Los molinos harineros de La Teja, en Los Barrios

La mayoría de los molinos hidráulicos harineros de Los Barrios fueron construidos entre los siglos XVIII y XIX.

En el municipio la actividad molinera estuvo presente hasta principios de los años 70.

El Molino de La Teja.
El Molino de La Teja.
Andrés Muñoz Muñoz

22 de diciembre 2024 - 01:34

Resultan escasas e imprecisas las citas históricas encontradas sobre los molinos harineros de Los Barrios. En el año 1717 había en el Campo de Gibraltar al menos siete molinos: cinco en el Río de la Miel, uno en Botafuego y uno en Benharás (Juan Ignacio de Vicente Lara, Almoraima número 19). El Catastro del Marqués de Ensenada (1752) fija la existencia de 18 molinos harineros para las poblaciones de San Roque, Algeciras y Los Barrios, sin detallar cuántos correspondían a esta última. Por su parte, Pascual Madoz (1846), en su descripción sobre Los Barrios, cita la existencia de cuatro molinos harineros, sin especificar nada más al respecto.

La arqueóloga María Aguilera Aguilar publicó, en el periódico digital de Los Barrios Noticias de La Villa, un artículo titulado Los molinos hidráulicos harineros de Los Barrios (2022), en el que sí encontramos una relación más exhaustiva de los molinos harineros del municipio.

A modo de resumen, y añadiendo alguna puntualización al respecto, podemos nombrar el Molino de Los Cachones, el Molino de Benharás Alto, el Molino de Benharás Bajo (o La Librera), el Molino del Raudal, el Molino de Enmedio (o del Carmen), el Molino de Arriba (o de La Molinilla), el Molino de Las Navas, el Molino de La Teja, al que debemos sumar el Molino Viejo de La Teja y el Molino de Fuego, ambos en la actualidad desaparecidos.

Esquema de un molino hidráulico harinero de cubo.
Esquema de un molino hidráulico harinero de cubo.

En este artículo se realiza una breve reseña histórica de los dos molinos hidráulicos harineros de La Teja, denominado uno como Molino Viejo de La Teja y el otro como Molino de La Teja (este último también ha sido conocido como Molino de Mendoza, en alusión al nombre de su último propietario y molinero, Manuel Mendoza Moreno, quien lo compró a Juan Pérez Ortiz a finales de los años 30 del siglo XX. Consideración distinta plantea la denominación encontrada en algún plano cartográfico, no sabemos si por error, bajo el nombre de Molino de San Miguel, sin que hasta la fecha las fuentes consultadas hayan aportado información al respecto). 

La Teja es un monte público del Ayuntamiento de Los Barrios que se sitúa en el extremo occidental de la Sierra de Montecoche, en el margen derecho de la autovía A-381, sentido Jerez, pasado el embalse de Charco Redondo. Hasta el año 1932 perteneció a la mancomunidad de montes públicos del Campo de Gibraltar, de la que formaban parte los pueblos de Algeciras, San Roque y Los Barrios (M. Tinoco Balbuena. Almoraima número 1. 1989).

Vista del cubo y vivienda del Molino de La Teja.
Vista del cubo y vivienda del Molino de La Teja.

Estudiada la memoria oral de antiguos vecinos del lugar, obtenemos mucha información sobre el Molino de La Teja, pero, sin embargo, resultan escasas las referencias sobre el Molino Viejo de La Teja, si bien todas ellas coinciden en que este ya estaba en ruinas a finales del siglo XIX. Es interesante el testimonio de José Aguilera Jiménez (vecino de La Teja, nacido en el año 1935), quien dice: “Seño Dolores, que era una mujer muy mayor, podía tener sobre 90 años, me decía a mí, cuando yo era un niño, que ni ella ni su padre habían conocido funcionando el Molino Viejo de La Teja, ¡y su padre era tan mayor que incluso llegó a conocer a los frailes en el Convento del Cuervo!”. De esta manera podemos determinar que en torno al año 1840 este molino ya no estaba en funcionamiento.

