El fondeadero frente a Sotogrande evitará la emisión de 1 millón de toneladas de CO2 al año
Marítimas
Aesba, Comport y la CEC defienden la mejora para la seguridad marítima que aportaría la zona de espera marítima en una de las áreas más transitadas del mundo
Los empresarios subrayan que el control de la Capitanía Marítima impedirá que los buques efectúen usos contrarios a la regulación del espacio marítimo
Gibraltar coloniza las aguas en litigio con dos fondeaderos
Un fondeadero necesario para el Puerto de Algeciras
El Gobierno defiende el futuro fondeadero frente a Sotogrande por motivos de seguridad
Una sensible mejora para la seguridad en una de las áreas marítimas más transitadas del mundo y un ahorro de hasta 1 millón de toneladas de CO2 emitidas al año. Son los dos principales argumentos que esgrimen los empresarios del Puerto de Algeciras para apoyar el proyecto de un fondeadero frente a las costas de Sotogrande (San Roque) y Manilva (Málaga).
La comisión de Logística de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), que titula Manuel Piedra; la Asociación de Empresarios de Servicios de la Bahía de Algeciras (Aesba), presidida por José Antonio Fernández, y la Comunidad Portuaria Comport, encabezada por José Manuel Tejedor, respaldan y demandan que cristalice la iniciativa del Ministerio de Transportes por sus beneficios para el medio ambiente y la disminución del riesgo de accidentes.
Las tres entidades, que representan a más de 300 empresas portuarias, han calculado basándose en parámetros de la Organización Marítima Mundial (OMI) sobre el número de buques que transitan por la zona, la distancia media recorrida durante los tiempos de espera, velocidad y carga, que la creación del fondeadero exterior permitiría evitar la emisión a la atmósfera de 1 millón de toneladas de dióxido de carbono al año; o lo que es lo mismo, el equivalente a las emisiones anuales de medio millón de coches.
La Dirección General de la Marina Mercante plantea la habilitación de dos zonas de detención y fondeo en aguas exteriores a la Bahía de Algeciras para hacer frente a la saturación de las actuales zonas cercanas a las instalaciones portuarias y evitar que los buques en espera de atraque u operaciones naveguen a baja velocidad (drifting) por el Mar de Alborán por el alto riesgo de accidente que comporta esta práctica.
Una iniciativa que, frente a la oposición de los Ayuntamientos de San Roque y La Línea o los colectivos ecologistas, los empresarios del ecosistema portuario defienden como una necesidad cada vez más acuciante. El proyecto acaba de cerrar el plazo de presentación de alegaciones y, tras su resolución, deberá emitirse una nueva resolución con la regulación aplicable al espacio marítimo.
Riesgo de abordaje
"Con el paso de los años, el fondeadero exterior a la Bahía de Algeciras es cada vez más necesario por seguridad y medio ambiente. Ya no solo por el ahorro en toneladas de CO2 que hemos calculado. Cuando un buque llega al Puerto de Algeciras no tiene sitio automáticamente para atracar e incluso para fondear en la Bahía. Los buques esperan horas, a veces días. Si eso ocurre, comienzan a navegar muy lentamente, a una velocidad de entre 1,5 y 2 nudos por el Mar de Alborán para hacer tiempo. El riesgo de accidente por abordaje (colisión) es evidente en una zona que es atravesada cada año por 110.000 buques", justifica Manuel Piedra.
En la zona convergen el tráfico marítimo con destino a Algeciras, pero también el que busca operar en Gibraltar, Ceuta y Tánger-Med, por lo que la densidad de tráfico es constante. "Hablamos de buques que pueden cargar con 100.000 toneladas de productos petrolíferos navegando a una velocidad a la que el timón apenas responde. Con un fondeadero regulado como zona de espera, ese riesgo se acabaría de inmediato", resume Piedra para trasladar la necesidad de contar con esta zona de espera.
Actualmente, el Puerto de Algeciras dispone de cuatro zonas de fondeo en las aguas interiores de la Bahía que suman 1.332 hectáreas y tienen una capacidad máxima de 33 buques; algo que se antoja insuficiente para un puerto que en 2023 atendió 10.063 escalas entre buques portacontenedores, tanques y de otras tipologías al margen de los ferris de pasajeros. Además, el cada vez mayor tamaño de los buques limita la capacidad de los fondeaderos porque cada navío requiere de un perímetro de seguridad calculado en función de la eslora. "Los argumentos de que están infrautilizados aportados por los ayuntamientos que han alegado no son ciertos. Cada punto de un buque en el radar no es un punto, puede ser un buque de 400 metros que requiere de un gran perímetro de seguridad", enfatiza José María Tejedor.
En estos espacios en la Bahía, el tiempo máximo de estancia está regulado. "Buscamos dar los servicios al buque en la Bahía lo más rápido posible por competitividad, para favorecer la rotación. Así, la zona exterior está pensada y planteada únicamente como área de espera para luego acceder al puerto o a los fondeaderos interiores para recibir servicios. No es un capricho, es una necesidad", resalta el presidente de Aesba.
Marina Mercante propone que las nuevas áreas de fondeo, reguladas por la Capitanía Marítima de Algeciras, puedan ser utilizadas entre el 16 de septiembre y el 15 de junio, evitando así la temporada turística que supone uno de los principales argumentos en contra desde San Roque. La distancia mínima a la costa sería de aproximadamente 2 kilómetros.
"Es un recinto invisible. Cuando no esté en uso, durante el verano y en temporada turística, desde la costa no habrá ningún impacto visual. Y durante el resto del año existirá una ordenación para evitar la acumulación de barcos haciendo drifting precisamente frente a esas costas, consumiendo combustible y generando emisiones contaminantes y de dióxido de carbono", arguyen los empresarios portuarios.
Durante la temporada de operaciones, la navegación, detención o fondeo de buques y embarcaciones de recreo estaría prohibida en la zona. Y también estarían vetadas las operaciones sobre los buques como cambios de tripulación, avituallamiento o reparaciones.
Las tres entidades igualmente rechazan las críticas por parte del Ayuntamiento de La Línea al posible impacto ambiental sobre los fondos marinos. "Los fondeos se plantean sobre zonas cuyo lecho marino es de barro, precisamente para que el ancla agarre", matizan. Y también los argumentos empleados por el Ayuntamiento de San Roque de que, pese a la prohibición expresa, se acabarían efectuando operaciones no permitidas sobre los buques. "Antes llega un yate de Sotogrande a los buques que una lancha de servicios de la Bahía", ironiza José Manuel Tejedor.
Los empresarios apostillan que el fondeadero estará monitorizado en todo momento por la torre de control de la Capitanía Marítima y que las lanchas de servicios con base en la Bahía deben pedir permiso para salir a las aguas exteriores justificando el motivo y el destino, por lo que cualquier operación no amparada por la regulación del fondeadero quedaría registrada.
No obstante, las tres entidades han solicitado sendas reuniones con los ayuntamientos de San Roque y La Línea para exponer sus argumentos y aclarar posibles dudas sobre el sistema de funcionamiento de las áreas marítimas de espera.
También te puede interesar
Lo último