La crisis en el mar Rojo hace crecer el 'bunkering' en el Puerto de Algeciras un 20% en mayo

Algeciras/La crisis del mar Rojo cumple seis meses y sus efectos comienzan a consolidarse en la cadena logística global. Las principales navieras europeas y asiáticas ordenaron a principios de diciembre de 2023 la suspensión del tránsito de sus buques por el corredor marítimo del mar Rojo y el Canal de Suez -que concentra el 13% del tráfico marítimo mundial- como respuesta a la oleada de ataques en la zona por parte del grupo insurgente de los hutíes de Yemen.

Para sortear el peligro en la zona, las compañías mantienen el desvío de sus buques por la ruta del cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), aún tratándose de un rodeo que implica hasta diez días más de navegación, sobrecostes y una reasignación de las escalas en los puertos. Por el contrario, el tránsito de portacontenedores por el golfo de Adén ha caído en un 90% en medio año.

Los muelles españoles se han visto beneficiados desde entonces de una carga "extra" de actividad por atender la llegada de estos navíos a territorio europeo. Los puertos de las Islas Canarias -Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife- así como el de Algeciras, en el área del Estrecho, constatan un repunte del trasiego en sus terminales y en la prestación de servicios como consecuencia de la reorganización de las rutas del comercio internacional.

Globalmente, el Puerto de Algeciras ha experimentado un crecimiento de la actividad entre el 3 y el 4% en los cuatro primeros meses del año (últimos datos consolidados). En Las Palmas, el aumento del tráfico total ha sido del 9,2% y llega al 11,7% en Santa Cruz de Tenerife, según los datos computados por Puertos del Estado hasta abril.

En Algeciras, el repunte más llamativo se encuentra en el suministro de combustibles (bunkering), que solo en el mes de mayo aumentó en un 20% en comparación con el mismo mes del año anterior, según avanza a Europa Sur el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce. "El bunkering crece no tanto por el número de operaciones como por la cantidad de suministro", especifica Landaluce, indicativo de que los buques apuran sus reservas de combustible a la hora de bordear África.

No hay datos disponibles del bunkering en Gibraltar ni en el puerto marroquí de Tánger-Med, donde igualmente se presupone un aumento de la carga de trabajo. Asimismo, los crecimientos de la actividad en España se encuentran condicionados por la entrada en vigor, el pasado enero, del reglamento ETS para el control del dióxido de carbono en Europa que ha provocado una fuga de actividad hacia muelles de terceros países. Sin este factor negativo los aumentos serían aún más abultados.

"En cualquier caso, el Estrecho de Gibraltar se configura como un enclave potente y facilitador de la reasignación de las rutas. Así, el Estrecho es doblemente estratégico aunque también es cierto que otros puertos españoles están regulando y captando parte de la reorganización de los servicios en el Mediterráneo", valora Landaluce.

El presidente de la APBA saluda el incremento de la actividad, aunque reconoce su carácter coyuntural. "Es un crecimiento puntual, no procede de una situación de normalidad. Los puertos buscamos consolidar la actividad como fórmula para crecer. Aunque quizás nos aproximamos a una nueva normalidad. Son aún cifras incipientes, hay que consolidarlas y hay que estudarlas", reflexiona Landaluce. Según los analistas, la crisis en el Canal de Suez prevé mantenerse, al menos, durante todo 2024.

Más trabajo en las terminales

La carga y descarga de contenedores en tránsito internacional encarna el principal efecto de las nuevas rutas trazadas como alternativa al mar Rojo. Los puertos de España han pasado de ser uno de los últimos eslabones de la cadena Asia-Europa (frente a Malta, Grecia o Italia) a situarse como pórtico de entrada en el territorio comunitario.

La situación se deja notar en las dos terminales de Algeciras. Así, APM Terminals sostiene haber ajustado sus operaciones "para seguir prestando el mejor servicio sin impactos en capacidad ni recursos y servir a la cadena logística global". Los buques llegan con regularidad, según la compañía, tras el lógico proceso de ajuste de las primeras semanas. La empresa no ha ofrecido datos del impacto del repunte de actividad en Algeciras ni en Tánger-Med, donde opera dos de las cuatro terminales del megapuerto norteafricano.

