Masa, principal contrata de Acerinox con 200 trabajadores en ERTE por la huelga, analiza nuevos ajustes

La empresa Masa, principal contrata de Acerinox con 200 trabajadores en ERTE por la huelga que secundan los trabajadores de la acerera, analiza la adopción de nuevos ajustes ante la ausencia soluciones para poner fin a la paralización de la actividad industrial, tras 107 días de protesta.

“La negativa de la mayoría de la plantilla de los trabajadores de Acerinox a la propuesta de mediación del CARL (Centro Andaluz de Relaciones Laborales) para poner fin a la huelga en la fábrica de Palmones provoca la continuidad de un conflicto cuya resolución se prevé difícil e incierta”, expone la dirección de Masa en una carta remitida el pasado lunes a los integrantes del comité de empresa. En ella, invita a los representantes de los trabajadores a asistir este jueves a una reunión para exponerles de primera mano los planes de la firma y escuchar “las inquietudes” de la plantilla ante la crisis abierta.

La situación, “que dibuja un escenario imprevisto”, mantiene la empresa, “aboca a Masa a adoptar medidas absolutamente necesarias para paliar las consecuencias económicas, laborales y mercantiles que, por causa de fuerza mayor, nos estamos viendo obligados a soportar”.

La citada reunión, expone la misiva, tiene por objetivo exponer al comité de primera mano y "con claridad las líneas de actuación futuras y escuchar las inquietudes de la plantilla de Masa" ante la crisis generada.

Masa, dedicada al mantenimiento de edificios, reparaciones, alumbrado, carpintería, fontanería, calderas, informática y otras muchas áreas de servicios a terceros, es una compañía con medio siglo de historia a sus espaldas y cuenta con más de 2.800 trabajadores en toda España. Está implantada en los más importantes polos industriales de España con clientes de primer nivel.

Su caso es el mismo que el del resto de contratas de Acerinox, de la que dependen una miriada de empresas en el Campo de Gibraltar con alrededor de medio millar de trabajadores en su conjunto. Se trata de las víctimas colaterales del conflicto laboral de la acerera, todas ellas incursas en procesos de ERTE.