Mercedes Corbacho, la mujer que lidera la revitalización del museo Cruz Herrera de La Línea
La directora de la institución sueña con que el artista linense que le da nombre sea reconocido como uno de los grandes de la historia del arte
La apuesta por iniciativas didácticas y exposiciones atractivas, clave del aumento de visitantes
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La Línea/Alegre y espontánea, Mercedes Corbacho siempre recibe a las visitas en el museo Cruz Herrera de La Línea con una sonrisa. "Estáis en vuestro museo", invita la directora de la institución rodeada de los vestidos que están repartidos por todo el edificio de la villa Saccone acompañando a los cuadros del pintor linense. Ella es la cara visible de la evolución que ha impulsado el Ayuntamiento en los últimos años y que lo ha situado como un atractivo más para los visitantes de la ciudad.
Corbacho, que entró a formar parte del plantel municipal tras una etapa trabajando de restauradora en Sevilla, fue nombrada por unanimidad en 2008 como directora del Cruz Herrera, a la sazón en el edificio que acoge hoy en día la Casa de la Cultura, el mismo en que se encuentra el otro referente del arte en la ciudad, la Galería Manolo Alés, que forma junto al museo un atractivo eje artístico en menos de 100 metros.
Allí nació la pasión de una pequeña Mercedes por el artista de La Línea, cuando su padre la llevaba a ver los cuadros y le hablaba con gran sensibilidad artística del deslumbrante talento del pintor. "Para mí está a la altura de Velázquez porque me he criado con esa creencia", cuenta con gran devoción por el talento del linense, al que le reconoce haber vivido de la pintura en una época en que era muy difícil, como es la primera mitad del siglo XX. "Yo tengo claro que mi fin es poner a Cruz Herrera donde se merece en la historia del arte", manifiesta.
Tras un tiempo cerrado, el centro reabrió sus puertas en 2016 en el palacete de la villa Saccone, que en su día acogió el salón de plenos del Ayuntamiento. Aunque el linense Fernando Suárez fue quien realizó el proyecto, Corbacho tuvo la posibilidad de pedir "un museo a la carta" al tratarse de un edificio virgen con una serie de necesidades que sirvieron de guía al reconocido arquitecto. A partir de ahí, se fue dando forma al interior hasta quedar tal y como lo pueden disfrutar los miles de visitantes que lo recorren cada año.
"Este es mi lugar en el mundo", manifiesta la directora del museo. Esta afirmación podría pasar como una mera forma de quedar bien, pero en Mercedes Corbacho es mucho más profunda y no hay más que entrar por sus puertas para entenderla. "Yo siempre he querido arreglar el mundo, sé que es muy difícil de arreglar pero sí pensé que mi micromundo se puede ir arreglando", explica sobre una filosofía que la llevó a dedicarse a la restauración y que resumen a la perfección su manera de vivir.
En toda esta labor, Corbacho está acompañada por su 'jefa', la delegada del Cultura, Raquel Ñeco. La directora del museo, que avisa que no lo hace por peloteo, se deshace en elogios hacia ella: "no se mete nunca en mi trabajo y la última palabra la tiene ella, pero juego con la ventaja de que es artista y tiene una mentalidad abierta y me apoya en las decisiones". Los elogios son recíprocos y Ñeco no se queda atrás: "todos los linenses saben la labor que hace, es una persona comprometida, amante de su trabajo y una gran profesional que cuida cada milímetro". "Cuando nos mezclamos las dos y empezamos a tener ideas, surge ahí un buen manantial", añade la directora.
En busca de artistas "con chispa"
Como parte de lo que entiende como su misión de vida, ella destaca "aportar ese granito de arena a La Línea", incluido el apoyar a los artistas que necesitan mostrar su obra, sean de donde sean. Corbacho no tiene miedo a hacer debutar a quien no ha tenido la oportunidad de exponer. "Yo siempre les digo que no me enseñen el curriculum, que me enseñen la obra, porque mi critero no lo sé explicar, quiero gente con chispa y que se le vea el talento", comenta.
Esta es una de las facetas que más han ayudado a revitalizar el museo, ya que, junto a la permanente de cuadros de Cruz Herrera, se incluyen dos que ya son fijas, como es la muestra entomológica de Pepe Torres y los vestidos de alta costura, acompañando a las obras del pintor linense, junto a otras dos temporales que van desde fotografías del espacio más profundo a dibujos realizados con lápiz de plata, pasando por corazones, acuarelas o figuras de Playmobil. Todos tienen su espacio en la villa Saccone.
El museo, eso sí, es mucho más que ir a ver cuadros. Para hacerlo más ameno y abierto a todos los públicos, desde la delegación de Cultura han apostado por realizar otras actividades. Entre ellas están una amplia oferta didáctica para los más pequeños o visitas guiadas para diferentes edades y, así, dar a conocer a Cruz Herrera a quienes no se atreven a entrar por su propia cuenta.
Con todo este impulso, el Cruz Herrera cerró 2023 con nada menos que 24.000 visitas, una cifra que, a estas alturas del año, está sobradamente sobrepasada. "En los primeros años, el público de la ciudad no volvía, pero hemos conseguido con las exposiciones temporales que vuelvan", apunta Corbacho, muy feliz de estos números. "Hace unos días vinieron en grupo personas de Eslovaquia y Portugal y nos dijeron que se habían quedado maravillados", a la vez que recuerda que la entrada es siempre gratuita.
Todo esto en un año especial por el 150 aniversario de la villa Saccone. A raíz de ello, el Ayuntamiento ha hecho una "apuesta especial" y se han celebrado visitas teatralizadas, la noche en blanco y conciertos. Todo para conmemorar una efeméride muy especial. "Le hemos dado mucha vida", resalta la directora del museo. "Tanto el museo como los jardines deben ser un espacio multidisciplinar en el mundo de la cultura", apunta Ñeco, que destaca el esfuerzo realizado por la delegación para "dar contenido" a los jardines.
Antes de terminar la charla, Mercedes Corbacho regala a Europa Sur una 'primicia' aún por concretar, pero que espera poder anunciar pronto: "mi idea es crear una exposición itinerante de Cruz Herrera y ofrecerla gratis a distintos museos, entre 12 y 15 cuadros, pero de los que conozco la historia y tenemos aquí, y que se llame 'Cuadros con alma' o 'Cuadros con memoria' y que cuente la historia que tiene detrás cada uno. La idea está ahí y tengo el apoyo de mi concejal". Quién sabe si más pronto que tarde Cruz Herrera empuñará la bandera linense por los museos de España y del mundo.
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