El mercado de La Línea recupera los arcos de la fachada norte, cegados hace 80 años
Patrimonio
Las obras de rehabilitación también sacan a la luz el hueco del antiguo reloj de doble esfera, el primero de carácter público que tuvo la ciudad
Un Mercado del futuro para La Línea
Las obras de remodelación integral del Mercado de la Concepción de La Línea que se desarrollan desde hace meses en la ciudad también prestan atención a la recuperación de sus elementos originales.
Es el caso de los arcos del hastial norte de la nave central y el hueco que ocupó el reloj de doble esfera original del mercado que dan a la fachada de la Calle Aurora. Las reformas han permitido recuperar los tres vanos, que ya son perfectamente visibles.
Los arcos fueron cegados hace ahora más de 80 años, según explica la entidad Protección Histórica Linense (PHL), quien se felicita por la recuperación del aspecto original del inmueble. El reloj de doble esfera, por su parte, fue desde 1882 el primer reloj público de la ciudad de La Línea, adelantándose al de la Iglesia de a Inmaculada unos 18 años.
"Para una población fundada en 1870, tener un mercado cubierto en 1882 era el reflejo de una gran actividad comercial y un ejemplo de la arquitectura del hierro (industrial) comparable con Málaga o Jerez de la Frontera en la región andaluza", abundan desde PHL.
La reforma del mercado, iniciada en octubre de 2021, permitirá recuperar el edificio en su concepción original. La inversión para restablecer este histórico inmueble linense asciende a unos 4,5 millones de euros: 2,2 procedentes de fondos europeos, a través de la Estrategia de Desarrollo Urbano y Sostenible (Edusi), mientras que el Ayuntamiento aportará 2,3 millones. La UTE integrada por Promociones Paniagua, de La Línea, y Grupo Manzano, de Arcos de la Frontera, es la adjudicataria de la obra.
En 2007, el edificio fue inscrito en el catálogo de Bienes Históricos Protegidos por la Junta de Andalucía. Por este motivo, los trabajos conservan al completo la estructura del edificio central, que recuperará la idea original de plaza cubierta, mientras que las dos naves laterales, que datan de la década de los 70 del siglo pasado, han sido demolidas. Las fachadas exteriores y los muros longitudinales se deberán conservar íntegramente, con las medidas correctoras adecuadas. También se recuperará la cubierta de la nave central.
En lugar de las naves demolidas se construirán otras dos, de aspecto abstracto, para dar más notoriedad a la central, la que cuenta con valor histórico.
La nueva distribución convertirá la nave central en una plaza pública cubierta, mientras que en los laterales se instalarán los puestos. La planta alta está prevista como centro multiusos, aunque con la posibilidad de dar cabida a tiendas.
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