Cupra Formentor, un crossover para disfrutar conduciendo
Primer contacto
En noviembre llega a los concesionarios el Formentor, el primer coche que ha sido desarrollado desde su origen para ser un Cupra y que, aún con cuerpo de crossover, presume de un sobresaliente comportamiento dinámico por su eficacia sobre el asfalto.
El Formentor sí nació para ser un Cupra, León y Ateca, los otros Cupra, no: son transformaciones de cierta entidad de coches existentes para convertirse en modelos de esta marca deportiva.
Al igual que el León -además del Audi A1, Seat Arona e Ibiza- el Formentor se fabrica en Martorell utilizando la plataforma MQB-EVO de, entre tantos, el mismo León o el Volkswagen Golf, con una distancia entre ejes casi idéntica a la del primero.
Es un SUV muy bajo -con 1,51 m, casi a mitad de camino entre la altura de un León y la de un Ateca y, por tanto, mejor identificarle como un crossover- al que Seat pone el apellido de coupé por la forma de su techo. Sin embargo, no se siente como un coche preparado para dejar atrás el asfalto, sino que las sensaciones que transfiere y cómo se conduce evocan a un compacto deportivo, puro fun-to-drive.
Todo empieza por el motor de esta versión con la que se estrena el Cupra Formentor, el mismo 2 litros sobrealimentado por turbo -ya no hay motores que no lo tengan en el banco de órganos de Seat salvo un 1.0 MPI del Ibiza- que se usa en el resto de modelos de la familia Cupra que no son híbridos, en este crosover en versión de 310 CV. Se asocia con la caja de cambios automática de 7 velocidades de doble embrague e, incluso, la tracción total 4Drive con el apoyo del EDS que frena selectivamente la rueda que menos agarre tiene.
Cinco motores para el Cupra Formentor
Esta será la configuración del tope de gama hasta que llegue la de más de 350 CV. Quizá se trate de un motor de 385 CV de cinco cilindros, como el del Audi TT RS, donde llega a 400. A esta versión, que será el tope de la gama, ya está confirmado que le acompañaran versiones de menor potencia: hasta cinco.
Así el Formentor estará disponible con un 2.0 TDI -en este caso incluso con tracción total como alternativa a la delantera- y un 1.5 TSI, los dos de 150 CV y, también, con sistemas de propulsión híbridos enchufables, con 204 y 245 CV, ambos con baterías de iones de litio de 13 kWh con cuya energía que se pueden recorrer unos 50 km y, de ese modo, conseguir la etiqueta 0 de la DGT.
Con el Formentor Cupra estrena una nueva denominación -innecesaria en otros modelos de la marca en tanto su condición de versiones únicas de cada uno- que en este caso será la VZ y que se extenderá más allá de esta versión de 310 CV: también para el híbrido más potente de los dos, el de 245 CV. De ambos, por el momento, sólo hay precio para el primero de ellos, el de 310 CV: 46.920 euros.
Este Cupra Formentor mide 4,45 m de largo y dispone de un habitáculo espacioso, tanto por la altura disponible, aunque tenga techo panorámico y cómo era el caso de la unidad que hemos podido medir; como por espacio longitudinal. Incluso muy ancho en las plazas delanteras. El maletero promete 420 litros en las versiones con tracción total, 435 en las híbridas enchufables y 450 en las de tracción delantera y motor térmico. De todas sólo hemos podido medir el de la primera, encontrando algo menos de la capacidad de la esperada: 375 litros con un plano de carga alto en relación al suelo, a 77 cm.
Aspecto distintivo y premium
Tiene un habitáculo con un acabado muy cuidado, con materiales de gran calidad y una enorme cantidad de elementos distintivos, incluyendo numerosas piezas de color cobre, que es una de las señas de identidad de todos los Cupra.
También, en el salpicadero, una pantalla para dar servicio al sistema de infoentretetenimiento de 12”, incluyendo el manejo por voz. Desde ella, en el Formentor, se pueden manejar desde el navegador al teléfono, incluyendo a los móviles con sistema operativo iOS que se pueden conectar a ella sin necesidad de cable a través del protocolo Apple CarPlay o con él a través de Android Auto y reponer su energía en el cargador inalámbrico con protocolo Qi. Así mismo, de las funciones del equipo de sonido o el ordenador de viaje. También de componentes claves para definir el comportamiento dinámico de este crossover, como es el caso de las funciones del Drive Profile.
Todo a la carta
En el Cupra Formentor se pueden definir a través de ella cómo trabajan los amortiguadores, dirección, respuesta del motor, sonido de éste, control de velocidad de crucero o climatización, uno a uno en el caso de elegir el modo Individual, por lo general entre tres niveles diferentes -dos para la climatización, entre normal y eco-.
