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ALGECIRAS/Una camiseta de fútbol o un bolso de marca falsificados tienen muchas más implicaciones que la mera condición de ser productos ilegítimos para sus marcas. Tras las imitaciones y falsificaciones de bienes de todo tipo -ropa y complementos de moda, cosméticos y perfumería, electrónica o juguetes- se esconde un entramado económico ilegal que mueve más de 460.000 millones de euros al año, equivalentes al 3,3% del comercio mundial.
El tráfico marítimo de mercancías a través de contenedores, por el que se canaliza el 80% del comercio internacional, se ha consolidado en los últimos años como el método predilecto de las redes dedicadas a esta actividad para exportar sus productos desde Asia (principalmente desde China) a Europa, según un reciente estudio de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Según el estudio Uso indebido del transporte marítimo en contenedores en el comercio mundial de productos falsificados, el transporte marítimo sigue siendo un importante medio de envío de productos pirateados a los que las autoridades aduaneras tratan de poner coto con las preceptivas inspecciones. Las mercancías ilícitas proceden principalmente de China, Hong Kong, Singapur, Emiratos Árabes y Turquía, con China con el 79% del valor de los productos pirata localizados por las autoridades. Aunque el trabajo concluye que las incautaciones de falsificaciones enviadas en contenedores suponen aún una proporción “relativamente baja” sobre número total de decomisos. Algo que la EUIPO achaca a que apenas el 2% de los cajones son sometidos a inspecciones físicas, las más eficaces para detectar la mercancía falsificada. Sin embargo, estos productos representan el 56% del valor total de las falsificaciones intervenidas por las autoridades.
El Puerto de Algeciras no es ajeno a este fenómeno. Los agentes de la Dependencia de Aduanas e Impuestos Especiales de Algeciras decomisaron a lo largo del pasado año 230.000 artículos valorados en 10,3 millones de euros, agrupados en 70 expedientes. Es un dato provisional, pendiente de depuraciones. De este volumen de mercancía, la mayoría eran productos textiles y de electrónica si se atiende al valor de la mercancía intervenida, según datos facilitados a Europa Sur.
Algeciras está enclavado en un punto de desviación cero de las grandes rutas comerciales marítimas y goza de una excelente conectividad, si bien su marcado carácter como puerto de transbordo reduce sensiblemente los intentos de las mafias del comercio ilegítimo por introducir productos copiados o falsificados por los muelles del lado europeo del Estrecho de Gibraltar, según valoran a este periódico fuentes de Aduanas.
Ahora bien, las fuentes de Aduanas consultadas discrepan con el porcentaje de inspecciones a los que se someten los cajones que llegan a diario a través de las grandes rutas marítimas. “La UE no permite a los estados miembros informar sobre las ratios de control físico, pero en España estamos claramente por encima de ese 2% que se menciona en términos generales. Por otra parte, el control físico se conjuga con una barrera previa, que es el control por el sistema de riesgos que tiene establecido la Agencia Tributaria y que permite intervenir una mercancía a partir de la información previa de la que dispone la Agencia y la activación de estos filtros, antes o en lugar de la eventual apertura física de un contenedor”, explican.
Aunque por supuesto que existen intentos, en Algeciras lo son en mucha menor proporción que en los cuatro grandes muelles de entrada de mercancías fraudulentas en Europa. Algo más del 50% de todos los contenedores transportados desde los cinco principales países de procedencia de falsificaciones entró en 2016 a través de cuatro puertos del norte de Europa: Róterdam (Holanda), Hamburgo (Alemania), Felixstowe (Reino Unido) y Amberes (Bélgica). En ese mismo año de 2016, los productos falsificados supusieron el 6,8 % de las importaciones de mercancías procedentes de terceros países en la Unión Europea, con un valor de 121.000 millones de euros.
Durante 2020, los funcionarios de Aduanas intervinieron un total de 230.000 artículos valorados en 10,3 millones de euros en 70 intervenciones. Son más piezas que el año anterior pero con menor valor.
