"Pese a todos los agravios de Pedro Sánchez Andalucía sigue cabalgando"

Ana Mestre | Vicepresidenta primera del Parlamento de Andalucía

"No echo de menos la presidencia del PP de Cádiz porque soy una persona que sabe cerrar las etapas que se van acabando. Pero ahí se hizo un uso torticero de los estatutos del partido"

"Veo a Juan Espadas en cueros. No sé qué hará el PSOE con él pero en política cuando la veleta fluctúa es mala señal”

Ana Mestre: "Hemos hecho los deberes en Cádiz"

Ana Mestre ocupará la vicepresidencia primera de la mesa del Parlamento de Andalucía

Ana Mestre, fotografiada en la hemeroteca de Diario de Cádiz el pasado martes.
Ana Mestre, fotografiada en la hemeroteca de Diario de Cádiz el pasado martes. / Julio González
Francisco Sánchez Zambrano

18 de agosto 2024 - 05:59

Concejala en los ayuntamientos de Cádiz y de Sanlúcar de Barrameda, nueve años de parlamentaria andaluza divididos en dos etapas, delegada del Gobierno andaluz en la provincia de Cádiz entre 2019 y 2022, dos años presidiendo el PP de Cádiz, 13 años ya formando parte de la ejecutiva del PP andaluz y vicepresidenta primera del Parlamento de Andalucía desde julio de 2022. Todas estas son sólo algunas de las responsabilidades públicas y orgánicas que Ana Mestre (Jerez, 1981) ha ido asumiendo desde que ingresara en política hace ya 17 años. Con esta experiencia, la guardaespaldas de Jesús Aguirre al frente de la Cámara andaluza analiza la actual realidad política de la comunidad autónoma y recuerda algunos episodios recientes de su actividad política.

–El verano de una vicepresidenta primera del Parlamento de Andalucía debe ser mucho más tranquilo que el de una delegada del Gobierno andaluz en Cádiz. Ahí habrá salido ganando, ¿no?

–Sí, bueno, más tranquilo es, tengo que reconocerlo. Pero también es verdad que la política te lleva a estar al día de todo lo que sucede en España y en Andalucía porque el Parlamento tiene que estar preparado para afrontar cualquier asunto de la máxima actualidad en el que la Cámara tenga que posicionarse. Por lo tanto, la responsabilidad va por delante y es inevitable estar todos los días al corriente de todo y en contacto con el presidente del Parlamento y con el resto de los compañeros de la Mesa. Además, soy parlamentaria por Cádiz y mi obligación es trabajar por los gaditanos incluso en el mes de agosto. Aparte soy visecretaria de Política Municipal del PP andaluz y estamos en contacto con nuestro alcaldes y con nuestros grupos municipales preparando ya septiembre.

–Estamos en el ecuador de esta legislatura autonómica. ¿Qué cambios espera para los próximos dos años?

–Yo parto de la base de que el proyecto que lidera Juanma Moreno es un traje a medida para los andaluces, un traje que por cierto era muy necesario tras muchos años de estancamiento de Andalucía y de un uso y abuso que nunca debió haber existido. El presidente de la Junta tiene la hoja de ruta muy clara y está gestionando por y para todos los andaluces. Y hacer un traje a medida para los andaluces conlleva trabajar desde el centro hasta todas las posiciones y desde la moderación hacia todas las necesidades. Y eso se está haciendo. En estos dos años que restan de legislatura estoy convencida de que se irán culminando proyectos muy importantes para Andalucía. No es que ahora vayamos a iniciar una nueva etapa, es que ya se inició y ahora lo que queda es la consolidación de los buenos resultados de un modelo político que ha calado en Andalucía. El Gobierno andaluz ha sabido entender las necesidades de esta tierra.

–Antes de la reciente remodelación del Gobierno andaluz volvió a salir su nombre en varias quinielas como posible consejera, por ejemplo al frente del área de Salud. ¿Eso es motivo de orgullo o ya le llega a cansar?

–Siempre es bueno que se acuerden de una para asumir cualquier responsabilidad, pero estoy muy satisfecha con el trabajo que tengo ahora mismo y muy agradecida por la propuesta que me hizo en su día Juanma Moreno. No me cansa que salga mi nombre en esos casos. Sólo debo gratitud a la gente.

–Durante un tiempo fue usted una de las voces más representativas del PP-A en materia sanitaria. ¿La Consejería de Salud es actualmente la patata caliente del Gobeirno andaluz?

–Es una gran responsabilidad pero estoy segura de que la nueva consejera va a continuar la senda del compromiso de financiación que tiene el presidente de la Junta y que ha puesto a la sanidad en Andalucía en unas cuotas de inversión que nunca había tenido. Los resultados que vendrán serán muy positivos.

–Pero estará de acuerdo conmigo en que la sanidad es el área de gobierno que más críticas genera...

