España despliega un dron en el Estrecho para controlar las emisiones de los buques
Medio Ambiente
La Dirección General de la Marina Mercante y la Agencia Europea de Seguridad Marítima colaboran en una misión temporal de la aeronave, dotada con la última tecnología para la toma de muestras
El Ejército, la Armada, la Capitanía Marítima o Sasemar, involucradas en el proyecto
Un centinela en el cielo del Estrecho de Gibraltar para combatir la contaminación del aire. La Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA, por sus siglas en inglés) y la Dirección General de la Marina Mercante mantienen desplegado durante varias semanas un dron de alta tecnología para monitorizar las emisiones de los buques en la zona.
El vehículo aéreo no tripulado tiene como misión principal detectar posibles emisiones por encima de los límites marcados en el anexo VI del convenio internacional sobre la polución marítima (Marpol), relativo a la prevención de la contaminación atmosférica. Principalmente, las de óxidos de azufre que serían reveladoras de fallos mecánicos o del uso de combustibles por encima de los límites.
El equipo, de 1,7 metros de envergadura y propulsado por combustible de aviación, está dotado con una serie de cámaras y sensores de última tecnología diseñados por la compañía austríaca Schiebel. Cuando emprende el vuelo, rastrea las aguas territoriales españolas y se coloca sobre la pluma emitida por los buques (la columna de humo que emerge de las chimeneas) para tomar muestras.
El dron tiene varias características que lo hacen ideal para este servicio, incluida la capacidad de despegar y aterrizar desde un área menor de 25 metros cuadrados, una duración de vuelo de más de seis horas, una autonomía de más de 100 kilómetros y un rango de altura de hasta 5.500 metros. El servicio de la EMSA con este tipo de aeronaves se denomina RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems Services).
El servicio RPAS Data Center (DC) proporciona a los usuarios el acceso al vídeo y los datos archivados o recopilados en tiempo real. La información se entrega y se combina con otros sistemas marítimos de la EMSA a través de una interfaz web.
Para ciertos tipos de operaciones, como las que buscan recopilar pruebas de actividades ilegales o las que requieren una reacción de los drones a medida que la situación evoluciona en el mar, los usuarios pueden controlar en tiempo real las acciones de equipos en cooperación con el piloto y el operador de los sensores durante el vuelo.
El despliegue de esta aeronave en el área del Estrecho ha sido posible a requerimiento de España a la EMSA y gracias a un acuerdo de colaboración en el que se han implicado la Capitanía Marítima de Algeciras (cuyo ámbito de actuación abarca desde Zahara de los Atunes a Punta Chullera), Salvamento Marítimo, la Agencia Española de Seguridad Áerea, el Ejército de Tierra, la Armada o la Guardia Civil. De hecho, tiene su base temporal de operaciones en territorios de ámbito militar.
Primera infracción
El dron lleva operativo en el área del Estrecho, una de las zonas marítimas más transitadas de todo el mundo, unas dos semanas. El pasado martes 20 de julio, la aeronave "cazó" a su primer infractor, el portacontenedores MSC Tamara.
Fuentes de la Capitanía Marítima de Algeciras precisan que el MSC Tamara navegaba por la zona Sur de Punta Camarinal (Tarifa) en una navegación desde el puerto italiano de Giogia Tauro hacia Halifax (Canadá). Los sensores captaron un contenido en azufre superior al permitido (0,5% de concentración en masa) en la posición 35º56,9'N-006º11,5'W.
La Capitanía Marítima de Algeciras ordenó el envío de un aviso al buque a través de Tarifa Tráfico (Sasemar) y también comisionar al puerto de Halifax para una posible inspección una vez atracado en el destino. A su vez, el buque pasará a engrosar un listado de control de la EMSA.
Las causas del exceso de concentración de azufre, a expensas de la inspección del buque, pueden deberse a varias causas. Desde un fallo mecánico al uso de combustible con especificaciones por encima de la norma. O también a fallos en el sistema de depuración (torre de lavado) de gases del denominado como scrubber.
Desde 1 de enero de 2020, el límite mundial del contenido de azufre del combustible de los buques se redujo al 0,50% (del 3,50% anterior). Conocido como OMI 2020, este límite es obligatorio para todos los buques que operen fuera de ciertas zonas de control de emisiones designadas, donde el límite es del 0,10% y que incluye áreas de alto valor ambiental o las aguas interiores de los puertos.
Los servicios del sistema de aeronaves pilotadas a distancia se ofrecen gratuitamente a todos los estados miembros de la UE por parte de la EMSA. Se han desarrollado para ayudar en las operaciones de vigilancia marítima y el control de las emisiones de los barcos, y pueden operar en todos los mares que rodean la Unión Europea.
Los drones pueden también brindar apoyo a las funciones tradicionales de guardacostas, incluida la búsqueda y rescate y la prevención y respuesta a la contaminación, según explica la EMSA en su página web. Los servicios se ofrecen a los estados miembros de forma individual y como parte de una estrategia de la entidad. Igualmente, sus sistemas pueden ser empleados para gestión del tráfico marítimo, prevención de la pesca ilegal, vigilancia aduanera, piratería o control de episodios de contaminación marítima.
En España, estos aparatos han sido desplegados recientemente en las costas de Galicia mientras que otros estados de la UE como Francia, Bélgica, Rumanía o Lituania los tienen igualmente en operaciones.
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