2024: el año más caluroso jamás registrado
Calentamiento global
Según el último análisis europeo, la temperatura media global superó por primera vez los 1.5°C por encima de los niveles preindustriales
El informe del CS3 cita la DANA de Valencia entre los eventos climáticos extremos destacados a nivel mundial
El año 2024 se ha convertido en un punto de inflexión en la historia climática del planeta, al registrarse como el año más cálido desde que comenzaron las mediciones en 1850. Según el último informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), la temperatura media global superó por primera vez los 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, una marca crucial establecida en el Acuerdo de París para minimizar los riesgos del cambio climático.
De promedio, la temperatura global en 2024 alcanzó los 15.10°C, superando en 0.12°C el récord previo de 2023. De hecho, cada uno de los primeros seis meses del año marcó temperaturas sin precedentes, y el 22 de julio se registró un nuevo récord diario de 17.16°C. En términos regionales, Europa experimentó su año más caluroso, con una temperatura media de 10.69°C, un aumento de casi 3°C respecto a los niveles preindustriales.
En una rueda de prensa, Carlo Buontempo, director del C3S, ha explicado que "los numerosos eventos de récord que hemos visto en los últimos 12 meses no son anomalías estadísticas, sino una consecuencia directa del calentamiento generalizado de nuestro clima, impulsado principalmente por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera."
El informe resalta un aumento de eventos climáticos extremos a nivel mundial y cita entre los ejemplos la DANA de Valencia y las "inundaciones récord en España" , y añade también los incendios forestales en Canadá y Brasil, y ciclones devastadores en Madagascar y Filipinas.
Concretamente, explica que los fenómenos extremos de 2024 tuvieron importantes repercusiones en la salud humana los ecosistemas y las infraestructuras. "Entre los fenómenos más excepcionales cabe citar inundaciones, calor extremo, sequía e incendios forestales. Las inundaciones repentinas fueron causadas por precipitaciones intensas, en algunos casos récord (por ejemplo, en California en enero, en los países del Golfo Pérsico en abril, el este de España en octubre). También se produjeron inundaciones a mayor escala debido al paso de ríos atmosféricos (como en California en febrero), lluvias monzónicas (en Australia y el sur de Asia durante las respectivas estaciones húmedas), grandes sistemas de bajas presiones y ciclones tropicales", señala el texto del informe.
Además, el área global afectada por 'estrés térmico extremo' alcanzó su máximo histórico el 10 de julio, afectando al 44% del planeta.
Papel de los océanos
Los océanos, que actúan como reguladores térmicos, alcanzaron temperaturas récord en el Atlántico Norte y el Pacífico Occidental, con una media anual de 20.87°C en aguas extrapolares. Simultáneamente, las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono y metano alcanzaron niveles sin precedentes, exacerbando el efecto invernadero y amplificando el calentamiento global.
Las previsiones apuntan a que, con una tasa de calentamiento actual de 0.2°C por década, superar el límite de 1.5°C podría convertirse en un dato habitual para la próxima década. Tanto es así, que los expertos creen que 2025 podría ser uno de los años más cálidos jamás registrados, lo que debería otorgar urgencia a la hora de adoptar medidas. En este sentido, Mauro Facchini, jefe de la Unidad de Observación de la Tierra de la Comisión Europea, explicó que "aunque las noticias no son alentadoras, y la urgencia de la acción climática nunca ha sido tan importante. El programa Copernicus ofrece herramientas únicas para monitorizar nuestro clima, guiar nuestras acciones climáticas y acelerar la transición verde".
Perspectiva política en la Unión Europea
La UE se ha comprometido a apoyar la acción climática mundial y alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050. Ha acordado objetivos y legislación para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 55 % de aquí a 2030 y la Comisión ya ha recomendado un objetivo de reducción de las emisiones netas de GEI del 90 % de aquí a 2040. En abril de 2024, la Comisión publicó una Comunicación sobre cómo preparar eficazmente a la UE para los riesgos climáticos y crear una mayor resiliencia climática.
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