Hasta el momento, de las fuentes documentales consultadas, la mención más antigua a alguno de estos molinos la encontramos en la relación de inhumaciones del antiguo Monasterio del Cuervo, cercano al lugar (Rosario Fresnadillo, 2006). En la misma se referencia el fallecimiento de dos personas, en los años 1828 y 1843, en el sitio de El Molino de La Teja. Estas citas resultan interesantes tanto por su información temporal como por su denominación, que hace referencia a un solo molino. Y es que si estudiamos la denominación histórica de los dos molinos de La Teja esta parece indicar que el nombre de Molino Viejo de La Teja ha venido identificando en el tiempo al que ya estaba inactivo o abandonado, mientras que el nombre de Molino de La Teja lo ha venido siendo del molino en activo. Por tanto, si ponemos en correlación lo ahora argumentado con las conclusiones extraídas de la memoria oral, muy probablemente en el año 1828 el Molino de La Teja ya fuera el único en funcionamiento.

Tolva y piedra volandera.
Tolva y piedra volandera.

Respecto del Molino Viejo de La Teja sabemos que estaba a escasos metros de la vía pecuaria del Cordel del Moral a Alcalá, en las inmediaciones del antiguo ventorrillo del Pino, y que sus restos ruinosos fueron visibles hasta los primeros años del siglo XXI, cuando quedaron soterrados con la construcción de la autovía A-381. Respecto a su funcionamiento este utilizaba sistema de alberca o represa, y sus aguas eran obtenidas y reconducidas por acequia desde el cercano manantial del Chorro de La Teja y del arroyo del Toyo.

Del Molino de La Teja tenemos que decir que aún perdura en el lugar en aceptable estado de conservación y se ubica también a escasos metros del Cordel del Moral a Alcalá, si bien lo hace unos 500 metros más abajo del anterior. Al igual que el molino viejo, funcionaba mediante sistema de represa o alberca, y se servía de las mismas aguas, aunque este también aprovechaba las aguas reconducidas de los manantiales del Chorro del Granado y de las Alberquillas. Este molino podía moler durante cinco o seis horas continuas, que era el tiempo que tardaba en agotarse el agua de la alberca. En el invierno molía dos veces al día, mientras que en el verano, por escasez de agua, lo hacía una vez. El agua sobrante del molino era reconducida y utilizada para el riego de las huertas cercanas. 

“El Molino de la Teja tiene una pena consigo, en el verano por agua y en el invierno por trigo” — Coplilla popular por José Lozano Pino

También sabemos que este molino abastecía de harina a los habitantes de los asentamientos más cercanos de La Polvorilla, Las Navas, El Castaño, La Teja, Murta, Las Lagunillas, El Rincón, Las Presillas, Valdespera, Guanazul, Cucarrete y Las Algámitas. No obstante, las limitaciones de molienda por escasez de agua, en verano o sequía, obligaba a muchos de estos vecinos a desplazarse a otros molinos más lejanos, como el Cuervo o Raudal. El Molino de La Teja dejó de funcionar en el año 1970.

Vista de la alberca del Molino de La Teja.
Vista de la alberca del Molino de La Teja. / Juan Cristóbal Ruiz

En la actualidad, un documento inédito sobre el expediente de pleito celebrado ante el Corregidor de la Ciudad de San Roque, entre Manuel de Solís y Francisco Medrano, ha permitido esclarecer el origen de ambos molinos (archivo municipal de San Roque. Caja 66-72/67-8).

Transcurría el año 1782 cuando Manuel de Solís y Gorraez, vecino de la Isla de León, señor de Las Navas de Gibraltar y Caballero de la Orden Militar de Santiago y de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, solicitó autorización al Ayuntamiento de Los Barrios para construir, a su costa y fuera de sus tierras, un molino harinero en el sitio que describe como: “el Baldío de Rodeo Viejo, La Teja, término de la misma población, inmediato al de Las Navas”. Esta petición fue rechazada por el ayuntamiento bajo el argumento de que el señor Solís no era vecino de este pueblo, así como por tener este en su dehesa sitio más apropiado para la construcción de dicho molino.