A lo largo del pasado año, se ha producido un descenso de las actuaciones que desde Aduanas se vincula a la reducción del tráfico internacional y de la llegada de viajeros por la pandemia. El número de productos y su valor siempre es fluctuante, dado que en un contenedor puede llegar una partida de muchos productos de escaso valor, lo que eleva la cifra de número de productos, o de pocos productos valiosos, que incrementa las cifras globales de valor.
Así, en 2019 fueron 191 expedientes (intervenciones) y otras 144 en 2018, con unos valores de artículos intervenidos de 27,1 millones de euros y de 7,9 millones, respectivamente.
La mayoría de los expedientes incoados el pasado año fueron por artículos de textil falsificado, con algo más de la mitad de las intervenciones (el 56,16%), porcentajes que fueron superiores en 2018 (78%) y 2019 (85,3%). Esta diversificación de las aprehensiones durante el pasado año se debió a un fuerte incremento de las intervenciones de productos de electrónica, que coparon algo más de un cuarto del total de los atestados (27,4%).
Por unidades de mercancía, la mayoría de productos se enmarcaron en la categoría de sanitarios e higiene, seguidos por la electrónica y el textil, aunque la mayor valoración (por precio estimado de mercado) fueron para los textiles, con el 42% de los 10,3 millones de euros.
La Unidad de Análisis de Riesgo de Algeciras está integrada en la actualidad por nueve funcionarios de la Agencia Tributaria y diez miembros de la Guardia Civil (siete en el recinto de Algeciras y tres en Tarifa).
Para el control de este tipo de fraude, muchas actuaciones reciben el impulso, apoyo o incluso directamente vienen determinadas por actuaciones que se realizan desde los Servicios Centrales de Aduanas de la Agencia Tributaria tanto por sus unidades operativas, como por la activación de los filtros de riesgos. Con este factor, defienden desde Aduanas, “el número de funcionarios en Algeciras no es determinante del nivel de control efectivo que se realiza, ya que intervienen funcionarios y herramientas informáticas a nivel nacional”.
La Agencia Tributaria cuenta en Algeciras con diversos escáneres de paquetería, así como un escáner móvil y otro escáner fijo de contenedores que están disponibles para la totalidad de actuaciones de lucha contra el comercio ilícito en la Unión Europea, lo que también incluye el comercio de sustancias prohibidas o especies exóticas.
Aduanas también persigue el comercio de productos legítimos en territorios no previstos y que pueden afectar a la vulneración de cláusulas de limitación territorial. Por ejemplo, lotes que se adquieren para su venta en África y Asia (por precio) y, posteriormente y sin consentimiento del fabricante, se intentan importar y comercializar en la Unión Europea para ampliar la rentabilidad del lote. Es algo relativamente común en los productos de higiene: cepillos de dientes, jabón líquido, pastillas de jabón, dentífricos o preservativos.
El informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) plantea una serie de actuaciones para hacer frente al creciente negocio ilegítimo de las falsificaciones. El documento cita la necesidad de otorgar a las falsificaciones una alta prioridad por parte de los funcionarios de Aduanas tanto en los puertos como en otras vías de entrada de mercancías (postal).
La EUIPO remacha que se les debe dotar de unas técnicas y herramientas de registro e inspección más adecuadas. El aumento del volumen del comercio mundial y la creciente capacidad de los buques de mayor tamaño representa una carga adicional para las aduanas. “El escaneo de contenedores con equipos de rayos X o rayos gamma puede servir para detectar, de manera eficaz, otros tipos de comercio ilícito, como estupefacientes, armas o el tráfico de especies silvestres. Sin embargo, no permite detectar productos falsificados, para los que únicamente es eficaz la inspección física”, apostilla el texto, que insiste en cifrar en apenas un 2% las inspecciones físicas de contenedores a escala mundial.
“Necesitamos aunar esfuerzos para combatir todo tipo de falsificaciones y en todas las rutas, ya sea en contenedores por vía marítima o en pequeños paquetes postales. Las falsificaciones perjudican al comercio legítimo, son a menudo peligrosas y deben volver a convertirse en una de las prioridades en la lucha contra la delincuencia internacional”, comenta Christian Archambeau, director ejecutivo de la EUIPO.
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