La operación contra los piratas del Índico, a pleno rendimiento desde Rota: "Hay más casos de los que se cree"
La misión Atalanta de la UE, con cuartel general en la base gaditana, ha reportado más de 40 ataques a buques este año
La fragata Reina Sofía vigila el secuestro de un pesquero chino en Somalia
Cinco años después de que en la Base de Rota se instalara el cuartel general de la operación Atalanta (OHQ), las instalaciones gaditanas, y también sus fragatas, siguen siendo parte esencial de la misión de la Unión Europea contra la piratería en el Índico, con el Golfo de Adén y el Mar Rojo, que sigue a pleno rendimiento. Desde el cuartel roteño, y su centro de operaciones, se controla en tiempo real todo el tráfico marítimo en la zona; pero además ahora la fragata Santa María está monotorizando el secuestro de un pesquero chino en Somalia y, mientras, la Reina Sofía se prepara para darle en relevo el próximo año.
Su zona de operaciones está a miles y miles de kilómetros de Cádiz y de España, "con una extensión donde cabe Europa entera", pero es esencial para el tráfico marítimo internacional. Por allí pasa toda la mercancía camino del continente y es un "polvorín", con una situación "muy compleja" rodeada de conflictos que afectan, desde Israel-Gaza hasta incluso Ucrania-Rusia, pasando por los ataques que están sufriendo los buques mercantes de los rebeldes hutíes de Yemen, que está desviando a los buques hacia el Cabo de Buena Esperanza, o los problemas locales de Somalia, como los ataques de Al-Shabaab.
Y "hay más casos de piratería de los que se creen", explica el comandante de la operación, el vicealmirante Ignacio Villanueva Serrano, que defendía este miércoles, en una visia al OHQ de medios de comunicación; la necesidad e importancia de esta misión bajo bandera de la Unión Europea, "una herramienta de las estrategia conjunta de la UE n el Oceáno Índico" que tras 15 años activa se califica de "éxito" y que tiene un "reconocimiento regional muy ganado".
En Rota, se mostró cómo llega un aviso de ataque a un centro con un centenar de militares de distintos países - España, Portugal, Francia, pero también de otros como Serbia o Colombia-; y cómo se activa todo el procedimiento, que pasará por numerosas gestiones diplomáticas coordinadas para poder ir consiguiendo los permisos e ir tomando decisiones lo más pronto posible, que en algunos casos cserá un abordaje una vez valorados los riesgos. Así pasó en mayo cuando el equipo de la Fuerza de Guerra Naval Especial de la fragata Canarias actuó en el MV Basilisk, quien reportó su secuestro a 400 millas al este de Mogadiscio, Somalia.
Este año, en los seis primeros meses, la Atalanta ha reportado 45 ataques de piratas y en seis han tenido una alta participación la fuerza desplegada por la UE en la zona, con sus buques -uno o dos según el momento- y una patrulla marítima, así como la detención de seis piratas -que van a ser juzgados en los próximos meses-. Se conoce que hay cinco campos piratas activos en tierra, que dan apoyo logístico a los ataques, y en estos momentos hay una "estrella roja", es decir, un barco pirateado, el FV Lio Dong Yo, sobre el que el comandante no quiso dar muchos datos.
"Una ventana de oportunidad" para los piratas
"Es verdad que los piratas han encontrado un ventana de oportunidad para reactivarse, con los ataques hutíes y la situación en la zona, pero lo hemos frenado", señala. En 2011 llego a haber hasta 32 buques secuestrados, desde 2019 hasta 2023 apenas hubo actividad y ahora ha vuelto con una intensidad que se notó especialmente hasta midad de este año. "Pero soy optimista, creo que estamos coordinados en la zona con otras misiones con las que llegan a 60 detenciones", añadía, apuntando también a que "Somalia quiere ser parte de la solución" y que pronto se podrá actuar en las mismas condiciones, al igual que contra la piratería, contra el tráfico de drogas y armas", añade.
Y es que el vicealmirante Villanueva Serrano se ha propuesto en su mandato seguir dando pasos para mejorar la efectividad, como llegar a acuerdos bilaterales con algún país de la zona para que se hagan cargo de los detenidos y lo incautado en caso de drogas y armas (misiones ejecutivas que también puede acometer) como ya lo hay para el delito universal de la piratería ; reforzar la coordinación con otras operaciones en la zona, avanzar en los permisos para actúar en aguas territoriales de Somalia y simplificar el registro necesario de los mercantes que entran en el espacio Atalanta para poder proteger y monotorizar su paso, para lo que espera que haya buenas noticias pronto.
La operación Atalanta, que nació en 2009, forma parte de la política de defensa y seguridad común de la Unión Europea y ha ido ampliando sus mandatos y misiones junto a la zona de operaciones. España es la nación anfitriona y aporta la mitad del personal, su cuartel general está en Rota, cuentan con un centro marítimo en Brest (Francia) que depende del cuartel y hay un mando embarcado en el barco en zona. Sus misiones ejecutivas pasan por proteger y detener ataques a los buques del programa mundial de alimentos, así como la piratería y el tráfico ilegal de drogas y armas añadiendo la misión de informar y monotorizar sobre lo que ocurra en la zona sobre pesca ilegal o inmigración. Además, se desarrollan actividades para reforzar la seguridad marítima, colaboracion y apoyo para construir la capacidad marítima de los países africanos, con actividades conjuntas con Kenia o la propia Somalia. Actualmente hay más de 350 personas implicadas, incluyendo la fragata española Santa María, desplegada.
"En monotorizar toda la costa de Somalia se puede tardar entre 5 y 8 días", pone como ejemplo del amplio espacio que controlan. "Cada caso de piratería es un mundo, con proceso diplomático diferente pero con la necesidad de cumplir el mandato de la UE y la legalidad", manifesta el vicealmirante, recordando la importancia de recabar todas las evidencias y pruebas posibles. Y además, teniendo muy en cuenta a la industria marítima "a la que tenemos que dar protección y confianza, para que se registren con nosotros, que compartan con nosotros sus datos para protegerlos", apuntaban desde el centro de operaciones, donde a lo largo de la jornada se ofrecieron detalles de los distintos aspectos que marcan la operación.
En uno de los muelles de la base, la fragata Reina Sofía mostró cómo se ponen a punto para ser buque de la operación el próximo febrero y para la que salen preparados. "Estamos a tope, hemos tenido muchas oportunidades de adiestramiento, con 80-90 días de mar para nuestra certificación y aprobando en todas las tareas", comentaba su comandante, Salvador Moreno. El buque partirá con 180 miembros de su dotación más otras 50 personas del unidad área embarcada, con un helicóptero SH60 Bravo, drones Scan Eagle de la Úndécima, y un equipo de la Fuerza de Guerra naval especial preparado para actúar, además del equipo reforzado de sanidad.
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