Clases de español para ucranianos en San Fernando

Una profesora del país eslavo enseña el idioma, una iniciativa de Ucranianos Unidos que necesita apoyo

Ucranianos Unidos, una asociación de ayuda a la tierra desde San Fernando

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Bruto Pomeroy, en una clase de español para ucranianos en San Fernando.
Bruto Pomeroy, en una clase de español para ucranianos en San Fernando. / D.C.
Amaya Lanceta

26 de septiembre 2023 - 05:00

San Fernando/La asociación Ucranianos Unidos se ha embarcado en un nuevo desafío: ofrecer clases de español a los ciudadanos refugiados de su país para acelerar el aprendizaje de la lengua de la tierra que les da cobijo para que puedan desenvolverse con soltura. El reto es extender esta iniciativa durante un año, aunque por el momento tienen asegurado tres meses.

Una profesora ucraniana se encarga de las clases. Su perfecto dominio del español, a través de sus estudios de Historia española, ayuda a estos alumnos a mejorar su manejo del idioma. "Hay algunos que apenas habían aprendido nada después de las clase que les daban en el centro de ayuda al refugiado, porque tenían un profesor español. En un mes han conseguido mejorar mucho", sostiene Slavik Kyrylenko, fundador de la entidad. Que quien les enseñe español sea una profesora ucraniana les está ayudando a avanzar más rápido, insiste.

Hace unos días recibieron la visita del actor Bruto Pomeroy, que dirige la Escuela de Cine de Cádiz, que dio una clase a los estudiantes a los que contó algunos detalles de su experiencia profesional: como la apertura de la primera librería de cómic en España o el encargo de la Universidad de Cádiz de crear la escuela de cine. "Pasamos muy buen rato. Han avanzado tanto que ya pudieron mantener una conversación con él y hacerle preguntas", resalta Slavik, muy agradecido por la participación del artista gaditano.

A las clases acuden hombres y mujeres, mayores, jóvenes y niños. Son tres horas al día de lunes a jueves. Les acoge el nuevo local de la asociación que cambió la nave de Fadricas donde empezaron su actividad por un local de la calle Drago, una antigua tienda de comestibles que han adaptado para las distintas tareas que requiere esta iniciativa solidaria con las personas y familias que tuvieron que salir de su país por la invasión rusa.

Para las obras que fueron necesarias contaron con la colaboración de los voluntarios de la Fundación La Caixa, cuya contribución también se ha usado para el pago a la profesora de un mes de clases. "Mi cuñado también nos ha apoyado pagando un mes y seguimos buscando recursos para poder prolongar las clases durante un año por los grandes progresos que vemos", explica Kyrylenko, que reconoce que la ayuda ciudadana se ha enfriado después de unos primeros momentos de gran implicación e interés.

"Ahora solo contamos con la ayuda fija del Banco de Alimentos", apunta este ucraniano afincado en San Fernando, que participa con la asociación en las campañas de recogida de este organismo. Lamenta, por eso, no tener más colaboración de las administraciones públicas, como los ayuntamientos.

La entidad mantiene activa la cuenta bancaria (ES72 2100 2651 2802 1028 6198 de Caixabank) en la que los interesados pueden hacer sus aportaciones económicas.

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