Personajes ilustres, famosos y populares (LXXX)

La Línea/La Enciclopedia de La Línea recoge en el tomo III las biografías de 329 personajes linenses o muy vinculados a la ciudad. Están representados casi todos los estamentos y profesionales. Contiene historias de literatos, pintores, docentes, sacerdotes, médicos, cantaores, cantantes, bailaores, compositores, músicos y toreros, además de psicológicos, locutores, deportistas y actores.

Juan Merino (Jugador y entrenador de fútbol)

Nació en La Línea de la Concepción el 24 de agosto de 1970. Es un ex-futbolista que jugó en el Real Betis Balompié y en el Recreativo de Huelva en diversos puestos debido a su versatilidad.

Merino se unió al primer equipo del Real Betis en el año 1990, convirtiéndose en capitán del equipo en los últimos años. De sus doce años de militancia en el club sevillano, ocho fueron en la máxima categoría.

Intervino en 203 partidos de la Primera división, marcando sólo dos goles (no hay que olvidar que jugaba de defensa). En la temporada 1996-97, superó los 300 partidos jugados. En esa temporada contribuyó con 36 partidos, cuando el Betis terminó en cuarto lugar.

En 2002-03, Merino fichó por el Recreativo de Huelva. En su primera temporada, el club fue relegado y ascendió a Primera División en 2006. Después de 23 partidos jugados en 2006-07, se retiró del fútbol, con más de 500 partidos oficiales jugados. Fue internacional con la selección española sub-21 y sub-23, con esta última, en seis ocasiones.

Inmediatamente después de retirarse, Merino se unió al Betis como entrenador asistente. Dirigió el Xerez en Segunda división, al filial del Betis en Segunda B y al primer equipo verdiblando en Segunda y Primera. También estuvo al frente del Córdoba y el Nàstic de Tarragona enSegunda y su último equipo fue el UCAM en Segunda B.

Victorio Molina Pastoriza (Sacerdote y escritor)

Nace en La Línea, aunque a la temprana edad de siete años, acompaña a sus padres a Arcos de la Frontera, donde estos fijan su residencia. Allí recibe su educación primaria y, decidido por el sacerdocio, cursa sus estudios en el Seminario Conciliar de San Bartolomé de Cádiz. Ordenado sacerdote, celebra su primera Misa en Arcos, en la que permanece varios años en el desempeño de su ministerio, trasladándose después a Cádiz.

Conserva Arcos grata memoria de don Victorio, elocuente orador sagrado, escritor, investigador, historiador y hasta poeta. Llevado por su afición a la arqueología, realiza unos hallazgos el 23 de julio de 1890, en la villa romana de El Santiscal. En 1901, publica su obra Arcos de la Frontera y el sello comercial Hispano Arcense.

Fue doctor en Sagrada Teología, profesor mercantil, académico fundador, en 1910, de la Real Academia Hispano Americana, catedrático de francés en la Escuela de Comercio de Cádiz, catedrático de Arqueología del Seminario Conciliar de San Bartolomé de Cádiz, académico de número de la Real de Bellas Artes de Cádiz, académico correspondiente de la Nacional de la Historia, académico de la Real de Buenas Letras de Sevilla, capellán de honor de Su Majestad, Caballero Hospitalario y Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII.

La Corporación Municipal linense, en sesión celebrada el día 19 de julio de 1922, le nombra Hijo Predilecto de esta ciudad “al ilustre y virtuoso sacerdote don Victorio Molina Pastoriza” y acuerda que, como testimonio de admiración, se rotule una calle con su nombre.

Fallece el 4 de julio de 1925, y al tener conocimiento de ello, esta Corporación Municipal, hace constar en acta, su pesar. En julio de 1926, se propone por el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción el imprimir todas las obras de don Victorio.

Manuel Molina de Soto ‘El Cafetera’ (Cantaor)

Nació en La Línea de la Concepción el 1 de diciembre de 1907 y murió el 7 de febrero de 1986. Hijo de Tío Cafetera y de Juana de Soto de los Santos. Estaba casado con Ana Cortés Soto, sobrina de Manuel Torre. Era padre del Angoli. Hermano de Juan Molina de Soto, Metales. De joven se marchó a Cádiz, donde se ganaba la vida cantando.

En el año 1942 participó en un concurso de saetas en la Plaza de las Armas de San Roque junto con Manolito Morringa, Joaquina la de los Cañones y Frasquito, quien les escucho dicen que armó la grande, le sacaron a hombros hasta la calle Málaga, donde su tío, Tío Perico, tenía el café, y allí mismo cantó varias saetas causando un gran alboroto.