La Línea invertirá 2 millones de euros en la renovación de nueve calles de La Atunara
Urbanismo
El proyecto efectuará una intervención integral sobre el asfaltado, acerado, redes de suministros y alumbrado
Las obras tienen un plazo de ejecución de siete meses, por lo que se prevé estén listas durante este mismo año
Barriadas de La Línea: La Atunara (I)
El Ayuntamiento de La Línea reformará durante este año 2023 nueve calles de la popular barriada de La Atunara con una inversión total de hasta 2 millones de euros.
El proyecto, que cuenta con cofinanciación de fondos europeos al 80%, ya se encuentra en fase de licitación y prevé una intervención integral sobre las calles Cartagena, Canarias, Lepanto, Pasaje de la calle Canarias, Alcalá Galiano, Tierra, Mar Caspio, Avenida del Puerto y calle Archena.
Con esta operación se pretende conseguir una transformación del espacio urbano para devolverle su función de lugar público y no de mero espacio residual entre edificaciones, destinado sobre todo a aparcamiento de vehículos.
La renovación será integral, con la reconstrucción de todas las infraestructuras propias de los proyectos de reurbanización como las redes de saneamiento, pluviales y abastecimiento de agua potable, las de baja tensión, alumbrado, pavimentación y mobiliario urbano, según consta en el proyecto de obras.
La propuesta es llevar a cabo operaciones de apertura en el entorno del Tonelero, área que linda con la playa, mediante la cual se propondría una extensión del paseo marítimo de la Atunara que conectara con el puerto pesquero del mismo nombre y la propia lonja.
Estas actuaciones conllevarán una puesta en valor y revitalización del barrio y conllevaría una serie de mejoras en cuanto a accesibilidad, eficiencia energética, infraestructuras y creación de espacio público y zonas con vegetación.
De hecho, la documentación especifica que se aplicarán criterios medioambientales, sociales, de movilidad, de accesibilidad y de seguridad de las personas. Una vez adjudicados los trabajos, el plazo de ejecución para la empresa que resulte elegida será de siete meses, por lo que si no se producen retrasos en el proceso de licitación los trabajos estarían terminados este mismo año.
La documentación técnica elaborada para el seguimiento de las obras justifica que los acerados en la mayoría de los tramos de actuación son insuficientes, de manera que no se cumple la normativa de accesibilidad en numerosos puntos respecto a la anchura y forma de acceso. Además, las redes de abastecimiento y saneamiento se encuentran en mal estado de conservación, al igual que la red de alumbrado, dada la antigüedad de la barriada y el tiempo transcurrido entre las últimas intervenciones.
El Ayuntamiento ya expuso a los vecinos de la barriada las líneas maestras de la intervención en una reunión celebrada en mayo del pasado año.
Objetivos
La inversión urbanística permitirá satisfacer una serie de objetivos de mejora urbana. El primero, reducir la contaminación acústica con la regeneración de las superficies de rodadura, a lo que se añadirá una mejora de la seguridad con un nuevo sistema de alumbrado (más eficiente y de menor consumo). La señalización será igualmente renovada con nuevos pasos de cebra y otros elementos. Además, la reordenación de las zonas de aparcamiento evitará la dispersión de los vehículos.
Con la renovación de las redes de suministro y acometidas de todos los servicios se facilitará, así mismo, la explotación por parte de las compañías de agua, electricidad y telefonía. La red de saneamiento y pluviales se segregarán en la mayoría de los tramos de obra.
Las obras se ejecutarán conforme a un cronograma de trabajo consensuado con las empresas de suministros para evitar interrupciones en los servicios.
Historia
El barrio de La Atunara es de población tradicionalmente pesquera y personalidad propia dentro del conjunto urbano linense. No nació como un barrio. Sus orígenes se pierden en la memoria de los más antiguos del lugar, posiblemente de origen fenicio o romano (la base arenosa y las construcciones en madera no han dejado pruebas arqueológicas que constaten este origen). El asentamiento es más antiguo que la propia ciudad. Las primeras constancias escritas del asentamiento datan de unos 640 años antes que naciera la propia ciudad, según escribió Miguel del Manzano Pratts en la Enciclopedia de La Línea.
En 1735, fue reforzada la Línea de Contravalación de Gibraltar construyéndose un pequeño fuerte de artillería en la Tunara, llamado “Fuerte Tunara”, para cubrir la retaguardia del de Santa Bárbara. Aquellos orígenes estuvieron ligados estrechamente a la pesca de bajura dada la riqueza de la fauna marina de sus aguas.
Posteriormente, junto a estas estructuras de madera, empezarían a crearse los primeros edificios de mampostería al llegar los constructores de La Línea de Contravalación de Gibraltar, ya que anteriormente no había materiales para llevarlas a cabo, ni se tiene constancia de ninguna otra vivienda de mampostería en la ciudad anterior a La Línea de Contravalación, exceptuando la torre vigía de Torrenueva como edificio.
Estas dos clases de viviendas, madera y mampostería, coexistieron hasta bien avanzado el siglo XX. En la mayoría de los casos, las diferencias entre tener una casa de mampostería o de madera denotaba quienes pertenecían o no a las clases más pudientes, estando todas o casi todas sin legalizar y sin escrituras hasta hace pocas décadas. A partir de la década de los 60, esto dejo de ser así. El cemento fue imponiéndose y la barracas de madera fueron desapareciendo paulatinamente.
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