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Los trabajadores del Punto de Control Fronterizo (PCF, antes conocido como PIF) se han concentrado en la mañana de este martes para denunciar la situación de colapso que vive el Puerto de Algeciras en esta materia, causando demoras de varios días en el paso de mercancías.
La asociación de transitarios del Puerto, Ateia-Oltra, ha vuelto a poner el grito en el cielo y los trabajadores se han concentrado a las puertas del PCF para reclamar una mejora en las condiciones que desatasque el punto de inspección de mercancías.
Manuel Cózar, presidente de la asociación de transitarios Ateia, explica que la situación actualmente es semejante al colapso vivido en Navidad y que, por ello, "hemos perdido entre un 25 y un 30% de tráfico respecto a otros años que se traduce en millones de euros de pérdidas de la cadena logística y miles de puestos de trabajo en riesgo".
Por este motivo entre 200 y 300 personas, según la organización, se han manifestado frente al Punto de Control para exigir una solución que, por el momento, sigue sin llegar. "No hemos tenido respuesta ninguna, no sé si el Gobierno hace caso omiso a nuestras reclamaciones o están a otras cosas que consideran más importantes", señala Cózar.
El foco está puesto en la relación entre Sanidad y los otros ministerios que tienen competencia sobre el PIF y la falta de acuerdo entre ellos. "Es necesario modernizar las plataformas de trabajo. No puede ser que un inspector de mercancía tenga que atender a nueve pantallas y uno de vegetal solo una porque Sanidad se niegue a compartir su plataforma con los otros ministerios. Es incomprensible. Cierran puertas a digitalizar cuando ellos lo exigen a las empresas. Una plataforma moderna reduciría la carga de trabajo", apunta el presidente de Ateia.
De acuerdo con la asociación, además de la mejora de infraestructuras, es imprescindible un aumento de, al menos, el 50% de la actual plantilla, compuesta por 49 trabajadores. Estos se reparten en 27 inspectores veterinarios, 13 técnicos de inspección y nueve administrativos. Ellos son los encargados de los controles sanitarios que, al ser más estrictos que en otros puntos de Europa, "hace que las mercancías entren por otros sitios como Róterdam en vez de por aquí y acaben igualmente en los supermercados pero al triple de precio".
El conflicto interministerial también afecta a la contratación de más personal, ya que desde la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas alegan que no pueden aumentar la plantilla si desde Sanidad no lo piden, mientras que este ministerio se acogen a que su obligación es únicamente la salud pública. De esta manera los transitarios aseguran que son ellos quienes padecen el conflicto.
Además, los trabajadores protestan por la negación de medidas paliativas como la deslocalización de expedientes con funcionarios de otros puntos de control por parte de la Administración.
Gerardo Landaluce, presidente de la Autoridad Portuaria, se ha alineado junto a los transitarios en la manifestación que ha calificado de histórica. Además, ha apoyado su reclamación ya que limita la capacidad de crecimiento del Puerto y aboga por una modernización del proceso de inspección y un aumento de los recursos de personal.
Desde el Ayuntamiento de Algeciras, José Ignacio Landaluce ha expresado que "es hora de alzar la voz y recordarle al Gobierno de España que no puede continuar dando la espalda a las necesidades de una zona que cuenta con enormes potencialidades, pero que está viendo como de manera sistemática se lastra su presente y se hipoteca su futuro".
Por su parte, Miguel Alberto Díaz, del sindicato CCOO, ha reprochado al ministerio de Sanidad que "existe una mano negra desde la Administración que no solamente no ayuda con medidas técnicas y de recursos humanos, sino que sigue incrementando la discriminación con referencia a otros puertos".
La falta de refuerzo y el constante colapso del PIF está provocando que parte del tráfico que podría pasar por Algeciras se empiece a desviar a otros puertos. Sin ir más lejos, este lunes retomó su funcionamiento la línea de transporte de mercancías entre los puertos de Málaga y Tánger, que operó durante siete meses en 2018.
La compañía armadora ha defendido su objetivo de descongestionar este tráfico respecto al puerto de Algeciras y atender el crecimiento del 10 ó 15% que registra este segmento. Sin embargo, para los empresarios del Puerto de Algeciras la ruta es vista como una competencia clara ante el cuello de botella que se sufre en las inspecciones en la dársena algecireña.
"El gobierno de Marruecos prevé mover un millón de camiones y, si el puerto de Algeciras no tiene capacidad, se apoyarán en desvíos, dejando una situación aún más caótica", apunta Manuel Cózar, que cree que "no han podido elegir peor momento que este para reanudar la línea Málaga-Tánger". Actualmente, los camiones procedentes de Marruecos esperan hasta cinco días y los contenedores una semana.
Aunque las reclamaciones de la entidad que aglutina a los transitarios vienen de lejos, el caso más reciente se vivió durante las pasadas Navidades. En ese momento, el aumento de la actividad propio de esa época del año se unió a la falta de personas y el cambio de los protocolos de revisión sanitaria de productos, derivando en un colapso con retrasos de hasta una semana.
"El grado de desesperación del colectivo es enorme, no solo de los transitarios, sino de todos los que están relacionados con la logística marítimo-portuaria. Tenemos camiones y contenedores desde el día 22 de diciembre pendientes de inspecciones sanitarias. Estamos en pleno apogeo del tráfico navideño, de modo que todo lo que está llegando día a día se está quedando bloqueado", explicó Manuel Cózar a este diario el pasado 29 de diciembre.
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