El control del CO2 en Europa acelera el alejamiento de Maersk del Puerto de Algeciras

La naviera renuncia a hacer escala en los muelles algecireños en su servicio entre Oriente Medio y EEUU y tampoco lo incluirá en la nueva ruta Asia-Mediterráneo

La compañía se quejó hace un año de la saturación en la dársena algecireña y criticó al Gobierno de España por rechazar a los buques con material para Israel

El Maersk Denver.
El Maersk Denver. / E.S.
Q. L.

13 de enero 2025 - 04:00

Algeciras/Maersk confirma su alejamiento de los muelles de Algeciras cuando acaba de entrar en vigor una nueva fase del régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (el Emissions Trading System -ETS-), que pone precio a los gases de efecto invernadero emitidos por los buques que tocan sus puertos y que no se aplica en rivales como Tánger Med. Es decir, un sistema que obliga a las navieras que desembarcan mercancías en Europa a pagar en función de las millas que han navegado contaminando con sus emisiones de CO2.

En este contexto, la naviera danesa ha anunciado que dejará de hacer en escala en el Puerto algecireño en su servicio MECL, que une Oriente Medio e India con Estados Unidos, en favor de Tánger Med. Lo mismo ocurrirá con la ruta Asia-Mediterráneo de la nueva alianza Gemini-Cooperation que emprenderá el 10 de febrero.

El servicio MECL añadirá una escala en Mundra (India) para "mejorar los servicios en esta línea marítima", elimina su escala en Algeciras en su viaje hacia el oeste y en la vuelta hacia Oriente Medio hará una parada en Tánger Med en lugar de en la dársena algecireña.

Maersk destaca que como resultado de estos cambios, los tiempos de tránsito desde India, Pakistán y Oriente Medio hasta la costa este de los EEUU mejorarán en un promedio de cinco días. A pesar de su recorrido a lo largo de todo el Mediterráneo, esta ruta no pisará ningún puerto europeo. Todo apunta a que la naviera busca evitar el régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea, que grava las emisiones de CO2 de los buques.

La nueva rotación del MECL será la siguiente: Jebel Ali (Emiratos Árabes Unidos), Mundra (India), Pipavav (India), Nhava Sheva (India), Salalah (Omán), Newark (EEUU), Charleston (EEUU), Savannah (EEUU), Houston (EEUU), Norfolk (EEUU), Newark (EEUU), Tánger (Marruecos) y Salalah (Omán). El primer viaje lo llevará a cabo el Maersk Atlanta el próximo 24 de febrero.

Por su parte, la Gemini-Cooperation, que le une Hapag-Lloyd, comenzará a operar a través del cabo de Buena Esperanza a partir del 1 de febrero de 2025. Dicho trayecto comenzará en Shanghái (China) y concluirá en Vado (Italia), haciendo un recorrido que pasa por los puertos de Tánger Med, Valencia y Barcelona además de otros cuatro destinos, pero que se salta la terminal algecireña. Con estos trayectos, la alianza prevé el despliegue de 59 servicios, con 29 en rutas principales y otros treinta para conexiones regionales, con un volumen de 3,7 millones de TEUs repartido en unas 340 embarcaciones.

El 'Astrid Maersk', en el Puerto de Algeciras.
El 'Astrid Maersk', en el Puerto de Algeciras. / E. S.

La apuesta de Maersk es que "Marruecos va camino de convertirse en un centro estratégico del Norte de África". Detrás están, entre otros motivos, las diferencias fiscales que tienen los puertos europeos al tener que cumplir con el pago de los ETS frente a la ausencia de este sobrecoste en las infraestructuras portuarias africanas. La Comisión Europea aseguró hace un mes que vigila "de cerca" el impacto que pudiera tener la aplicación de estas tasas, después de que España y otros ocho países de la UE (Bulgaria, Chipre, Croacia, Malta, Grecia, Italia, Portugal y Rumanía) reclamaron de nuevo al renovado Ejecutivo comunitario medidas inmediatas y audaces para modificar la forma en la que la tasa de carbono europea se aplica al sector marítimo. A partir del 1 de enero de este año, la medida implica el 70% de las emisiones generadas por el transporte marítimo, frente al 40% que se aplicó en 2024. Las navieras prevén que esta modificación genere un incremento del 75% en la tarifa de la sobretasa, aunque advierten que la cifra podría variar dependiendo de la evolución del precio del CO2.

Pero el ETS no parece ser el único motivo, el pasado mes de junio, Maersk alertó de la saturación de los puertos de Algeciras y Barcelona por la situación de "congestión" y "elevada utilización de los muelles" en estos enclaves. No mencionó a Valencia. Meses después, en octubre, la naviera se quejó de nuevo en comunicado sobre el Puerto de Algeciras, a la vez que lo contrapuso al del norte de Marruecos. La empresa aseguró que, "en el Mediterráneo, en el puerto de Tánger ambas terminales funcionan bien", mientras que, "en Algeciras, la productividad y la afluencia de buques se ven afectadas por las reparaciones de las grúas que se prevé que se prolonguen hasta principios de noviembre, mientras que las obras de pavimentación se prolongarán durante el resto del año". APM Terminals, que gestiona las principales terminales de la naviera en España, afirmó a Economía Digital que contaba con "19 grúas de muelle" y se defendió diciendo que, "como parte de los procedimientos normales para ofrecer el mejor producto posible a los clientes", el mantenimiento regular de sus equipos "es una parte natural de las operaciones".

El año pasado, el Gobierno de España denegó la escala en el Puerto de Algeciras de tres buques de Maersk procedentes de Estados Unidos porque los consideró sospechosos de transportar armamento para Israel. Las embarcaciones fueron recibidas en los puertos de Tánger Med y Lisboa. La naviera aclaró que se trataba de una carga legal que transportaba en nombre de Estados Unidos como parte del programa de cooperación en seguridad entre ese país e Israel. "La carga en cuestión cumple plenamente con las leyes y regulaciones nacionales e internacionales. La carga que será transbordada a través del puerto no incluye armas militares ni municiones", afirmó Maersk en un comunicado en el que criticó al Ejecutivo español: "Entendemos que España ha cambiado discrecionalmente sus criterios y ahora rechaza los buques que transporten cualquier cosa relacionada con lo militar con destino a Israel o procedente de ese país, a pesar de que dicha carga sea legal". La Comisión Federal Marítima de Estados Unidos (FMC, por sus siglas en inglés) mantiene una investigación sobre esta decisión del Gobierno de España.

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