Las capitanías marítimas de Algeciras y Bilbao encabezan el control de combustibles a los buques
Marítimas
En lo que va de año se ha efectuado en ambos puertos 114 muestreos para comprobar los niveles de azufre, muchos más que Barcelona (37) y Valencia (5)
Algeciras/La Capitanía Marítima de Algeciras continúa como la más activa de todo el país, junto a la de Bilbao, en la realización de controles del combustible que utilizan los buques para detectar posibles irregularidades en el porcentaje de azufre contenido en el producto. Desde el 1 de enero de 2020, el límite de contenido de azufre en el combustible usado en los buques que operen fuera de las zonas de control de emisiones designadas está limitado para evitar afecciones las poblaciones que viven cerca de los puertos y costas.
Hasta el 2 de octubre de 2023, la Capitanía Marítima algecireña ha efectuado 114 muestreos, solo igualados por la de Bilbao, según los datos de la Dirección General de la Marina Mercante. En tercer lugar se encuentra la de Cartagena, con 70, mientras que los controles efectuados en puertos con un volumen de tráfico más cercano al que soporta el Puerto de Algeciras son mucho menores, como los 37 de Barcelona o los cinco de Valencia.
De las 114 inspecciones realizadas en Algeciras, en 49 también se efectuaron análisis en laboratorio, mediante los que se puede comprobar si el combustible marítimo se ajusta a los límites de la normativa. Algeciras, junto a Bilbao, es la Capitanía Marítima con mayor proporción de muestreos realizados en toda España, en buena medida gracias a la colaboración de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA, por sus siglas en inglés), que desde 2021 desarrolla proyecto piloto con un dron desplegado en el Estrecho para realizar mediciones de azufre en buques en una zona por la que navegan cada año más de 115.000 buques, una de las más transitadas del mundo. En 2022, se llevaron a cabo 347 en unos tres meses.
España, por encima de la media
La Dirección General de la Marina Mercante destaca en su memoria de 2022 que en el ámbito de las inspecciones de combustible ha superado el objetivo marcado, ya que las Capitanías Marítimas inspeccionaron 1.337 buques para comprobar, tanto en puerto como en el mar, que el combustible consumido por los buques era el reglamentario y cumplía los nuevos límites de contenido en azufre establecidos por la Organización Marítima Internacional (OMI) y la legislación española. Además, se tomaron muestras en 334 de estos buques y se analizaron en el laboratorio para comprobar el contenido de azufre en el carburante. Se procedió a la apertura de los correspondientes expedientes sancionadores en los casos en que se detectó un nivel superior al permitido.
En la actualidad, España es uno de los países europeos más comprometidos con el control de la seguridad y la prevención de la contaminación en el mar, como recordó el director general, Benito Núñez, que también expresó su agradecimiento a la EMSA por la confianza demostrada al conceder un nuevo proyecto de uso del dron.
También recordó que la Organización Marítima Internacional (OMI) aprobó en una reunión de su comité para la preservación del medioambiente marino la designación del Mar Mediterráneo como un Área de Control de Emisiones de Azufre (zona ECA). Esto significa que en 2025, cuando se espera que entre en vigor la medida, todos los buques que naveguen por el Mediterráneo deberán utilizar un combustible marino con un contenido de azufre del 0,10% en masa, en lugar del 0,50% actual.
La normativa
Hasta la entrada en vigor, el 1 de enero de 2020, de una normativa internacional sobre el azufre, el límite para surcar aguas internacionales era de hasta un 3,5% de contenido de azufre en masa (y de un 1,5% en la UE). Desde el arranque de aquel año este porcentaje se ha reducido a solo el 0,5%. Aunque la normativa en aguas internacionales permite emplear un porcentaje mayor al medio punto porcentual si los gases se someten a un proceso de lavado antes de ser emitidos.
Se trata de una tecnología con múltiples inconvenientes, puesto que es complicado conocer si funciona correctamente y si se utiliza continuamente. En régimen abierto, los gases lavados pueden provocar la caída al mar de hidrocarburos policíclicos, metales pesados, nitratos, nitritos y sulfatos.
En el caso de las aguas de los puertos, tanto en atraque como fondeo, el límite se encuentra reducido a solo el 0,1% de azufre por normativa de la Unión Europea, más restrictiva que la internacional dictaminada por la OMI. Sin embargo, hay barcos que intentan burlar la normativa empleando combustible con más azufre del tolerado por su inferior coste.
Los inspectores toman tres muestras del carburante -una para la tripulación y dos para el control- que se analizan en un laboratorio homologado para determinar el porcentaje de azufre sobre la masa total.
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