Fallece a los 84 años Florinda Chico, una secundaria que llenó de simpatía la pantalla

La popular intérprete deja tras de sí un centenar de papeles con directores como Mariano Ozores y Carlos Saura

Florinda Chico recoge un premio del Festival de Islantilla de 2001.
Florinda Chico recoge un premio del Festival de Islantilla de 2001.

El mundo del cine y la escena en España están de nuevo de luto. La actriz Florinda Chico murió ayer en Madrid, un día después de haber sido ingresada en la Clínica Virgen del Mar, aquejada de un catarro muy fuerte, según declaró a Efe su marido, Santos Pumar, gerente de su compañía con el que se casó en 1989. Los restos de la actriz, de 84 años, serán trasladados al cementerio de la Almudena, de Madrid.

La intérprete, que tenía dos hijas de su primer matrimonio, nació en la localidad extremeña de Don Benito, pero el pueblo pronto se le quedó pequeño y con 21 años se trasladó a Madrid, donde comenzó a trabajar como actriz y a labrar una carrera que la llevaría a la fama por su soltura y simpatía. Tras terminar sus estudios primarios, empezó a trabajar como vendedora de helados, mecanógrafa en la ONCE y modista en una tienda de tejidos, pero en su primera visita a Madrid, durante un bautizo, conoció al maestro Jacinto Guerrero, un encuentro que le cambiaría la vida para convertirla en una de las actrices españolas más reconocidas del teatro español.

Debutó en el cine en 1953 con la película Pasaporte para un Ángel, de Javier Setó. En la segunda mitad de los años 60 alcanzó la popularidad y se convirtió en unas de las secundarias más habituales del cine español. Desde entonces, participó en más de un centenar de películas a las órdenes de directores como Mariano Ozores, Pedro Lazaga, con los que hizo gala de la vis cómica que la llevó a la fama en títulos como El inquilino, Azafatas con permiso, Las que tienen que servir, Soltero y padre en la vida, Haz la loca y no la guerra, entre tantas producciones de la época. Asimismo, en su carrera también pesan los trabajos con cineastas como Mario Camus (La casa de Bernarda Alba, 1987) o Carlos Saura (Cría Cuervos, 1976), con los que exploró su faceta dramática. Pero pese a ser reconocida popularmente por sus papeles de ama de casa o sirvienta, la intérprete aseguró que "nunca le peso el delantal". Lo recordó ayer el periodista Juan Antonio Pérez Mateos, autor de la biografía Florinda Chico. El gran teatro del mundo (2003). Florinda "marcó una época junto a Rafaela Aparicio. Fue una secundaria capaz de hacer papeles de protagonista", dijo.

Asimismo, también fue uno de los rostros más queridos de la pequeña pantalla donde participó en series de televisión como La casa de los Martínez, La tía de Ambrosio, Los maniáticos, El sexólogo, Makinavaja y La casa de los líos, por citar algunos de los proyectos más importantes de una dilatada carrera.

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