La caída de la demanda y las cancelaciones de pedidos llevan a Acerinox a un ERTE sin plazos
La empresa abrirá un expediente de regulación de empleo que aplicará en función de los pedidos que haya en cada momento
Calcula que unos 1.400 trabajadores podrían entrar en el ERTE si no mejora la demanda
Cancelaciones de pedidos, aplazamientos y la ausencia de nuevos encargos. Ese es el escenario que ha llevado a Acerinox Europa a plantear un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para su factoría de Los Barrios. Un ERTE sin plazos ni un número concreto de afectados, que se aplicará en función de cómo vaya evolucionando la demanda de acero inoxidable y que podría llegar a afectar a unos 1.400 trabajadores de la fábrica, aparte de la repercusión que la disminución de actividad de la acería tendrá en las empresas auxiliares que trabajan para ella.
La multinacional ha anunciado al comité de empresa su intención de plantear este expediente de regulación tras la constatación de una fuerte caída de la demanda. En la actualidad la fábrica está a un 65/70% de su capacidad de producción. Pero ese ritmo irá decreciendo; según explican fuentes de la empresa, las toneladas contratadas para la segunda quincena de mayo son una cuarta parte de las de un mes normal, algo que no les permitirá mantener la producción a un ritmo suficiente. Y para después de ese periodo ni siquiera existe una perspectiva clara de qué ocurrirá, como no la hay de cómo y cuándo se empezará a recuperar la actividad económica paralizada globalmente por la pandemia del coronavirus. Las dificultades afectan a todas las plantas del grupo.
De ahí que se haya optado por un expediente que permita mantener contratados o enviar al paro temporalmente a los trabajadores en función de la carga de trabajo que efectivamente entre en la fábrica. Habría opciones como disfrutar las vacaciones para evitar consumir tiempo de paro, se estudiaría la situación de los distintos colectivos. Y la factoría siempre necesitaría unos servicios mínimos, incluso estando parada.
En paralelo se está trabajando en el refuerzo de las medidas de seguridad en la actividad productiva para evitar posibles contagios de coronavirus. Así, la empresa plantea emplear al menor número de trabajadores posibles en cada turno, escalonar estos turnos en la medida de lo posible para evitar grandes aglomeraciones de empleados, limitar el uso de las áreas de descanso a una sola persona y mantener el teletrabajo en todas las actividades en las que sea posible.
Desde la empresa se destaca que esta es una medida coyuntural, distinta al expediente de regulación de empleo aplicado en la fábrica a finales del año pasado, por el que fueron prejubilados (en su mayoría) o despedidos 215 trabajadores. La compañía planteó la reducción de plantilla después de que Acerinox cerrase el 2018 en su fábrica de Los Barrios con una caída de producción y márgenes a niveles inesperados. Ahora, una nueva crisis aún más inesperada se traduce en un ERTE en la factoría.
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