Precisión milimétrica para cinco gigantes de acero
Así es el recrecido de grúas en TTI Algeciras
ZPMC utiliza por primera vez fuera de China técnicas exclusivas para el proyecto de alargamiento de la pluma y la altura de las portacontenedores de TTI Algeciras
La terminal, satisfecha con el resultado de la primera de las cinco grúas que opera a pleno rendimiento desde octubre. La siguiente estará lista en enero
Algeciras/En una grúa portacontenedores que supera los 50 metros de altura, equivalentes a un edificio de unas 18 plantas, una medición de milímetros puede parecer una cuestión secundaria. Nada más lejos de la realidad, porque en los ajustes más precisos radica la excelencia.
TTI Algeciras, concesionaria de la segunda terminal de contenedores del Puerto de Algeciras, desarrolla desde mediados de 2021 la mayor actualización de sus equipamientos desde su puesta en marcha, hace ya once años.
El recrecido de cinco de sus ocho grúas es la labor más evidente. Más aún cuando la primera, la numerada como 108, ya ha sido terminada y funciona a pleno rendimiento desde el pasado mes de octubre provocando el primer cambio en el skyline del muelle. Vista desde la ciudad, la altura de la sala de máquinas respecto al resto delata el estirón al que ha sido sometida.
La iniciativa se sustenta en la entrada de la naviera CMA CGM en el accionariado de la compañía. La firma es copropietaria de la terminal junto a Hyundai Merchant Marine, aporta tres cuartas partes de la actividad con sus rutas comerciales alrededor de todo el mundo, y destina algo más de 13,7 millones de euros en mejoras que ya están en marcha además del recrecido.
En Isla Verde Exterior se trabaja diariamente con minuciosa atención al detalle y la seguridad sobre las gigantescas estructuras de acero, con una coordinación estrechísima entre los directores de Operaciones de TTI Algeciras, Diego García, y su homólogo en ZPMC España, Eloy Francisco. "Es todo un reto por su complejidad y supone un aprendizaje continuo", coinciden sobre el proyecto.
Ambos coordinan el trabajo más de 75 personas de una decena de empresas internacionales y locales en un engranaje que busca (y requiere) la perfección. ZPMC España es la filial nacional de la compañía china que construyó las grúas a finales de la década de 2000 y a la que se ha confiado el recrecido, valorado en unos 10 millones de euros.
A grandes trazos, las grúas de TTI Algeciras fueron construidas con una altura de 43 metros medida desde el raíl (suelo) al spreader, la parte móvil a la que se enganchan los contenedores. Y desde el motor a la punta de la pluma suman 65 metros. El recrecido se basa en elevar cinco grúas un total de nueve metros con piezas añadidas hasta alcanzar los 52 metros del suelo al spreader, mientras que la pluma gana tres metros para llegar a 68. Así se podrá trabajar con plena holgura sobre los barcos más grandes del mundo, como el HMM AlgecirasHMM Algeciras.
Tres meses por grúa
La zona de trabajo se sitúa contigua a la terminal, en terrenos de la Fase B de Isla Verde Exterior que han sido concesionados temporalmente por la Autoridad Portuaria. "Es una suerte contar con un recinto de obra separado porque la operativa de la terminal queda mínimamente afectada. El único impacto se produce cuando una vez terminado el recrecido de cada grúa hay que desplazarla hacia su emplazamiento", subraya Diego García, ingeniero industrial especializado en robótica e integrante de la plantilla de TTI Algeciras desde hace casi un año.
Eloy Francisco, también ingeniero, apunta que cada recrecido supone un proceso complejo y multidisciplinar. "El primer punto de apoyo es el propio cliente, en este caso TTI Algeciras. La cooperación mutua entre ambas partes es determinante", explica.
La actuación comienza con la extensión de la pluma. Una labor que se realiza con la punta de la pluma ubicada sobre el agua, como cuando se utiliza para estibar la carga de los buques, gracias a una plataforma desarrollada especialmente para este tipo de trabajos. "Es única en el mundo y además es la primera vez que esta tecnología se utiliza fuera de China", precisa el directivo de ZPMC, quien ha coordinado otros recrecidos en España.