Los modos disponibles que engloban la elección son, además, Comfort, Sport, Offroad y Cupra, seleccionables tanto desde esa pantalla como de un botón específico en el volante deportivo, simétrico al de arrancada y parada del motor. De hecho, al estar éste situado junto a uno de los radios del volante, se libera el pulsador que en otros modelos de Seat hay por delante del cambio para situar aquí el ajuste deportivo o la desconexión del ESC, el control de estabilidad.
El más llamativo de todos los modos del Drive Profile es el Cupra, al margen del Offroad en un crossover muy de asfalto -la unidad conducida tenía neumáticos de verano, Bridgestone Turanza T005 con dimensiones 245/40 R19- en el que se puede precisar como han de funcionar sistemas de ayuda a la conducción fuera de él como el Hill Descent Control.
En este modo Cupra el ajuste permite hacer que el Formentor se convierta en un coche de reacciones aún más directas, con un motor que actúa con instantaneidad al acelerador, una dirección precisa, una suspensión que controla a la perfección los movimientos de la carrocería y da la sensación de una pisada muy sólida o, y esto es curioso, un ruido emitido por los altavoces semejante al de un V8 por su gravedad y en un volumen alto. En todo caso, también para deleite propio del conductor y, a veces, ajeno, en las retenciones el escape petardea al igual que ocurre en el modo Sport.
En éste, como en el Comfort, el sonido emitido por los altavoces es más agudo y más sutil. Su elección no afecta, como en el resto de ajustes, al cambio automático porque la función deportiva de éste se elige desde la propia palanca. Con las levas del cambio, fácilmente manejables por su tamaño, además se puede hacer una fácil selección manual de las marchas.
Deportivo por preciso y rápido
La percepción, pues, cuando se conduce el Cupra Formentor es de que estamos en un compacto deportivo, capaz de moverse sobre raíles en las peores condiciones del agarre del asfalto -incluso anegado de agua, como fue el caso de nuestra toma de contacto-, preciso y directo, con frenos de excelente respuesta y gran resistencia al calentamiento -los discos delanteros de 340 mm de diámetro se pueden reemplazar por unos de 370, de los que disponíamos- y con un motor capacitado para mover con exuberante suficiencia a este modelo: siempre hay reserva de empuje suficiente para solucionar, en un parpadeo, un adelantamiento, por ejemplo, y relanzar sus 1.644 kg instantáneamente. Lo que no parece que hará será gastar poco, en tanto que en el uso que le dimos durante la toma de contacto -carreteras rápidas en buen estado y puerto de montaña, subida a ritmo rápido, bajada muy lenta tras un vehículo pesado- consumió 14,1 l/100 km.
Dinámicamente es tan impecable que, fácilmente, se puede utilizar hasta el modo de amortiguación que está más allá del nivel Sport, el Cupra, sin tener la sensación de que eliminamos el trabajo de la suspensión. En este sentido hay que aclarar que el DCC, que es como Seat denomina a estos amortiguadores regulables, tiene en todo caso hasta 15 ajustes -y todos elegibles por el conductor- más allá de los tres predefinidos. La arquitectura de la suspensión trasera es, en todas las versiones de más de 150 CV de tipo multibrazo; en el resto, de ruedas tiradas.
Si viajamos delante iremos sobre asientos de tipo bacquet, de buena sujeción lateral y situados, respecto al suelo y por mucho que el Formentor sea un coche de aspecto campero, a una distancia incluso un par de centímetros por debajo -medidos desde el borde de la banqueta- a la que iremos, por ejemplo, en un Seat León. Atrás es cómodo, con banqueta larga y espacio hasta para situar los pies bajo los asientos delanteros o introducirlos sin dificultad al sentarnos por la distancia que hay entre el pilar y la base del asiento. Ahora bien, hay un túnel prominente para la transmisión, especialmente por sus 17 cm de altura.
De serie es la pantalla para la instrumentación Digital Cockpit de 10,25”, con una vista Cupra específica; en tanto que la iluminación ambiental no sólo decora el interior, sino que trabaja en colaboración con algunos sistemas de ayuda a la conducción, como parpadear en color naranja cuando hay vehículos en el ángulo muerto o alertar de que se aproxima un vehículo cuando se va a abrir una puerta.
La conectividad tiene en el Cupra Formentor la máxima expresión con la App Cupra Connect que permite, desde el móvil, disponer de información del vehículo, hasta de datos de conducción, localización del coche o estado del vehículo. En los híbridos, permitirá controlar también procesos de carga o la climatización en remoto.
Entre las ayudas a la conducción están, además del control de crucero adaptativo predictivo, el asistente de viaje -que implica el trabajo conjunto de ese ACC y al asistente de cambio de carril, ajustando la velocidad en relación a otros coches-, el lateral, el de alerta de tráfico en las salidas del aparcamiento o el de emergencia, entre otros.
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