Crisis por los ataques en el mar Rojo: un desafío mundial y una oportunidad para el Puerto de Algeciras
Comercio
Compañías como Maersk Line, Hapag-Lloyd, MSC, CMA-CGM y OOCL suspenden su paso por el Canal de Suez para evitar los ataques de los insurgentes hutíes en Yemen
El Puerto de Algeciras, disponible para la reorganización de las rutas internacionales desviadas por el cabo de Buena Esperanza
El portacontenedores Maersk Gibraltar es atacado por un misil en el mar Rojo
Los hutíes de Yemen confirman que seguirán atacando barcos en el mar Rojo
España descarta participar en la operación lanzada por EEUU en el mar Rojo
La cadena logística mundial afronta un nuevo desafío. Las principales navieras europeas y asiáticas han ordenado en los últimos días la suspensión del tránsito de sus buques por el corredor marítimo del mar Rojo y el Canal de Suez -que concentra el 13% del tráfico marítimo mundial- como respuesta a la oleada de ataques en la zona por parte del grupo insurgente de los hutíes de Yemen.
Para sortear el creciente peligro en la zona, las compañías han comenzado esta misma semana a desviar sus buques por la ruta del cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), aún tratándose de un rodeo que implica hasta diez días más de navegación y sobrecostes. Esta inestabilidad provocará tensiones en los puertos de todo el mundo que se reflejará a partir de las próximas semanas con previsibles retrasos.
En este difícil contexto, el Puerto de Algeciras, por su ubicación geográfica estratégica, se erige como un enclave fundamental para contribuir a la reorganización (temporal o permanente) de las rutas de las grandes navieras.
La situación que se vive en la zona tiene su origen en el estallido de la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y el grupo terrorista Hamás, el pasado 7 de octubre. Los hutíes de Yemen, milicia en el poder desde hace nueve años respaldada por Irán, iniciaron entonces una campaña de virulentos ataques con misiles y drones contra el sur de Israel que, recientemente, se ha ampliado a los buques con la bandera israelí o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, paso ineludible para alcanzar el atajo de Suez.
En los últimos días, los ataques de las milicias se han ampliado a los cargueros de las principales compañías logísticas mundiales que mantienen relaciones comerciales con Israel. El pasado jueves 14, el portacontenedores Maersk Gibraltar fue atacado por un misil mientras navegaba por el mar Rojo desde Salalah (Omán) a Jeddah (Arabia Saudita). Tanto la tripulación como el buque salieron indemnes. Y dos días antes, los hutíes se atribuyeron un ataque con misiles a un buque quimiquero con bandera de Noruega.
Tras el desconcierto inicial, los principales grupos del transporte marítimo ya han suspendido sus operaciones en la zona. Maersk Line, Hapag-Lloyd, MSC, CMA-CGM, OOCL y la petrolera BP han dado orden de evitar el paso rumbo a Egipto.
Los efectos de esta decisión se trasladarán a partir de los próximos días al conjunto de la cadena logística, igual que sucedió en su momento con la crisis del buque Ever Given (de Evergreen) que se mantuvo atascado en el Canal de Suez varios días en marzo de 2021 provocando una crisis mundial en el ajustadísimo tráfico marítimo.
Entonces, la ruta del cabo de Buena Esperanza fue igualmente la solución al bloqueo aunque provocó desajustes en los puertos de todo el mundo. La campaña de Navidad no debería verse especialmente afectada porque las mercancías que pueblan los comercios de toda Europa llegaron hace ya varios meses; el principal problema estriba en la duración del bloqueo y su repercusión en las próximas semanas.
"Habrá que ver si esta situación se mantiene en el tiempo o si es algo puntual. El Puerto Bahía de Algeciras y sus terminales estamos para facilitar el comercio y el buen funcionamiento de la cadena logística en su totalidad. A efectos prácticos, nuestras terminales están listas para cualquier tipo de incidencia y colaborar en la reorganización de las cadenas logísticas", ha valorado a Europa Sur el presidente de la Autoridad Portuaria, Gerardo Landaluce, quien no oculta su preocupación por lo sucedido.
"El 80% de los intercambios comerciales mundiales se realizan por vía marítima y, en este sentido, la ruta a través del Canal de Suez desempeña un papel muy importante en los tráficos internacionales. Lo fundamental es la defensa del principio de la libre navegación, no poner en riesgo la vida de los tripulantes", apunta Landaluce, quien recuerda el precedente del Ever Given como otra crisis en la zona.
Desvíos forzosos
El grupo Maersk ha ordenado el desvío hacia África, a través del cabo de Buena Esperanza, para todos los barcos de la compañía que desde el pasado viernes habían pausado su paso por el mar Rojo.
"Por razones de seguridad, todos los buques que anteriormente habían hecho una pausa y que debían navegar a través de la región ahora serán desviados alrededor de África a través del cabo de Buena Esperanza", ha confirmado la empresa, indicando que los navíos continuarán sus viajes por las rutas desviadas "tan pronto como sea operativamente viable".
Hasta el lunes, la compañía danesa tenía aproximadamente 20 buques que habían detenido sus tránsitos en la zona. La mitad aguardaba al este del golfo de Adén y el resto esperaban al sur de Suez, en el mar Rojo, o al norte de Suez en el Mediterráneo.
La decisión será previsiblemente secundada por el resto de navieras aún con el mayor tiempo de navegación y los consecuentes sobrecostes en combustible y avituallamiento.
"El anuncio de varias navieras de pausar y desviar sus trayectos por la zona provoca una incidencia importante en el normal funcionamiento de las cadenas logísticas. Algunos servicios ya habían cambiado recientemente como consecuencia de la sequía en el Canal de Panamá, a lo que se suma ahora esta situación", reflexiona el presidente del Puerto de Algeciras, a la espera de cuantificar el impacto de una situación que aún atraviesa sus primeros compases.
La respuesta de la comunidad internacional
La reacción de la comunidad internacional ya está en marcha. Estados Unidos lidera la creación de una coalición internacional para garantizar la seguridad y la libertad de navegación en esta vía marítima. Bajo la denominada como Operación Guardián de la Prosperidad, Estados Unidos pretende aliarse con Reino Unido, España, Francia, Italia, Países Bajos, Canadá, Noruega, Baréin y Seychelles para intervenir.
Pero el despliegue en la zona no se atisba como algo inmediato. La Unión Europea aún analiza cómo debe actuar para garantizar la seguridad y libertad de navegación en el mar Rojo y condiciona cualquier acción al dictamen tanto de la UE como de la OTAN. Dentro de esa postura, España igualmente condiciona su participación a la decisión de las instancias superiores. Algo que supone añadir tiempo a la disrupción en las rutas del comercio marítimo.
Por su parte, los rebeldes hutíes ya han aseverado que continuarán con los ataques contra buques vinculados a Israel. "La coalición formada por Estados Unidos es para proteger a Israel y militarizar el mar sin ninguna justificación, y no impedirá que el Yemen continúe con sus operaciones legítimas en apoyo a Gaza", ha afirmado el portavoz de los hutíes, Mohamed Abdulsalam, en su cuenta oficial de X (antes Twitter). La inestabilidad, por tanto, seguirá marcando el devenir en la zona en las próximas semanas con su impacto en los puertos de todo el mundo.
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