–Pero siempre ha sido así, y además pasa lo mismo en cualquier otra comunidad autónoma. Sanidad es ese área difícil de gestionar y complicada para obtener buenos resultados, porque se trata de la salud de las personas. Pero en Andalucía vamos en la buena dirección con los planes y con el reconocimiento de esos retos. No se ha negado la mayor nunca. Todo pasa por más financiación para solucionar esos problemas.

"La naturalidad de Jesús Aguirre es muy positiva en una política actual en la que todo está muy impostado"

–Usted que lo conoce mejor, ¿cómo es Jesús Aguirre, el presidente del Parlamento de Andalucía? Porque desde fuera se le ve como una persona con mucha capacidad de improvisación pero no precisamente muy meticuloso.

–Uf, creo que necesitaríamos una entrevista entera para hablar de Jesús Aguirre (Risas). Yo ya le conocía desde antes de llegar al Gobierno andaluz porque formaba parte del equipo que diseñé como vicesecretaria del PP-A para elaborar el programa sanitario con el que Juanma Moreno concurrió a las elecciones de 2018. Fueron años en el sótano de la sede del PP-A trabajando en el diseño de ese programa. Ahora la relación entre nosotros sigue siendo magnífica. Jesús Aguirre tiene unas cualidades magníficas para el acuerdo, el consenso y el diálogo. Eso es muy positivo. Tiene una forma muy natural y espontánea de expresarse pero lo hace todo de manera muy concienzuda. La naturalidad prima en él y eso es muy bueno en una política en la que hoy todo está muy impostado. La política necesita de esa espontaneidad pero detrás hay un trabajo concienzudo. Es una persona normal que carece de boato.

–También ha coincidido usted en la Mesa del Parlamento con Irene García, vicepresidenta segunda y que era la secretaria general del PSOE en Cádiz cuando usted era la presidenta provincial del PP. ¿Cómo es esa relación?

–Fabulosa. Es una relación de máximo respeto y entendimiento. Irene García es una mujer que lleva muchos años en política y que reconoce a la institución que representa. Ella estaba al frente del PSOE cuando era un partido de Estado. Y le reconozco esa altura, esa sensatez y esa experiencia, que vienen muy bien en política y en la Mesa.

–¿Echa de menos su etapa como presidenta del PP en la provincia de Cádiz?

–No, porque yo soy una persona que sé cerrar todas las etapas que se van acabando. Además, respeto a las personas que vienen y continúo con nuevas responsabilidades. Así que sinceramente no lo echo de menos. 

–Pero no llegó ni a dos años en el cargo. La anterior dirección nacional de Pablo Casado le obligó a dimitir por la incompatibilidad de cargos que fijaban los estatutos del partido al ser también entonces la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz. ¿Le dolió aquella decisión de su partido?

–Agua pasada no mueve molino, eso lo primero. Pero partiendo de esa base he de reconocer que se hizo un uso torticero de los estatutos del partido. Me encontré en esa tesitura e hice lo que tenía que hacer, que era hablarlo con mi presidente autonómico, que era a quien me debía, y lo único que me importaba era tener su confianza. No quise plantear batalla y preferí ser leal a mi partido y contribuir a que esa decisión unilateral de la dirección nacional repercutiera lo mínimo posible en Cádiz. Entre la paz y la guerra opté por la paz. Y opté también por poner un nombre sobre la mesa que dio y que sigue dando un buen resultado.

Ana Mestre, durante la entrevista con este periódico
Ana Mestre, durante la entrevista con este periódico / Julio González

–Lo dice por Bruno García, su relevo al frente del PP de Cádiz.

–Sí, que era mi secretario general cuando yo era la presidenta. Hice lo que tenía que hacer y estoy muy orgullosa de ello. No fue fácil pero se solucionó bien.

–Curiosamente ya no hay incompatibilidades en el PP, ya hay dirigentes con varios cargos a la vez.

–Así es, y por eso hablo de ese uso torticero de los estatutos.

–Siendo usted delegada del Gobierno andaluz en Cádiz rescató aquel proyecto del nuevo hospital de Cádiz que planteó muchos años antes el PSOE sin que llegara a hacerse realidad. Transcurridos ya más de cinco años de la llegada del PP a la Junta, el proyecto sigue parado.

–Fui y sigo siendo defensora de ese proyecto porque es fundamental para Cádiz y para la provincia. Sé que es un proyecto por el que se está trabajando muy seriamente desde el Gobierno andaluz. No somos sólo los cargos del PP y de la Junta desde Cádiz, es que la propia Consejería está trabajando para que ese proyecto sea una realidad. No es fácil, porque el nuevo hospital tiene un presupuesto muy, muy elevado, pero se está avanzando. Otra cosa son los tiempos de otros partidos y de otras personas que desde la confrontación pretenden hacer ver que es un proyecto olvidado para el PP, pero para nada es así.

