Acerinox cerró 2019 en pérdidas tras un año de caída de la demanda y ajustes
Industria
El resultado final del ejercicio fue de 60 millones de euros en negativo, con un Ebitda de 364 millones un 24% inferior al de 2018
El nuevo horno de cuchara de la factoría de Los Barrios estará operativo este verano
El grupo Acerinox cerró el año pasado con un resultado negativo de 60 millones de euros y un Ebitda de 364 millones, un 24% inferior al de 2018. La incertidumbre derivada de las tensiones comerciales y la consecuente caída de la demanda, la sobrecapacidad instalada en Asia y el incremento de las importaciones en Europa, llevaron a la empresa a efectuar una serie de ajustes que se han reflejado en las cuentas. Pese a ello, ha destacado hoy Acerinox en la presentación de sus resultados, se logró mantener un progresivo incremento del Ebitda a lo largo del año, reducir la deuda y aumentar la retribución al accionista en un 44%. La facturación ha sido de 4.754 millones de euros, la segunda más alta de la última década.
En un contexto de caída generalizada del consumo en la segunda mitad del año (10% en Estados Unidos, 6% en Europa) y con una guerra comercial entre EEUU y China que ha extendido su repercusión por todo el mundo, la producción se vio reducida por segundo año consecutivo y la de acería cayó en un 9% en el conjunto del grupo, quedando en 491.000 toneladas. Todas las fábricas estuvieron funcionando por debajo de su capacidad, aunque la reducción ha sido muy diferente en función de la fortaleza del mercado en el que están insertas: North American Stainless estuvo funcionando al 90% de su capacidad, Acerinox Europa a un 70%, Columbus (Sudáfrica) en un 55% y Bahru (Malasia) en solo un 15%.
Las dificultades de la segunda mitad de 2019 tienen su principal exponente en esos 60 millones de euros en negativo, que recogen los ajustes que el grupo decidió ejecutar el pasado año, entre ellos la reducción de empleo en la factoría de Los Barrios. Sin esos ajustes, el resultado del ejercicio hubiera sido de 176 millones de euros, un 25,6% inferior al del ejercicio precedente.
Europa se vio especialmente afectada por la desaceleración económica, especialmente en los dos principales mercados de acero inoxidable, Alemania e Italia. A pesar de la activación de las medidas de salvaguarda tras la aprobación de aranceles contra el acero importado en Estados Unidos, la presión de las importaciones (suponen un 28% del mercado) se dejó notar en el continente. Y la situación europea repercutió en la fábrica del Campo de Gibraltar, con un plan de prejubilaciones y salidas que ha supuesto un recorte de 215 puestos de trabajo y que ha tenido un impacto de 38 millones en las cuentas de la empresa.
La multinacional, ha explicado el director financiero, Miguel Ferrandis, ha hecho unas proyecciones “muy conservadoras” sobre la recuperación de los precios en los mercados asiático y europeo. Por ello se han ejecutado también deterioros en Bahru Stainless y Columbus Stainless y se han efectuado deterioros de créditos fiscales por importe de 61 millones por las limitaciones de la legislación española.
El pasado año destacará asimismo en la historia de Acerinox por ser el del inicio del proceso de compra de la alemana VDM Metals por parte de la acerera, proceso que está a falta de la autorización de las autoridades de Taiwan tras recibir la aprobación de competencia en EEUU y Europa y que se espera culminar en marzo. La operación permite sumar a una compañía con una producción complementaria a la del acero inoxidable que ahora realiza Acerinox, capaz de fabricar unos espesores muy finos y con unas aleaciones muy altas de níquel y cromo. Se trata de productos específicos para determinadas condiciones y utilidades en vehículos o aviones, industrias o instalaciones eléctricas, por ejemplo.
Aquí estará volcado el grupo en 2020, destaca su presidente, Rafael Miranda. “Estamos deseando empezar a investigar con VDM”, añade el consejero delegado, Bernardo Veláquez. El grupo ha valorado inicialmente en 14 millones de euros anuales las potenciales sinergias con la compañía alemana, aunque de nuevo sería una valoración conservadora. Y en esas sinergias podría jugar un importante papel la fábrica europea del grupo, la de Los Barrios, no solo por las producciones cruzadas que pudiera haber, sino también como suministrador del acero inoxidable para nuevas aplicaciones que pudieran surgir dentro de ese capítulo de investigación e innovación que se prevé abrir.
Con el foco puesto en VDM, la compañía también prevé proseguir su proceso inversor en 2020 con la ejecución de unos 110 millones de euros, buena parte de los cuales serán para las inversiones en marcha en Sudáfrica y España. En el caso de Los Barrios, la compañía está instalando un nuevo horno de cuchara, que supondrá una mayor eficiencia en el proceso productivo y también una mejora en la calidad del acero. Con un coste de 21 millones de euros, se prevé que esté operativo este verano, como también el horno paralelo que se está instalando en Columbus.
Por otra parte, el plan de inversiones medioambientales sigue en marcha, como también las inversiones ligadas a mantenimiento y seguridad. A este respecto, en el último ejercicio el número de accidentes cayó un 17,5%.
Este año, ha explicado Velázquez empieza con la misma incertidumbre en Europa. Las importaciones y los stocks siguen altos y los precios en mínimos históricos, pero “a pesar de todo la actividad está mejorando”. En el caso de Estados Unidos, los stocks se han normalizado, el consumo permanece estable y las importaciones bajas. La mayor incertidumbre se da en Asia, desde donde ahora se suma el factor coronavirus, con un impacto aún por cuantificar. La previsión es que el Ebitda del primer trimestre del año sea similar al del último de 2019.
Mirada optimista en España
La directiva de Acerinox ha expuesto hoy una mirada optimista sobre cómo afectará a su actividad la nueva situación política de España. Así, en cuanto a los precios de la energía, el consejero delegado, Bernardo Velázquez, ha destacado el apoyo de todos los partidos a las reivindicaciones industriales y la tramitación del estatuto de los electrointensivos. El cambio en la legislación laboral no afectaría, señala, a una plantilla estable, antigua y con buenas condiciones como la de Los Barrios. También ha remarcado el acuerdo alcanzado sobre el convenio, que garantiza cuatro años de paz social.
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