"El control de emisiones tal y como está diseñado es una amenaza para el tránsito marítimo en España"
Entrevista | Álvaro Rodríguez Dapena, presidente de Puertos del Estado
La reforma del sector de la estiba sigue su curso con cambios en la Ley de Empresas de Trabajo Temporal que darán pie a la renegociación del V Acuerdo Marco
Algeciras/El sistema de control de emisiones de CO2 en el transporte marítimo impulsado por la Unión Europea, el denominado como ETS, preocupa en los puertos españoles, especialmente en Algeciras. Un gravamen al dióxido de carbono solo en el marco comunitario provocaría una clara fuga de actividad hacia puertos extracomunitarios como Tánger-Med, en Marruecos. El presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, reconoce la gravedad del problema y aboga por una aplicación transitoria para dar tiempo al sector a adaptarse.
Puertos del Estado anunció la búsqueda de alianzas entre varios puertos nacionales y otros de Europa afectados por el ETS y el gravamen al CO2 por el riesgo de fuga de actividad a puertos extracomunitarios. ¿A cuáles se ha logrado captar en firme para dirigirse a Europa?
Los trabajos se desarrollan en el marco de la Organización Europea de Puertos (ESPO) y ya existe un frente común entre Barcelona, Valencia y Algeciras. El Reglamento para el ETS ya está en el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo. Puertos del Estado se coordina con la Oficina de Cambio Climático del Ministerio para la Transición Ecológica para dar el posicionamiento más adecuado y para que se envíe un mensaje común. Tenemos una propuesta de modificaciones al reglamento que buscan que la implantación del ETS logre el objetivo de reducir emisiones, que en estos momentos puede no lograrse por un desvío de los tráficos. Y que en nuestro sector se concilie la aplicación del ETS de forma progresiva a la par que se mejoran las flotas y reducen emisiones. Además, buscamos alianzas en países que pudieran intervenir en esas dos instituciones y hacer presión hacia nuestro planteamiento. Francia asume la presidencia de turno de la Unión Europea y también trabajamos con sus autoridades porque nadie duda del objetivo del ETS, pero sí de la forma en que está planteado.
¿Valora el ETS como la principal amenaza actual del sistema portuario nacional por la posible fuga de tráficos a terceros países como Marruecos?
Sí. Tal y como está diseñada la medida ahora mismo, es una amenaza para el tránsito marítimo internacional que hacemos en España, que a su vez es el primer país europeo en conectividad marítima de contenedores gracias a su posición geográfica. El control de emisiones debe implantarse de la forma más pragmática posible. Si, de repente, por la aplicación de una medida muy acelerada y sin capacidad de reacción para el sector existe un cambio de la conectividad a latitudes no europeas, perderíamos muchas oportunidades. Partimos de que si el control del CO2 se hace solo en Europa, puede haber una importante fricción.
En qué estado se encuentra la tramitación del ETS. ¿Qué trámites faltan y cuánto margen hay para introducir cambios?
El Reglamento va a salir y la intención de la presidencia de la Unión Europea es tenerlo este mismo año y que entre en vigor en enero 2023. Veremos, porque hay mucha discusión sobre la mesa y puede ralentizar los plazos. La clave no es tanto evitar una norma que va a caer por gravedad, sino modularla. Si se opta por un mercado basado en la compra de derechos de emisión, sería muy inteligente plantear también medidas de incentivos para mejoras en las flotas y la coexistencia con el ETS para promover una efectiva reducción del carbono.
La ESPO ha pedido a la Organización Marítima Internacional que plantee un marco mundial. ¿Lo ve factible?
Si la OMI introduce una enmienda a alguno de sus convenios que obligue a cumplir con el ETS a escala mundial, lo veríamos mejor que en un territorio determinado respecto a otros. Estamos en un sector muy duro, con mucha competencia. Lo veríamos con muy buenos ojos si se extendiera al resto de territorios no europeos, aunque los acuerdos en la OMI tardan en llegar por el alto número de países que intervienen.
Hace ahora cinco años se atravesaba el momento álgido de la reforma de la estiba. ¿En qué estado se encuentra ahora tras varias redacciones del acuerdo marco entre patronal y sindicatos? ¿Qué falta para que el proceso esté completo?
Actualmente se está efectuando una modificación de la Ley de Empresas de Trabajo Temporal en las Cortes por su referencia a los Centros Portuarios de Empleo (CPE). Cuando se culmine, lo que está previsto para febrero, se abrirá un nuevo plazo de negociación entre patronal y sindicatos para llegar al V Acuerdo Marco. Desde Puertos del Estado establecemos el marco de actuación más favorable para que libremente las empresas que quieran apoyarse en el CPE como instrumento para obtener trabajadores puedan encontrar una vía de diálogo para un Acuerdo Marco en condiciones de estabilidad y normalidad. Y también para quienes no quieran utilizar dicho recurso. Todo desde el máximo respeto al marco comunitario y a la sentencia de la Unión Europea.
Con la reforma laboral recién aprobada a escala estatal, ¿se produce algún tipo de fricción con el sistema de la estiba dadas sus particularidades? ¿En qué forma?
En principio, no mucho en el sentido de que la relación laboral de los trabajadores de la estiba con el Centro Portuario de Empleo es única, fija. No se trata de contrataciones temporales por unos periodos determinados, sino un vínculo entre un CPE y un trabajador para ejercer por turnos cuando exista la demanda de trabajo en carga y descarga. Por si acaso, se está analizando jurídicamente pero en principio nos dicen que es compatible.
Pero hay bolsas de empleo de estiba gestionadas por Empresas de Trabajo Temporal.
Ahí sí debe haber algún tipo de adaptación a la nueva reforma laboral que acaba de salir porque sí afecta a la temporalidad. Se debe adaptar, pero no podemos concretar porque estamos empezando a abordarlo.
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