El mercado de la Concepción, un centro neurálgico de La Línea

Se acercan las navidades y el mercado de la Concepción de La Línea luce diferente a otros años. Este 2020, las limitaciones provocadas por el coronavirus impiden aglomeraciones propias de estas fechas. Pero hay cosas que no cambian, haya o no una pandemia como la que nos ha tocado vivir en este 2020. El mercado de la Concepción sigue su vida y con él, la de su entorno.

El mercado de la Concepción es uno de los puntos neurálgicos de La Línea. Lleva con la ciudad, que despide ya el año de su 150 aniversario, durante casi toda su existencia. Son ya muchas las generaciones de linenses las que han convivido con él y eso lo convierte en un punto de referencia dentro de la ciudad. Por sus instalaciones, pasan cada día cientos de linenses, y también de no linenses, atraídos por los productos que ofrecen todos sus comerciantes.

"El recinto es históricamente popular no solo entre la población linense, sino también entre la población del Campo de Gibraltar y también nuestros vecinos de Gibraltar, de los que muchos vienen a hacer diariamente sus compras al mercado", argumenta el concejal de Mercados linense, Alejandro Azuaga.

Aunque la afluencia no pueda ser la de siempre debido al coronavirus, el trasiego de visitantes sigue siendo intenso, siempre dentro de las medidas de seguridad necesarias para prevenir contagios. El mercado cuenta con controles de acceso, geles hidroalcohólicos en todas las puertas, señales indicativas, balizamientos, vallados, cámaras de seguridad... Todo para que una compra en el mercado implique el mínimo riesgo y el usuario se sienta seguro. "Invito a todo el mundo a que venga al mercado de la Concepción porque lo tenemos muy controlado y los datos de coronavirus en La Línea, sin dejar de ser preocupantes, no son extremos como en otros lados", anima Azuaga.

Una reforma integral

El mercado de la Concepción sigue cumpliendo con creces su función, pero los tiempos cambian y el Ayuntamiento linense planea ya una reforma integral para el recinto. Se busca una modernización que permita mantener el mercado de toda la vida pero adaptado a las necesidades actuales.

El Consistorio se encuentra ya ultimando el anteproyecto y espera que en breve pueda salir adelante la licitación de la obra. El coste de la remodelación asciende a los 4,6 millones de euros, de los que algo más de la mitad los financia el Ayuntamiento de La Línea y el resto proceden de fondos europeos FEDER de la iniciativa EDUSI (Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado). Durante el tiempo que dure la reforma, los comerciantes dispondrán de otro espacio para seguir ejerciendo su labor.

"Se nos ha quedado pequeño y anticuado y hacía falta un importante cambio para que el mercado siga siendo lo que era y se potencie aún más como centro dinamizador del comercio y de la hostelería del centro de La Línea", destaca Alejandro Azuaga.

"El proyecto incluye el concepto de mercado tradicional, porque no puede perder su seña de identidad, pero también incluye una zona gourmet porque hoy en día la demanda de público así lo solicita que hace atractivos a ese tipo de recintos. Se trata de un proyecto ambicioso que nunca se ha acometido en el mercado pero que creemos que va a salir adelante y que en aproximadamente año y medio estemos aquí para verlo y disfrutarlo", añade el edil.

Productos seguros y de calidad

Los propios comerciantes del mercado son conscientes de la necesidad de mantener estas condiciones de seguridad y se esfuerzan en hacer posible que el mercado de la Concepción. Defienden que ir al mercado es más seguro que ir a otras grandes superficies tradicionales, ya que, entre otras cosas, es un espacio muy amplio y tiene un gran número de entradas por las que se renueva el aire.

"Creo que es incluso más seguro venir a comprar aquí que en otros centros comerciales, donde la abundancia de personas puede ser mayor e igual no se pueden respetar las medidas como se hace aquí. Las medidas son las más seguras que se pueden encontrar en cualquier establecimiento comercial de Andalucía, siempre cumpliendo las normas de la Junta", destaca Luis Gil, presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de la Concepción.

"Adoptamos todas las medidas sanitarias antes de que lo dijeran. Las puertas están abiertas. La ventilación del mercado no la va a tener ningún otro comercio. Entra y se renueva el aire mejor que en una gran superficie. Además, vienen todos los días y hacen una limpieza íntegra", dice Antonio López, un frutero del mercado. "Se nota que la gente tiene un poquito de miedo, pero les animo a venir. Hay de todo, pescado, carne. Hay que ayudar al comercio del pueblo", añade la panadera Joanna León.

Los comerciantes también muestran que su producto es de gran calidad y puede competir e incluso superar a los que se pueden encontrar en las grandes superficies. El mercado tiene una gran variedad de productos. En sus puestos, es posible comprar frutas, verduras, pescado, carne, embutidos, pan e incluso flores. Una buena opción para llenar la cesta de la compra para cualquier consumidor.

"Vendemos productos de primerísima calidad en situación de fresco diario, pero lo que caracteriza al comercio de La Línea es el trato directo que tenemos con la clientela. Somos una gran familia con nuestra clientela y solemos establecer una relación entre el comerciante y la clientela a la hora de aconsejar productos que puedan venir mejor para una comida", insiste Luis Gil.

"Este pan es de panadería artesano de toda la vida, no congelado", señala Joanna León sobre el producto que vende. "Seguimos con nuestra clientela y les servimos estupendamente. El que quiere calidad y buen precio viene al mercado", añade el frutero Antonio López. "Mis productos son frescos, pescado del día. Ofrecemos lo que el tiempo nos permite traer. No lo estamos llevando muy mal. Aquí cumplimos con las normas y estamos escapando bien", concluye el pescadero Gerardo Aijón.

El mercado de la Concepción se acerca ya a su reforma que le dará una dotación adecuada a los tiempos que corren. Así, podrá seguir siendo, como ha sido siempre, uno de los centro neurálgicos de La Línea de la Concepción.