En la terminal semiautomática de TTI Algeciras, todas las navieras con servicios regulares que cruzaban el Canal de Suez se han visto obligadas a desviar sus rutas a través del cabo de Buena Esperanza. Así, un 26% de los servicios regulares de la terminal se han visto afectados por estos desvíos, según especifican desde la compañía.

Para TTI Algeciras, asumir la carga extra supone un serio desafío de capacidad. "En TTI Algeciras la ocupación de patio difícilmente baja del 80%. En general hemos tenido que rechazar más solicitudes para manipular carga extra de las que hemos podido aceptar. Por cada teu extra que hemos acomodado, hemos tenido que rechazar 1,5 teus", según fuentes de la terminal. El uso de la capacidad del patio por encima del 80% ralentiza las operaciones y desafía la eficiencia y productividad del puerto en general.

"La llegada irregular de buques debido a la congestión que ya amenaza a muchos puertos, especialmente en Asia, hace que la gestión de la línea de atraque se haya convertido en un reto diario. En respuesta a esta limitación, las navieras están redirigiendo cargas a otros puertos del Mediterráneo e incluso del norte de Europa para manejar el exceso de volumen, aumentando los costos y el tiempo de tránsito", apuntan.

El presidente de la APBA reconoce que el tráfico internacional ha repuntado, aunque sostiene que sin llegar a provocar un colapso. "No tenemos una situación de congestión gracias a la capacidad y operativa de las terminales. Estamos haciendo frente a un desafío muy significativo y esperamos que se resuelva en 2024", confía Landaluce.

Un 7% más de actividad en los servicios al buque

El desvío de los buques igualmente se deja notar en la prestación de servicios. La retirada de residuos, las recargas de combustible, los avituallamientos o la limpieza de los cascos son algunas de las prestaciones demandadas por los armadores en la Bahía de Algeciras.

La Asociación de Empresas de Servicios de la Bahía de Algeciras (Aesba) estima en un 7% el incremento de la facturación desde el inicio de la crisis. "Hemos notado un incremento entorno al 7% en nuestra facturación. El aumento del tráfico hace que necesiten más servicios. Aunque también es cierto que a pesar de ser la única puerta al Mediterráneo, solo ha sido una subida entre el 7% y el 10%", especifica José Antonio Fernández, presidente de Aesba.

Según Fernández, Canarias está siendo la gran beneficiada por la situación. "Así nos lo trasladan socios de Aesba que tienen sede allí. Tenemos constancia de que el incremento es mucho mayor", asevera.

"No se ha producido una explosión de los servicios al buque en la Bahía de Algeciras. Más bien se han producido repuntes en forma de dientes de sierra, con meses muy buenos y otros más normalizados", complementa Manuel Piedra, presidente de la comisión de Logística de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC). Los servicios más demandados, según Piedra, son la recogida de residuos (Marpol) y las limpiezas de tanques.

Capacidad de adaptación

La situación, en cualquier caso, demuestra la rápida capacidad de adaptación del Puerto de Algeciras. "La situación demuestra la resiliencia del Puerto de Algeciras. Algo que se nos demanda por parte de todo el sector, incluso desde la propia Unión Europea que en su política portuaria y marítima destaca mucho la importancia y la necesidad de disponer de puertos resilientes, capaces de adaptarse a nuevas circunstancias, que sean flexibles. Y para ello, lo fundamental es contar con una infraestructura potente, moderna y con capacidad", resume Gerardo Landaluce.

Esta capacidad de adaptación ha sido demostrada por "toda la comunidad portuaria en su conjunto". "Como puerto, somos un gran proveedor de servicios en el que entran en escena las comunidades de contenedores, todo su personal, la estiba portuaria o las empresas. Mostramos satisfacción porque estamos volviendo a demostrar que el Puerto de Algeciras responde ante situaciones difíciles y comprometidas, ante una situación inédita. Ahí están los resultados", concluye Landaluce.