Las algas invasoras impiden la faena de la flota de trasmallo de Algeciras

Los pesqueros registran capturas mínimas en las últimas semanas. La 'Rugulopteryx okamurae' y la 'Dictyota pinnatifida', principales especies colonizadoras ajenas a la Bahía.

Izado de redes cargadas con algas en la Bahía de Algeciras.
A. Rodríguez

09 de agosto 2017 - 09:06

Algeciras/Salir a faenar cada mañana se ha convertido en una pesadilla para la flota de trasmallo con base en Algeciras. La cada vez mayor presencia del alga invasora Rugulopteryx okamurae sume en la desesperación a los armadores y marineros cada vez que la maquinilla eleva las redes hacia la cubierta, ya que emergen tapizadas y sin apenas capturas entre la maraña de vegetal marino.

"Es un auténtico fastidio. La situación se ha vuelto insostenible en las últimas semanas", explica Ramón Noguera, armador del buque Segundo Marengo, quien detalla que las algas comenzaron a aparecer hace año y medio pero que ha sido en las últimas semanas cuando se han hecho más evidentes. "Calé las redes a las siete de la mañana de hoy -por ayer- y apenas una hora después estaban llenas de algas. Sólo he conseguido pescar un salmonete, una caballa y un sargo. Es desesperante", apostilla Noguera.

Este armador reconoce que desde junio apenas ha facturado unos 1.000 euros y que los costes de salir a faenar -gasóleo, seguros o lonja- superan, por mucho, las capturas. Tanto que en las últimas jornadas asegura haber salido a faenar solo, sin los dos marineros que completan la tripulación habitual del Segundo Marengo.

En Algeciras, la flota de barcos de trasmallo está formada por una decena de buques (de los algo más de treinta que tienen base en la ciudad) cuyas redes tienen una apertura de unos 4 centímetros. Los buques capturan especies como el jurel, caballa, pargo o borriqueta.

Las algas se cuelan entre las redes de trasmallo por efecto de las corrientes y hunden los aparejos en apenas una hora de forma que, además de impedir la entrada de los peces, las redes se rompen por el peso. Las traíñas que calan artes de cerco no se ven tan afectadas por el problema.

Los pescadores de Algeciras están realizando un mapa de las zonas donde se está localizando el alga a través de las coordenadas de navegación, así como tomando fotografías y vídeos para documentar el problema con la esperanza de que alguna administración aborde la situación. Por ahora, aseguran, no ha llegado a las costas de La Línea. "Pero acabará llegando", lamentan.

Las zonas donde esta especie se está dejando notar se encuentran frente al faro de Punta Carnero (antes del límite con el parque natural del Estrecho), el interior de la Bahía de Algeciras y la zona frente a la playa de El Chinarral de Algeciras, en cuya arena también se acumulan los restos vegetales que las olas depositan en la orilla. Los grupos ecologistas ya alertaron a principios de este verano del fenómeno de esta alga, que se suma a la presencia -detectada desde 2016- de colonias de otra especie invasora, la Dictyota pinnatifida, que igualmente ha tomado las aguas del Estrecho de Gibraltar desplazando a las especies autóctonas.

Sobre la llegada de la Rugulopteryx okamurae hay varias teorías. Los ecologistas de Agaden explican que esta alga se cultivó en una piscifactoría del sur de Francia y que desde ahí colonizó el Mediterráneo y el Mar de Alborán. A esta explicación también se añade la posibilidad de llegada a través de las aguas de lastre de los mercantes.

"El problema va a más. Necesitamos que se adopte una solución urgente", resaltan los pescadores, que ven amenazado su medio de vida en una actividad ya de por sí en horas bajas.

Vea en www.europasur.es un izado de redes cargadas con algas en la Bahía de Algeciras.

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