de la indiferencia de nuestro paternal Gobierno, que no parece sino que tiene en completo olvido a aquel desgraciado rincón de España. Nada importa -dice la carta - que por efecto de no estar señaladas taxativamente las aguas de la bahía entre Algeciras, San Roque y Gibraltar se conceptúe como aguas inglesas más de la mitad de las que bañan nuestros puertos, quedando sin ellas y sin playa el pueblo denominado Línea de la Concepción, hasta el extremo de que para desembarcar ladrillos, piedras y toda clase de materiales de construcción por el Espigón de San Felipe, después de despacharse las embarcaciones por la aduana de San Roque, es preciso acudir a la capitanía del puerto de Gibraltar en demanda de un permiso que no se facilita sin el oportuno desembolso; de suerte que buques españoles despachados por nuestras aduanas y destinados a pueblos enclavados en nuestro territorio no pueden alijar en ellos su carga sin una autorización especial de las autoridades inglesas".
En cambio, si se permitía la construcción de pequeños desembarcaderos de maderas en determinadas ocasiones; tales como con motivo de la Velada, arribada en visita de destacadas personalidades, embarque de tropas con motivo de la Guerra de Melilla y otras de Marruecos, o como el que construyó la "Industria Corchera" en el año 1888, para el embarque del corcho elaborado.
Por ello, es curioso como al cabo de 121 años, nos es grato transcribir una interesante noticia aparecida en el Diario de La Línea, en su número correspondiente al sábado, 30 de junio de 1894, con respecto a un pequeño muelle construido en la playa del Espigón de San Felipe: "Vapores extraordinarios.- Los vapores Elvira y Ayudante, de la compañía del ferrocarril de Bobadilla a Algeciras, harán entre Algeciras y el Espigón de San Felipe mañana domingo, con motivo de la Feria y toros en esta población, los siguientes viajes:
Ida; salida de Algeciras a la 1/45 de la tarde. Regreso: salida del Espigón a las 8 de la noche. Precios de ida y vuelta, sin incluir los botes primera clase; 2 pesetas. Segunda clase; 1 peseta. El viaje anunciado lo hará el vapor Elvira y en caso de afluencia de pasajeros, saldrá también el vapor Ayudante. En el Espigón de San Felipe se ha construido un cómodo muelle para el embarque y desembarque de los pasajeros".
Pero habrían de transcurrir 47 años desde aquellas fechas, para que en julio de 1941, la compañía de vapores Punta de Europa, solicitara el apoyo del Ayuntamiento para establecer una línea a Algeciras. Así es que a partir de esa fecha no decrece el interés de la Corporación Municipal para la construcción de un muelle-embarcadero, considerando los beneficios que reportaría a nuestra ciudad, aprobando en marzo de 1.942 el anteproyecto del mismo, que confeccionado por el Ingeniero Francisco Lides Beato, habría de construirse en el punto de la Bahía llamado Espigón de San Felipe. Pero ya en enero de 1.945, por José Jiménez Muro y Prieto, se solicita la construcción de un muelle, a fin de ser utilizado para la concesión de un servicio de vapores, entre esta ciudad y Algeciras, que le fue otorgado por la Superioridad".
Esta construcción es acordada en mayo de 1945, estimándose el contratar estas obras con el Servicio de Construcciones Militares, y en agosto de 1945, se faculta a la Alcaldía para que lo haga con la Entidad Larrea Ltd, puesto que por el antes mencionado Servicio de
Construcciones Militares se había comunicado no poder encargarse de las referidas obras sin previa declaración de interés nacional. Pero encargada la dirección de estas obras al Ingeniero don Francisco Eiris, al trasladarse éste a otra residencia, se encomienda esta vez al Ingeniero D. Enrique Facio.
"Ultimada la construcción de este muelle embarcadero, es solicitado por don Francisco Marina, en diciembre de 1950, autorización para la implantación de un servicio de vapores para pasajeros y mercancías, entre Algeciras y esta ciudad, por las embarcaciones Punta Umbría y Rosa de Primavera. Establecido el servicio de transporte de viajeros, la empresa concesionaria participa, en agosto de 1952, que por reorganización y reparación de embarcaciones, a partir de primero de ese mes se suspende el servicio".
En realidad, la culpa de la desaparición de este servicio marítimo entre La Línea y Algeciras, no fue culpa solamente de las reparaciones de los vapores, sino también de las obras de este muelle, que no llegaron a constituir un logro definitivo. El muelle, casi todo construido de madera, pronto comenzó a resentirse, precisando de continuas reparaciones que no llegaban a solucionar los problemas que la acción de la mar y los elementos meteorológicos producían en el mismo.
Y en efecto, el muelle abandonado de todo cuidado, y sirviendo solamente como lugar de pesca y como carcomido mirador a la Bahía, en invierno del año 1958 y como consecuencia de un fuerte temporal que azotó estas costas, arrastró todos los pilares y maderamen de su estructura y cubierta, dejando aislada solamente la plataforma de atraque, única parte del muelle construida de hormigón, que sobrevivió hasta el nuevo muelle pantalán.
Así continuaron los restos del primer muelle de La Línea, aunque la idea de volverlo a reconstruir no quedó en saco roto, y en 1.964 se acelera la tramitación del expediente para la misma, verificada ya con obra de gran solidez ampliada al triple de su longitud, dotado con moderna instalación de alumbrado y de acondicionamiento para el atraque de las embarcaciones.
En el Boletín Oficial del Estado del 13 de noviembre de 1967, inserta Decreto por el que el Puerto de Algeciras se le denominará, en el futuro, Puerto Algeciras-La Línea. Una buena parte de esta información nos la aporta el libro Cien años de historia de La Línea, en su capitulo: Comunicaciones.
"Según el Servicio de Publicaciones de la Secretaria General Técnica del Ministerio de Obras Públicas, el Muelle Pantalán de La Línea, consta de cuatro plataformas, con una longitud de 754,60 metros. Su calado se inicia desde 2,50 metros; continúa hasta 3,50; luego a 4,50 metros para llegar, por último, a 5 metros de profundidad. En las citadas memorias, se habla en el año 1.970, de presupuestos que superaron los 35 millones de pesetas, sin incluir el alumbrado y defensas de su acceso, donde se invirtieron un millón ciento cincuenta mil pesetas. Todas estas cantidades empleadas solo se refieren a la primera fase del proyecto general del muelle -pantalán, llamado Puerto de Algeciras-La Línea, ya que según se decía, este muelle seria ampliado con otro tramo en forma de "T", destinado a muelle deportivo., y hoy ya desaparecido en su totalidad.
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