La estructura, una especie de bandeja de metal, se adosa a la parte inferior de la punta de la pluma y permite efectuar el corte del acero para la inserción y posterior soldado de las dos piezas de tres metros de longitud. Este sistema evita desplazar la grúa hacia el interior del muelle.
Una vez efectuada esta labor, llega el momento de actuar sobre las patas. En este caso, los grandes protagonistas de esta fase son los megajacks. Actúan como la plataforma elevadora de un taller mecánico, pero a grandísima escala. Esta tecnología depende de la empresa internacional Mammoet, especializada en grandes cargas.
Los megajacks se sitúan bajo la grúa y se presentan para sustentar toda la estructura. Entonces, se produce uno de los momentos cruciales del proceso: el corte del metal. Cada una de las cuatro patas de las grúas de TTI Algeciras mide 2,5 metros de lado. El contorno completo es seccionado y la grúa queda apoyada sobre los megajacks, a los que se van añadiendo piezas que elevan hidráulicamente la grúa hasta dejarla suspendida. Salvando las distancias, como cuando se eleva un coche para cambiar el aceite en el taller.
Así permanece menos de 24 horas. De inmediato, comienza la inserción de las nuevas secciones, de nueve metros de largo y 17 toneladas cada una. Una vez presentadas sobre su emplazamiento con grúas auxiliares, la soldadura se prolonga durante cinco días con dos jornadas completas para cuatro equipos, uno por cada pata. En total, desde que la grúa comienza a ser elevada con los megajacks hasta que queda soldada y consolidada solo transcurren diez días, según Eloy Francisco.
"Estudiamos la meteorología a diez días vista. Aunque en este puerto no influye tanto el frío, el viento sí es condicionante", reconoce el director de Operaciones de ZPMC España. Todo debe calcularse porque todo influye. Desde la alineación milimétrica de los añadidos a las cargas hidráulicas que se aplican en la plataforma o la resistencia del terreno de la terminal. "Supone una importante labor de ingeniería para que el proceso se complete con éxito", apostilla.
Pero el recrecido no acaba aquí. "La grúa ha modificado sus dimensiones. Toca añadir escaleras, estructuras, ascensor, cableados de electricidad y fibra óptica, iluminación, poleas con mayor capacidad... En total, una grúa gana de 80 a 100 toneladas", calcula el responsable del proyecto.
Todo este proceso, para el que son necesarias unas 50.000 horas de trabajo incluyendo las pruebas, se ha completado con la primera de las grúas, la 108. Y estas semanas se rematan las labores sobre la 107 con la previsión de que entre en servicio durante enero de 2021.
El traslado
"La planificación del traslado de cada grúa ya recrecida a su posición en el muelle es quizás la parte más compleja y la que requiere mayor coordinación de todas las partes", relata el director de Operaciones de TTI Algeciras.
Cuando termina el recrecido de una grúa, la terminal debe parar de 12 a 24 horas para proceder a su reubicación. "Supone desconectar todas las grúas y situar la recién recrecida en el extremo contrario a donde se recrecen", agrega García. De nuevo, unos carros especializados de Mammoet obran el milagro de mover la mole de acero durante un trayecto de casi un kilómetro.
El proceso tiene varias etapas intermedias en los que la grúa pasa por la zona de transferencia de contenedores mientras el resto se van moviendo sobre la línea del muelle. Al final, la portacontenedores recién terminada queda ubicada a la izquierda de la terminal, si se mira en dirección al mar. Es el momento de retomar todas las conexiones y de preparar el paso de la siguiente grúa (a la derecha) hacia la zona de trabajo. La siguiente, por tanto será la 106, ya a primeros del próximo año. La previsión es tener todas listas (de la 104 a la 108) para otoño de 2022.
Satisfacción en TTI
"El rendimiento y desempeño de la grúa 108 tras el recrecido es exactamente lo esperado. No se aprecian diferencias en su funcionamiento más allá del tamaño extra", comenta García con visible satisfacción.
