El Puerto de Algeciras pierde casi un 30% del tráfico de productos perecederos por la saturación del PCF
Marítimas
Los transitarios denuncian que las navieras desvían sus mercancías a otros muelles para agilizar su entrada
"Nos jugamos la competitividad", advierte Gerardo Landaluce
Sanidad tomará medidas "paliativas" para el colapso del PIF del Puerto de Algeciras
La situación que vive el Puesto de Control Fronterizo (PCF, antes conocido como PIF) del Puerto de Algeciras mantiene en vilo a todos los actores de sus muelles a causa de los continuos retrasos en las inspecciones de productos perecederos, principalmente, lo que lastra el tránsito de estas mercancías que llegan a territorio español través de la dársena de la Bahía.
Transitarios, sindicatos, empresarios, APBA, ayuntamientos, Mancomunidad, plataformas ciudadanas... todos están unidos en la demanda de soluciones a un problema que acaba lastrando la economía del Campo de Gibraltar y dejando a muchos trabajadores en la calle.
El período navideño de 2022 supuso un antes y un después en la complicada situación del PCF, ya que, en una época de máxima demanda, el punto de inspección quedó colapsado como nunca antes se había vivido. Por desgracia, esta misma disposición se ha repetido durante los últimos meses.
Según los cálculos de los transitarios, en los últimos meses se perdió "entre un 25 y un 30% de tráfico respecto a antes de Navidad", algo que se traduce en "millones de euros de pérdidas de toda la cadena logística", según el presidente de Ateia Oltra, Manuel Cózar.
Los transitarios se han convertido en la cabeza visible de las protestas por el colapso del antiguo PIF. Después de varias concentraciones, se movilizaron en Cádiz el pasado 23 de marzo. Ante la Subdelegación del Gobierno, exigieron soluciones. Entonces, después de reunirse con responsables del departamento de Sanidad Exterior, se les informó de la intención de aplicar medidas paliativas.
"Allí nos prometieron algunas cuestiones temporales que se están aplicando, pero también nos dijeron que tendríamos una reunión de alto nivel en Madrid para tratar de manera concreta todos los temas relativos a la situación que vivimos y a día de hoy, el silencio es absoluto. Me dicen que están en ello", explica Cózar. "Este problema afecta a todos los puertos de España", añade, "pero especialmente a nosotros".
Reclamaciones
Las reclamaciones de la comunidad portuaria se dividen en tres canales. El primero de ellos es el más importante: la normalización de la aplicación de la legislación europea. La UE dicta la normativa en materia sanitaria para las importaciones, pero no todos los países la aplican igual. La interpretación española es más estricta que la neerlandesa, por ejemplo, lo que favorece que el puerto de Róterdam absorba buena parte del tráfico cuando España pone más obstáculos. "Hay productos que no pueden entrar aquí y en Países Bajos sí y luego los vemos en nuestros supermercados", denuncia Cózar.
Otro pilar es una mejora de la infraestructura digital y humana. Piden que se mejoren los sistemas informáticos para aumentar la agilidad. Además, Ateia incide en la necesidad de aumentar la plantilla del PCF. El de Algeciras cuenta con 49 trabajadores: 27 inspectores veterinarios, 13 técnicos de inspección y nueve administrativos. Los transitarios consideran que tan poco personal es insuficiente para un puerto que en 2022 movió 463.434 vehículos industriales, un 8,86% más que en 2021. Ateia reivindica un incremento de, al menos, un 30% de trabajadores.
Relacionado con este último está la mejora de las condiciones del personal del PCF, el cual se siente "maltratado" por sus condiciones salariales, más en una zona con alta movilidad de funcionarios. "Necesitan un tratamiento especial para que sea atractivo quedarse aquí y que no se vayan", explican los agentes de carga.
De acuerdo con los datos oficiales de la APBA, publicados hasta final de marzo, la ruta entre Algeciras y Tánger Med movió 119.528 vehículos industriales, un 0,73% más que el año pasado, lo que puede considerarse como estancamiento, siendo enero y febrero dos meses en negativo por poco margen. Estos datos, no obstante, no pueden achacarse de forma exclusiva al PCF, ya que en espacios de tiempo tan cortos cualquier circunstancia puede haberlos alterado.
Necesidad de soluciones estructurales
Uno de los afectados más directos es el propio Puerto de Algeciras. Su presidente, Gerardo Landaluce, se muestra más cauto y asegura que la situación que se vive actualmente no es de colapso al estar "más normalizada".
Esta normalidad se instala en dos principales pilares, de acuerdo con el máximo responsable de la APBA. Por un lado, una reducción de la demanda al estar en sus últimos retazos la campaña agrícola de Marruecos. Por el otro, la mejora en la capacidad de inspección al permitir deslocalizar la documentación de los expedientes a otros PCF con menor volumen de trabajo, una de las demandas transmitidas en la reunión de los transitarios en Cádiz con las autoridades.
A pesar de esta mejora, en la APBA son conscientes de que esta calma chicha no durará para siempre, por lo que piden al Gobierno soluciones estructurales. "Este es un escenario coyuntural. Nos jugamos la competitividad del Puerto. Esto es como un puzle, si falla una pieza estratégica, fallamos todos", destaca Landaluce.
Como advierten todos los implicados, toda la cadena logística-portuaria se ve perjudicada por el fallo de un eslabón tan importante como el puesto de control. El presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, considera que el PCF corre "un riesgo innecesario" para el primer puerto de España. "Todas las cadenas se rompen por el eslabón más débil y no puede ser que sea el PCF de Algeciras".
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