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Un polvorín en Crimea

Prorrusos y proucranianos se enfrentan por el reconocimiento de la nueva cúpula de Kiev. Putin ordena revisar la disposición de sus tropas de combate.

Partidarios de Moscú y de Kiev se enfrentan cerca del edificio del Parlamento en Simferopol, en Crimea.
Agencias Kiev

27 de febrero 2014 - 05:03

Manifestantes proucranianos y prorrusos se enfrentaron ayer en la república autónoma ucraniana de Crimea, mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó revisar la disposición de combate de sus Fuerzas Armadas estacionadas en Occidente y anunció que protegerá su flota en el mar Negro.

Miles de manifestantes proucranianos asaltaron el Parlamento de la capital regional, Simferopol, en Crimea. Los manifestantes fueron frenados por la Policía tras entrar en una de las oficinas de la planta baja, informó la agencia Interfax Ucrania.

Los manifestantes, en su mayoría del grupo étnico tártaro, se manifestaban contra la negativa de las autoridades locales de reconocer a la nueva cúpula de Kiev.

La mayoría de habitantes de la península son de etnia rusa, aunque los tártaros -un grupo étnico túrquico que fue deportado en Crimea bajo la dictadura de Joseph Stalin- suponen el 12% de sus casi dos millones de población.

Antes, se enfrentaron en sus inmediaciones a manifestantes prorrusos. En las imágenes televisivas pudo verse a manifestantes proucranianos entonando eslóganes como "Crimea no es Rusia" y "Gloria a Ucrania", mientras agitaban banderas ucranianas y de Crimea. Un pequeño grupo de cosacos y de ciudadanos de etnia rusa agitaban banderas de Rusia.

Las fuerzas de seguridad hablaron de siete heridos. Al margen de la manifestación murió un hombre, al parecer de un infarto.

Los ex presidentes ucranianos Leonid Kravtshuk, Leonid Kutchma y Viktor Yushchenko se mostraron profundamente preocupados en una declaración común por la situación en Crimea y pidieron a Rusia no entrometerse.

En un intento por calmar la situación, el presidente del Parlamento regional dijo que no hay planes de que Crimea vaya a separarse de Ucrania.

Ayer se esperaba que una delegación de la Cámara Alta del Parlamento ruso llegase a Simferopol. Su presidenta, Valentina Matviyenko, afirmó que el derrocado presidente Viktor Yanukovich, en paradero desconocido, sigue estando en el poder, pues el Parlamento ucraniano no se ajustó a la ley al destituirlo el sábado.

En Moscú, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dijo que Rusia revisará la disposición de las tropas para responder a situaciones de crisis y a una amenaza militar. La operación empezará de inmediato y participarán 150.000 soldados, 90 aviones, 120 helicópteros, 880 tanques y 90 barcos.

Shoigu descartó que la operación esté relacionada con la actual situación en Ucrania y señaló que se llevará a cabo en la frontera con varios países.

Mientras, en Kiev, el Maidán, bastión opositor ucraniano durante las protestas, aprobó ayer la composición del Gobierno de Unidad Nacional con Arseni Yatseniuk como primer ministro. Los líderes de los manifestantes propusieron a la Rada Suprema (Parlamento) que apruebe hoy la candidatura de Yatseniuk y del resto de componentes del Ejecutivo que dirigirá el país hasta las presidenciales del 25 de mayo.

Y el ministro de Interior, Arsen Avakov, informó del desmantelamiento de la unidad policial a la que se acusa de las muertes de manifestantes en Kiev. "Berkut ya no existe", escribió en Facebook.

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