La Línea vive un mágico domingo de Reyes adelantado por la lluvia
La cabalgata ilumina la mañana con el desfile de Melchor, Gaspar y Baltasar, mientras los niños los reciben con ilusión en los Jardines Saccone y el Museo Cruz Herrera
Fotos de la cabalgata de Reyes Magos en La Línea bajo un sol resplandeciente

La Línea/Las primeras luces del día en La Línea trajeron consigo algo más que nubes. Este año, el calendario mágico de los Reyes Magos tuvo que adelantarse, obligando a Melchor, Gaspar y Baltasar a salir antes de tiempo para evitar las inclemencias anunciadas para la tarde. Sin embargo, ni la prisa ni las previsiones lograron empañar la ilusión que llenó las calles de la ciudad.
La jornada comenzó temprano, a las 10:00, con la recepción oficial a Sus Majestades en el Museo Cruz Herrera, un enclave convertido en epicentro de la magia navideña. Desde el balcón del edificio, los Reyes saludaron a una multitud de pequeños que los aguardaban con los ojos brillantes y las manos alzadas. Acto seguido, los niños, acompañados de sus familias, pudieron acercarse a la entrada para compartir sus deseos y entregar las últimas cartas llenas de sueños.
El alcalde, Juan Franco, la concejal de Fiestas, Mercedes Atanet, y el inseparable Paje Real estuvieron presentes en este emocionante inicio, que sirvió de preludio para el gran evento del día: la cabalgata.
A las 12:00, el desfile partió desde la rotonda de Asansull, junto al Pabellón Polideportivo Municipal. Carrozas engalanadas, música festiva y una lluvia de caramelos transformaron la Avenida del Ejército y la Avenida de España en un río de alegría, donde niños y mayores compartieron un instante único.
Por la tarde, fieles a su agenda alternativa, Melchor, Gaspar y Baltasar visitarán las iglesias de las distintas barriadas, adaptando su recorrido para resguardarse de la lluvia. En estos recintos cubiertos, los más pequeños encontrarán la magia que no conoce de horarios ni de climas adversos.
La Línea celebra este Día de Reyes con un mensaje claro: la ilusión no entiende de pronósticos. En cada rincón, desde los Jardines Saccone hasta las barriadas más alejadas, los Reyes Magos dejan un destello de esperanza, un eco de alegría que se prolongará en el corazón de los niños mucho después de que el 5 de enero termine.