Manuel de Solís heredó el Señorío de Las Navas, de 4.500 fanegas de tierra, de su antepasado, Francisco Solís y Truxillo, a quien le fue concedido a mediados del siglo XVII. En estas tierras el señor poseía plenitud de poderes sobre las personas que las habitaban. Los señoríos existieron hasta las Cortes de Cádiz (1812), cuando quedaron abolidos (M. Correro García. Almoraima número 17 y Benarax número 10).

En el lugar donde el señor Solís pretendía construir el citado molino tenía su asiento de colmenas y casa un lugareño campesino, llamado Francisco Medrano Montañés. Este campesino solicitó poco tiempo después (probablemente una vez supo de la desestimación) licencia para construir un molino harinero en el mismo sitio al pretendido por Solís. En esta ocasión el consistorio barreño sí concedió tal licencia por ser el señor Medrano vecino de Los Barrios.

Rodezno.
Rodezno.

Una vez el señor Medrano tenía iniciada la construcción del molino, el señor Solís, descontento con la situación, plantea recurso ante el corregidor del reino en la Ciudad de San Roque, instando también a la suspensión de las obras, las cuales fueron paralizadas temporalmente. El señor Solís fundamentaba sus alegaciones en: “Que en aquel intermedio de su pretensión, Francisco Medrano, natural de la sierra, habiendo obtenido del ayuntamiento de Los Barrios, no obstante constarle no ser vecino de aquella población, la licencia que a él se había denegado para construir dicho molino y tenía principiada la obra con perjuicio suyo, por gozar de la cualidad de vecino y haber pretendido con anticipación la licencia, y pidió mandásemos al corregidor de San Roque recogiese de Medrano la expresada licencia, sin permitirle continuar la construcción de su molino hasta que en vista del informe y diligencia acordada por nuestro Consejo se resolviese lo conveniente ”.

A requerimiento del Real Consejo de Castilla quedaron paralizadas las obras y fueron remitidas, por el correjidor de San Roque, diligencias en la que se decía: “que habiendo pasado en persona [...], acompañado del escribano de la comisión y peritos nombrados, al reconocimiento del explicado sitio de Rodeo Viejo, encontró estarse fabricando en él por dicho Medrano, y a sus expensas, un molino harinero que debía moler de represa con las aguas de la garganta o arroyo de La Teja, cuya obra se hallaba muy adelantada, y de la inspección ocular, y demás, [...] aparecía que la expresada fábrica, distante de la dehesa y jurisdicción de La Navas medio cuarto de legua escaso, no perjudicaba en común ni en particular a persona alguna. Ante sí era sumamente útil y beneficiosa tanto a los moradores residentes en la citada dehesa, como a los demás vecinos ganaderos de los pueblos de aquella circunferencia que mantienen allí sus hatos por la comodidad que les proporciona de surtirse de harina para el abasto de sus sirvientes, concluido que fuese dicho molino, sin tener que acudir a otros de más larga distancia de que había escasez en aquel territorio. Así mismo, se había reconocido que a corto trecho y por la parte de abajo del que estaba construyendo el referido Medrano se podría obrar otro igual, sin perjuicio de aquel, con las mismas o mayores ventajas que molía con el sobrante de las aguas del repetido arroyo de la Teja [...]”.

Plano del Molino Viejo y del Molino de La Teja.
Plano del Molino Viejo y del Molino de La Teja.

En febrero de 1784, mediante auto del Real Supremo Consejo de Castilla, se dictaminó que: “no ha lugar a la licencia pedida por Don Manuel Solís para la construcción de un molino harinero en el sitio que expresa llamado de La Teja, dentro de los límites del Hueco del Rincón, junto a la Angostura del Cabrero del Valdío de Rodeo Viejo, término de la población de Los Barrios. Le aprueba en la forma ordinaria la preconcebida a Francisco Medrano por dicha ciudad y la referida población, para la construcción de un molino en el mismo sitio, [...] así de que se continúe dicha obra hasta su conclusión. [...] Que se entienda sin perjuicio de poder conferido a Manuel de Solís, y cualquiera otro, fabricar molino harinero en el otro sitio que expresan los peritos y el alcalde mayor de la ciudad de San Roque, o en otro cualquiera, con tal que sea de la parte de abajo del señalado a Francisco Medrano. [...] A cuyo fin se le de a Don Manuel de Solís despacho separado si lo necesitare o quisiere y se ejecute [...]”.

