Juan Jesús Rodríguez, el novillero linense que desafía al miedo: "Nunca he pensado en rendirme"
Dos semanas después de sufrir una gravísima cogida en Navarra ya se entrena en la plaza de toros de La Línea
El regreso a los ruedos está anunciado para el día 19, pero el gran objetivo está fijado para el 26, en casa y con las cámaras de Canal Sur como testigos
Las fotos del regreso a la plaza del novillero linense Juan Jesús Rodríguez tras su grave cogida
Juan Jesús Rodríguez Gutiérrez apenas tiene 18 años. Pero ya ha experimentado los rigores de lo peor del toreo. Este novillero linense sufrió una gravísima cogida en la plaza de Sangüesa, en Navarra, el pasado 17 de septiembre. Un eral de los Hermanos Ramos Valle le cogió cuando entraba a matar el segundo de su lote, produciéndole “un desgarramiento de la bolsa escrotal”. A pesar de la gravedad y de que las heridas se empeñaban en impedírselo, esta misma semana ya ha vuelto a coger los trastos y a entrenarse en la plaza de El Arenal, con la mirada puesta en su reaparición, prevista para el 19 de este mes en Uribe (Vizcaya) y, sobre todo, en su regreso a La Línea, el 26, en un festejo televisado por Canal Sur. Ni era el primer paso por la enfermería de este aprendiz de torero ni ha podido con su ilusión.
A Juan Jesús Rodríguez bien se le puede aplicar eso de la casta y el galgo. Su padre (de su mismo nombre) es un apasionado del mundo taurino que con apenas seis años le cogió de la mano y le llevó por primera vez a ver una corrida. Y su primo es el matador de toros linense Miguel Ángel Pacheco. “Desde chiquitito he ido mucho con él. Entre ver corridas y verle entrenar a él desde que era novillero...”.
“Un día fui a la plaza de toros con él, cogí los trastos y me gustó”, recuerda. “Volví a los veinte días, una vez y otra...y hasta hoy”.
Este torero en ciernes, que desde pequeño reside en la zona de El Zabal, estudió en el Colegio Las Mercedes y el Instituto Mediterráneo. En los últimos seis años se ha ido formando en el mundillo de la tauromaquia en la Escuela de La Línea y ha sido testigo en primera persona de la transformación de la plaza de toros. “Ahora está preciosa”, dice con orgullo.
Para encontrar su primera novillada con público hay que remontarse a 2020, así que tiene el privilegio de ser de los pocos que no tiene un mal recuerdo de aquel años. Fue en Las Palomas, en Algeciras.
Esta temporada llevaba acumuladas cuatro actuaciones hasta que llegó que le tocó beber el trago amargo en tierras navarras. En Coria (Cáceres) cortó dos orejas y un rabo y fue nombrado vencedor del certamen taurino de la localidad extremeña. En Sevilla y en Cantillana lanceó mejor de lo que estuvo con los aceros y se volvió sin trofeos. En El Puerto de Santa María cortó una oreja.
Y llegó el 17 de septiembre. “Fue una tarde con mucho viento. El primer novillo ya fue muy complicado, pero estuve bien, acerté con la espada y pude cortar una oreja”, narra. “El segundo era más serio, con más cara, muy fino. Por si fuera poco el viento apretó más todavía y todo era más complicado”.
“Yo tuve muy buenas sensaciones y estoy seguro de que si lo llego a matar podía cortar hasta el rabo”, continúa. "Lo que pasa que al perfilarme la primera vez para entrar a matar me echó la cara arriba y me cogió. Me pegó una voltereta y me quitó la chaquetilla. Y la segunda vez que me tiré a matar, me volvió a coger. Me metió el pitón en el escroto”.
“Desde que salí de la enfermería, con los puntos, la herida, no he pensado en otra cosa que en recuperarme, en empezar a moverme y luego a entrenarme”, garantiza con vehemencia. “De estar todos los días liados a verte en una cama sin poder moverte se hace difícil. No estás acostumbrado a eso”.
En ese periodo se le saltaron los puntos, los médicos se vieron obligados a drenar un coágulo de sangre. “Todo eso me ha frenado. Si no vuelvo antes a la plaza”, afirma el novillero.
"Tengo ganas de que llegue la novillada del día 26 en La Línea, para que cambien muchas cosas en mi carrera"
No era la primera vez que Juan Jesús Rodríguez pasaba por una enfermería. Ya sabe también lo que supone que un novillo le fracture el radio y el cúbito, tras ser alcazado precisamente en una de sus dos presencias previas en La Línea. Pero ni entonces ni ahora se le ha pasado por la cabeza rendirse. “No, no, eso nunca. Nunca. Al revés estoy con más ganas. Deseando ya que llegue el día 19 y más aún el 26, porque es aquí en La Línea y además lo televisa Canal Sur 2 y eso supone que te va a ver mucha gente”.
El festejo se corresponde con la final del concurso de escuelas taurinas de la provincia de Cádiz. “Tengo muchas ganas de que llegue ese día para que cambien muchas cosas en mi todavía corta carrera", avanza Juan Jesús Rodríguez.
"He toreado dos veces en La Línea y estoy deseando volver. Quiero que se pongan las cosas mucho mejor para poder torear más el año que viene y que vea mucha gente, que es lo más importante”, abunda.
El novillero se había planteado dar a finales de este año el siguiente paso. “Pero dadas las circunstancias que no hay muchas novillas y que resulta complicado torear, he decidido continuar el año que viene con erales para coger fuerza, tratar de triunfar en sitios más importantes y debutar con caballos con todas las garantías”.
Juan Jesús Rodríguez, ese chaval al que las cornadas no han logrado apartar de su sueño sigue adelante. La suerte no está echada. La suerte se la va a ganar él. Sobre el albero.
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