Las ventajas del recrecido son casi obvias. Con sus nuevas dimensiones, las cinco grúas suben de categoría, de Super Post Panamax a Malaccamax. Y con ellas se pueden operar hasta doce alturas sobre la borda (con los megabuques a plena carga) y maniobrar con tranquilidad las 24 hileras en la manga e incluso llegar a la 25 si es necesario. Se acaban por tanto las restricciones en la operativa de carga y descarga de un buque, lo que simplifica la planificación por parte de la naviera y la terminal además de hacerla más eficiente.
La primera grúa Malaccamax hizo su estreno el pasado 7 de octubre y desde entonces ya ha operado en los servicios FE4 y FAL1 de las navieras que enlazan Asia con Algeciras y el Norte de Europa. En estas rutas operan buques de 23.000 contenedores de CMA CGM y la serie de Hyundai con portacontenedores de hasta 24.000 teu.
Un éxito que ZPMC España vincula a su experiencia. "Hemos realizado trabajos de recrecido de grúas en los tres puertos más importantes de España. En 2017 y 2018 actuamos en el recrecido de tres grúas en Barcelona para Hutchinson Ports. Y en 2019 y 2020 estuvimos en Valencia, con el recrecido y extensión de pluma de dos grúas Noel para Cosco Ports", recuerda Francisco. No obstante, el directivo de ZPMC España subraya que TTI Algeciras ha apostado por las soluciones más innovadoras del momento, como el uso de la plataforma para la pluma, a diferencia de los otros trabajos en suelo nacional.
Tanto TTI Algeciras como ZPMC España atribuyen el buen avance que marca hasta el momento el desarrollo del proyecto a la excelente labor de todas las empresas implicadas. Desde las internacionales AAB y Mammoet hasta compañías locales como Surmeyca, Ingeniería y Montajes, Eurogrúas, Teyme, Auxema o Zabala cuya experiencia resulta determinante para el éxito de esta titánica tarea.
2022, un año clave en la modernización de la terminal
Las inversiones en marcha en TTI Algeciras van más allá del recrecido de las cinco grúas del muelle. Casi 4 millones de euros más completan el desembolso previsto para actualizar equipamientos informáticos y adquirir dos grúas shuttle carrier para el patio de contenedores, entre otras actuaciones.
"2022 va a ser un año muy importante en la terminal. Para repuntar tecnológicamente en una empresa en la que este aspecto es clave", especifica Diego García, director de Operaciones de TTI Algeciras. La compañía va a renovar su centro de proceso de datos y comunicaciones.
TTI Algeciras tiene una línea de trabajo abierta para promover una mejora global del patio automático, una de las piezas vitales de su modelo operativo. Mediante equipamientos de lógica avanzada, machine learning e inteligencia artificial, la compañía pretende elevar sus niveles de competitividad agilizando la toma de decisiones con hasta 36 variables de cálculo simultáneas.
La actualización del GOS (Gate Operating System) se añade a la lista de tareas en ejecución. Con esta actualización se busca mejorar la automatización de los sistemas de la puerta, especialmente teniendo en cuenta el know-how acumulado durante más de una década. "Buscamos una mejor y más eficiente operativa con los camiones que ahorre tiempos de espera", subraya García.
En TTI Algeciras también se trabaja para ampliar la capacidad de contenedores refrigerados (reefer). Se trata de un tráfico creciente al que la compañía presta especial atención por tratarse de un servicio estragético.
Por su parte, la compra de las dos shuttle carrier, valorada inicialmente en unos 1,8 millones de euros, ya se ha llevado a cabo. La entrega de estos nuevos equipos está prevista para marzo de 2022.
"Todas estas actividades forman parte de un plan de actualización completa de los sistemas de automatización. El objetivo de la dirección de la empresa es mantener así a TTI Algeciras como una de las terminales de referencia mundial en cuanto a automatización de operaciones portuarias", subrayan desde la compañía.
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