–Ni hospital, ni Ciudad de la Justicia, ni Valcárcel. Los proyectos prometidos por el PP en la ciudad de Cádiz siguen sin cuajar.

–Bueno, son otros compañeros los que están al frente de esos proyectos. Yo estoy más en el papel legislativo que en el ejecutivo y no quiero entrar en el terreno de otros. Pero sí puedo afirmar que mi compañeros, al igual que yo, lo que decimos lo hacemos.

–¿Ve a Juan Espadas de nuevo como candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta?

–Al igual que hablaba antes de que el proyecto de Juanma Moreno es un traje a medida para los andaluces, creo que mientras tanto Juan Espadas está en cueros. No sé qué va a hacer el PSOE con su líder en Andalucía pero le veo en cueros. Y cuando en política la veleta fluctúa es mala señal. En su forma de hacer política Juan Espadas tiene la capacidad de decidir cómo lo hace. Puede hacerlo junto a los andaluces,algo que pasa a veces por defender al Gobierno andaluz como hizo en su día Juanma Moreno yendo junto a Susana Díaz a Madrid a reclamar del Gobierno una financiación justa para Andalucía. Pero a esa altura de miras no ha llegado aún el señor Espadas. 

"Si se mejora la fiscalidad catalana todo irá a peor. Aquí Puigdemont huye y María Jesús Montero se escaquea"

–La última resolución del Tribunal Constitucional, ordenando una rectificación en la sentencia de los EREs ilegales, parece que ha dado una bomba de oxígeno al PSOE andaluz...

–Pero es que no entiendo esa estrategia del PSOE andaluz sacando pecho por esa sentencia que para nada es exculpatoria. Sacan pecho y encima van por ahí exhibiendo a Chaves. No lo entiendo. Realmente no sé cuál es el rumbo del PSOE andaluz, pero creo que se han quedado anticuados y sin discurso en esta tierra. Lo que dicen no se corresponde con los hechos, y los hechos no se corresponden con lo que dicen. Andalucía lleva un camino y el PSOE lleva otro muy distante.

–¿No cree que el Gobierno andaluz corre el riesgo de despistarse de su cometido con tantas críticas al Gobierno central?

–Juanma Moreno está marcando muy bien la diferencia. Habla de los problemas de los andaluces, de las aspiraciones de Andalucía y de los proyectos de futuro para esta tierra. Y en paralelo tenemos a un Gobierno de España que en vez de ser una mano tendida para el progreso de nuestra comunidad es todo lo contrario, porque pretende implantar un nuevo sistema de financiación para Cataluña en detrimento de las demás, en lo que es un jaque mate a la solidaridad y a la igualdad. Y eso lógicamente influye en Andalucía. Cuando Pedro Sánchez no admite las cuotas de los MIR, va en detrimento de la calidad de la sanidad en Andalucía. Y cuando recorta en inversiones, también afecta, y ahí están por ejemplo las retenciones continuas en la autopista Cádiz-Sevilla (AP-4), con el retraso para construir un tercer carril que por cierto no va a llegar a la provincia gaditana porque se va a circunscribir a la provincia sevillana. Y cuando se niega a un sistema de nivelación transitorio mientras se negocie un nuevo sistema de financiación en España que sea consensuado por todos, claro que desde Andalucía tenemos que reivindicar.

–¿Reivindicar o confrontar?

–Lo que está haciendo el presidente de la Junta no es confrontar sino defender lo que nos corresponde a los andaluces. No nos estamos inventando nada, no estamos generando un problema. Ya son muchas las decisiones políticas que toma el PSOE desde Madrid y que son agravios constantes contra los andaluces. Igual entienden que para mantenerse en el poder hay que confrontar con los territorios donde no gobiernan, pero debería ser todo lo contrario. Ya perdemos 1.400 millones al año por el sistema de financión actual y ahora, si se mejora la fiscalidad catalana, todo irá a peor. Aquí Puigdemont huye y María Jesús Montero se escaquea. Todo es una forma de gestionar basada en mantener a Pedro Sánchez en el poder y así es muy difícil hacer política en el resto de España, porque son agravios continuos, faltas de respeto a las reglas del juego que nos dimos hace ya muchos años. Lo mejor es que a pesar de todos los agravios de Pedro Sánchez, Andalucía sigue cabalgando. Seguimos bajando impuestos pese a que el PSOE intenta hacer todo lo posible para que Juanma Moreno no pueda hacerlo. Por eso creo que es tan importante la forma de gestionar que tenemos en nuestra tierra, esa de defender a los andaluces frente a los ataques del Gobierno de España pero al mismo tiempo seguir hablando de las aspiraciones de Andalucía, de los proyectos de futuro. Eso es algo difícil que sólo saben hacerlo los mejores, y eso es lo que está haciendo Juanma Moreno.

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