Los puertos del sur de Europa reclaman el control del CO2 a los buques en todo el Mediterráneo
Medio Ambiente
Los empresarios y representantes de los trabajadores del sector reclaman un seguimiento exhaustivo para evitar la fuga de actividades a terceros países
El presidente de la APBA, Gerardo Landauce, preside en Algeciras un foro temático sobre el nuevo reglamento que entrará en vigor en enero
Víctor Jiménez aboga por un triángulo Algeciras-Róterdam-Singapur para liderar la descarbonización marítima
Los puertos del sur de Europa han mostrado este viernes su unidad de acción en Algeciras frente a la entrada en vigor, el próximo 1 de enero de 2024, del nuevo régimen de comercio de derechos de emisión (Emissions Trading System) de la Comisión Europea para el transporte marítimo.
Lo han hecho en el encuentro internacional El desafío del ETS para los puertos europeos, organizado por la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), en el que también han pedido el apoyo de la Organización marítima Internacional (OMI) para ampliar la medida a todos los puertos del Mediterráneo, más allá de los de la Unión Europea, para evitar así las fugas de dióxido de carbono (CO2) y una desigualdad de condiciones entre los puertos europeos y de terceros países.
El presidente de la APBA, Gerardo Landaluce, ha señalado el carácter de una “jornada histórica” por haber estado representada toda la cadena logística. "Nunca todos hemos estado tan de acuerdo como con este asunto”, ha subrayado. Landaluce ha recordado que desde 2020 el Puerto de Algeciras alerta de las repercusiones para los puertos europeos de la entrada en vigor del ETS.
“No es que no estemos de acuerdo con el enfoque y los objetivos del ETS, todo lo contrario, apoyamos al 100% los acuerdos del Pacto Verde europeo (Green Deal) y el objetivo del Fit for 55, pero no es menos cierto que la legislación relativa al ETS, tal y como se ha creado inicialmente, va a crear determinadas disfunciones, ocasionando desvíos de buques y tráficos a puertos de terceros países próximos a la UE y la consiguiente fuga de CO2 del espacio europeo”. El presidente de la APBA ha tildado de “incongruente” esta directiva ya que, además de no evitar las emisiones, no está alineada con la estrategia conjunta de la Unión Europea, donde “se necesitan puertos potentes y activos, y no una directiva que limite nuestra conectividad y nuestra competitividad”.
Su visión ha coincidido con la de los puertos del sur de Europa participantes en el encuentro, cuyos portavoces también han dado la voz de alarma sobre la pérdida de empleos y la deslocalización empresarial que se producirá. Así lo han respaldado el presidente del Puerto de Barcelona, Lluis Salvadó; la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Beatriz Calzada; el Jefe de Planificación Estratégica e Innovación de la Autoridad Portuaria de Valencia, Juan Manuel Díez; el presidente de la Administración Puerto de Sines y Algarve, José Luis Azevedo; y el presidente del Sistema portuario del mar Tirreno Meridional y Jónico (TBC), Andrea Agostinelli.
Desde el ámbito internacional, el presidente del Consejo de la OMI, Víctor Jiménez, ha hablado de la necesidad de trabajar en un marco global para lo que es "fundamental" la colaboración público-privada. Y, en representación de la Organización Europea de Puertos (ESPO), Santiago Garcia-Milà, ha insistido en que "hay que actuar ya" y que el ETS debe aplicarse a todos los puertos del Mediterráneo.
Empresarios y representantes de los trabajadores también han dado su visión sobre los desafíos a los que se enfrentan a partir de 2024 y han pedido medidas urgentes y un seguimiento exhaustivo de la situación desde enero a la vista de que la moratoria demandada no ha sido posible. Lo han hecho en la mesa redonda en la que han participado el director de Andalucía de la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC), Carlos de Castellví; el CEO de TTI Algeciras, Alonso Luque; el CEO de Malta Freeport, Alex Montebello; el secretario general de la asociación de armadores Assarmatori, Alberto Rossi; el miembro de Coordinadora en Algeciras y del European Dockworkers Council (EDC), Santiago López; y la responsable de operaciones en Nistics (grupo Cunext) y miembro de la Asociación de Cargadores de España (ACE), Beatriz Aljama.
Desde la administración española, la Dirección General de la Marina Mercante y Puertos del Estado, representados por el consejero técnico de Seguridad y Medio Ambiente del Estrecho, José Casado, y el director de planificación y desarrollo, Manuel Arana, respectivamente, han expresado su total compromiso y alineación con los planteamientos del sector y estarán vigilantes del impacto de la entrada en vigor del ETS.
En la jornada, Carlos Álvarez-Cascos, consultor de SBC Shipping Business Consultants ha presentado casos prácticos de la aplicación del ETS y el coste económico que supondrá frente a la fuga de carbono que se seguirá produciendo. Álvarez-Cascos ha apostado por limar los “efectos frontera” extendiendo su aplicación a puertos vecinos, eximiendo a los afectados o aplicando las medidas a escala global.
El control del CO2 a los buques
El régimen de comercio de derechos de emisión es la principal herramienta de la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Cuando el ETS comience a aplicarse, las navieras deberán declarar el 50% las emisiones de las singladuras entre un puerto de escala situado en la Unión Europea y los puertos de escala de fuera del ámbito comunitario. También será al 50% en sentido inverso, en el recorrido desde un puerto de fuera de la UE hacia uno del ámbito comunitario. Las compañías, asimismo, deberán declarar el 100% de las emisiones en los viajes entre los puertos de escala dentro de la UE, además de las generadas durante su estancia.
Para evitar el uso de puertos cercanos a países de la UE por parte de las navieras para poner el contador de las emisiones a cero, la Comisión Europea acordó el pasado verano la inclusión de Tánger-Med (Marruecos) y Port Said West (Egipto) en el denominado como listado de los puertos vecinos de transbordo de contenedores.
Al amparo de esta figura legal -prevista en la directiva que regulará el sistema- las recaladas de las navieras en esos muelles tampoco computarán a efectos del recuento total de las emisiones y, por tanto, perderían parte de su atractivo como lugares para evadir el pago del carbono. Las millas navegadas se seguirían contabilizando desde el anterior puerto extracomunitario y hasta el siguiente puerto de escala a la hora de pagar la factura final.
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