La Policía Nacional encontró "una escena espeluznante" al llegar a un domicilio de La Línea donde un hombre atacaba a su pareja

Fue un repartidor de comida a domicilio el primero en intentar ayudar a la víctima antes de avisar a los agentes

El agresor, que se encuentra en prisión provisional, no tenía antecedentes ni existía denuncia previa en el sistema Viogén

La Policía Nacional salva la vida de una mujer agredida a manos de su expareja en La Línea

El detenido se atrincheró en la vivienda de la víctima, su expareja, a la cual había retenido y agredido, provocándole lesiones graves.
EFE

04 de septiembre 2024 - 10:28

La Línea/El detenido por agredir a su expareja y atrincherarse en su vivienda en La Línea de la Concepción, que ahora se encuentra en prisión provisional, no tenía antecedentes ni existía denuncia previa en el sistema Viogén. Así lo han detallado este martes en rueda de prensa los agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la dotación que llevó a cabo la actuación.

El detenido llegó a la vivienda con un martillo, aunque no se ha podido determinar, por el momento, si lo empleó para agredirla, si bien la mujer presentaba "lesiones importantes, sobre todo en el rostro, en la nariz". La víctima fue trasladada al hospital para ser atendida de sus heridas y se encuentra "en casa de un amigo suyo", según han explicado los agentes.

Por su parte, el agresor fue puesto a disposición judicial y se decretó su ingreso en prisión provisional.

Fue un repartidor de comida a domicilio la persona que alertó a la Policía Nacional de la agresión que estaba sufriendo la mujer. Lo hizo tras personarse en la vivienda donde tuvieron lugar los hechos, en el número 2 de la calle Matadero, cerca de la playa de Poniente, donde oyó "fuertes gritos y golpes". La mujer víctima de la agresión fue quien le abrió la puerta mientras mantenía una discusión con su pareja y, al comprobar la situación, el propio repartidor intentó sacarla de la vivienda. Sin embargo, su pareja la atrajo hacia el interior de la misma "de manera violenta y cerró de un portazo".

Además de avisar a la Policía Nacional, el repartidor contó a los agentes la escena que acababa de vivir antes de que estos intentasen acceder a la vivienda. Los agentes llamaron a la puerta y solicitaron que les abriesen, pero recibieron una "negativa reiterada", además de oír golpes y gritos, lo que les hizo pensar que, efectivamente, la mujer estaba sufriendo una agresión.

Además, testigos del suceso informaron a los policías de que la chica, con la cara ensangrentada, había salido al balcón pidiendo ayuda.

La Policía solicitó la presencia de los bomberos para abrir la puerta, ya que todas las cerraduras de la misma estaban echadas, y pudieron entonces acceder.

Dentro se encontraron "una escena espeluznante", ya que había restos de sangre que formaban un reguero hasta la habitación donde estaba atrincherado el presunto agresor junto a la víctima.

El hombre había puesto un armario, una mesita de noche y un colchón para atrancar la puerta de la habitación, por lo que era difícil acceder, han explicado los agentes. Finalmente, una parte de la puerta se descolgó y pudieron tirar del brazo de la víctima para sacarla de la habitación, primero, y después llevarla fuera de la vivienda.

Posteriormente conminaron al presunto agresor a que saliera del cuarto, a lo que en un principio se negó, si bien "no nos recibió de forma violenta", han aclarado los policías intervinientes, que finalmente pudieron convencerlo de que saliera y procedieron a su detención.

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