Antonio Moreno, un barreño en el paseo de las estrellas de Hollywood
Los Barrios
El actor participó en alrededor de 150 películas, llegando a ser dirigido por John Ford y Alfred Hitchcock
En el paseo de las estrellas de Los Ángeles, antes que Antonio Banderas y que Penélope Cruz, hay una estrella que pertenece a un paisano de Los Barrios, Antonio Garrido Monteagudo-Moreno, de nombre artístico Antonio Moreno (1887-1967).
Moreno era hijo de un militar destinado en Algeciras, por lo que podría haber nacido aquí, aunque su madre vivía en Los Barrios. A los ocho años falleció su padre, quedando su madre y él en una situación económica muy precaria. Antonio trabajó, según comentaba él mismo, en la panadería del señor Cabello, una tahona situada en la calle Nicolás Salmerón, hoy calle Río, en Algeciras, por una peseta a la semana, más tarde trabajó llevando los palos de golf, o cuidando los caballos a los muchos turistas ingleses y americanos que frecuentaban la zona y bajaban a la playa de Campamento a jugar al polo.
Fue precisamente allí, cuando era un adolescente como conoció a Benjamín Curtis, sobrino del rector de la Universidad de Columbia y futuro alcalde de Nueva York, y a Enrique de Cruzat Zanetti, un abogado cubano graduado en Harvard, a los que se atrevió a llevar a su casa para que conocieran a su madre. “Zanetti se ofreció a llevarme a Estados Unidos y darme una educación”, comentó en alguna ocasión.
Antonio Moreno obtuvo el permiso materno y en 1902, cuando solo contaba 15 años, cruzó el Atlántico, se instaló en lo que sería su residencia hasta el final de sus días, Estados Unidos. En Massachusetts aprendió el idioma y comenzó a trabajar en una empresa eléctrica. Quiso el destino que una compañía de teatro requiriera sus servicios para reparar un cuadro de luces, lo que permitió a Antonio pedirle al director un pequeño papel en una obra que estaban representando. Quedaron tan satisfechos que lo invitaron a que formara parte del elenco de actores, dando comienzo así a una carrera teatral que lo llevó a las mejores salas de Broadway, aunque nunca en un papel protagonista, porque su fuerte acento se lo impedía.
Sin embargo, en 1912 con la irrupción del cine mudo, supo rentabilizar su planta de galán, para convertirse en solo tres años en una estrella de este género. Fue el primer actor en la historia del cine en contar con un club de fans, incluso la mujer del trigésimo presidente de los Estados Unidos, John Calvin Coolidge, presumía de haber conocido a Antonio Moreno en sus tiempos de electricista cuando revisaba el contador de la luz de su domicilio.
Hasta 150 películas forman parte de su dilatada carrera, La casa del odio (1918), La tierra de todos (1926), con Greta Garbo, Ello (1927) con Gary Cooper... Llegó a ser dirigido incluso por John Ford en la película mítica Centauros del Desierto y fue director de la primera película sonora en la historia de México. En su última época participó en la película de Alfred Hitchcock Encadenados en 1946. (En inglés fue conocido también como Tony Moreno).
En sus viajes de ida y vuelta, ya como multimillonario, compró una casa a su madre en Los Barrios, que vivió en la calle Alcaría, y según algunos vecinos más viejos se llamaba Ana y era conocida como La Barbuda.
Antonio Moreno acudía regularmente a la zona para pasar con su madre las vacaciones. Murió en febrero de 1967, con 79 años víctima de un ataque de apoplejía y está enterrado en el cementerio Forest Law, memorial Park de Los Ángeles.
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