Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Los Barrios/Una patrulla del 092 de la Policía Local de Los Barrios ha localizado y aprehendido cinco botellas de óxido nitroso, conocido como gas de la risa, en la zona de Benharás.
Los agentes fueron requeridos por el puesto principal de la Guardia Civil para que acudieran a los alrededores de la finca de La Motilla, una vez informados de la presencia de unos jóvenes que estaban causando molestias por ruido y alteraciones del orden en el lugar.
A su llegada, los policías vieron dos vehículos estacionados, con la música a un elevado volumen, y dos hombres y una mujer, que se encontraban inhalando gas óxido nitroso frente a la finca, provocando gran alboroto.
La patrulla procedió a la incautación de cinco botellas de óxido nitroso, más conocido como gas de la risa, con un peso total de cuatro kilos que los individuos tenían consigo. Junto a las botellas, los agentes se incautaron también de las boquillas y globos que los dos hombres y la mujer estaban utilizando para el consumo no autorizado de esta sustancia, que supone un riesgo para la salud pública y para la seguridad vial cuando se conduce bajo sus efectos embriagantes.
El óxido nitroso (N2O) es un gas con propiedades anestésicas, analgésicas y disociativas, incoloro, casi inodoro y con un ligero sabor dulce. Es comburente y más pesado que el aire. Además, se trata de un producto de alta disponibilidad y bajo precio. Existe una percepción social de seguridad en su consumo, aunque se ha convertido en una droga de moda en Europa, barata y popular entre los jóvenes, a pesar de que su consumo puede producir graves secuelas.
Este gas de la risa o gas hilarante se presenta en formato líquido o en estado gaseoso comprimido. Otros términos que se utilizan para referirse al mismo, debido a su formato de presentación, es el de wippet (cartucho metálico cilíndrico) o globo.
Se vende como fármaco bajo estricto control médico. Es a la vez de las pocas drogas de abuso que se encuentran en estado gaseoso, y al inhalarse se expande en los pulmones de manera que llega al cerebro a través de las vías respiratorias, actuando como depresor del sistema nervioso central, provocando un estado eufórico y alucinaciones. Su consumo se realiza mediante la inhalación del gas contenido en globos, que funcionan como reservorio de las dosis, que se venden en torno a los 10 euros cada una.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) estima que su uso no médico representa riesgos para la salud, causando daños en el sistema nervioso central y en los pulmones. Además, puede llevar a graves problemas de salud, e incluso la muerte.
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