A la vista de lo anterior, en fecha de 26 de febrero de 1784, fue ratificada mediante Real Provisión del Rey Carlos III la licencia concedida por el Ayuntamiento de Los Barrios en favor del señor Medrano, procediendo este a solicitar, ante el corregidor, la reanudación de las obras de su molino, a lo que manifestó: “[...] que habiéndose por mí en la seguridad de la dicha licencia he hecho acopio de materiales para la dicha fábrica y como es tan costoso para un pobre hice crecidos gastos y principiando la obra la puse hasta en vigas, con el cubo y bóvedas, de suerte que con los materiales prevenidos dentro de poco tiempo se podía concluir[...]. El dicho Manuel de Solís contradiciendo la dicha licencia y pidiendo la suspensión de la obra que consiguió, sin embargo del estado tan adelantado en que se hallaba, y sin reparar en el grande daño se me hacía en la pérdida del conjunto de materiales que con mi sangre y sudor había costeado [...]. A vuestra señoría suplico [...] se mande primero y ante todas las cosas levantar la dicha suspensión y que yo pueda seguir sin embarazo la dicha obra aprovechando los materiales que han quedado [...].

Licencia a favor de Francisco Medrano.
Licencia a favor de Francisco Medrano.

El 13 de octubre de 1784, previa aceptación del señor Solís, le fue concedida a este, mediante Real Provisión del Rey Carlos III, licencia para fabricar un molino harinero y descansadero en el sitio de La Teja, en los límites del hueco del Rincón, junto a la angostura del cabrero del Baldío de Rodeo Viejo, término de Los Barrios. Dichas obras debían quedar por la parte de abajo del molino que ya tenía construido el Sr Medrano, y debiendo tomar el molino nuevo el agua de la sobrante del molino de arriba. El terreno deslindado para la construcción del nuevo molino comprendía dos fanegas y cuartilla de tierra, de 500 estadales cada una, debiendo el señor Solís pagar por ello un canon anual a favor del caudal de propios, en reconocimiento del directo dominio del terreno, de 11 reales y 3 maravedís de vellón. 

Licencia a favor de Manuel de Solís.
Licencia a favor de Manuel de Solís.

Es anecdótico saber que el controvertido nacimiento de ambos molinos ha sido, casi dos siglos y medio después, la causa que ha permitido esclarecer su origen, siendo que estos fueron construidos prácticamente a la vez, y que los molinos de los señores Medrano y Solís corresponden en la actualidad con los denominados como Molino Viejo de La Teja y Molino de La Teja, respectivamente. 

A pesar de todos los esfuerzos del señor Medrano para seguir adelante con la construcción de su molino y de los derechos que le fueron reconocidos por el Real Supremo Consejo de Castilla, ¿qué pudo ocurrir para que a principios del siglo XIX el Molino Viejo de La Teja ya no estuviera en funcionamiento? En mi opinión, la respuesta la encontramos en el relieve del terreno donde el señor Medrano construyó su molino, de fuerte desnivel y abundante agua, y que siempre ha sido conocido por la memoria oral como una zona con frecuentes deslizamientos del terreno. Ese motivo pudo ser la causa de la corta vida del Molino Viejo de La Teja.

Agradecimientos:

A todas aquellas personas que, con sus datos e historias, han permitido documentar un capítulo de nuestra historia. Gracias también a Adriana Pérez Paredes, archivera del archivo municipal de San Roque, por su profesionalidad y buen hacer, y a mi padre, por su ayuda e implicación.

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