Netflix busca franquicia de acción

Si no fuera porque tiene un nombre con poco gancho, agente Sierra 6, todo huele a inauguración de una posible nueva franquicia de cine de acción con este Agente invisible que lanza a Ryan Gosling al cuadrilátero viajero de los golpes, las carreras y las artes marciales como agente secreto de la CIA reclutado para las más peligrosas misiones encubiertas.

Materiales pulp, guapa acompañante empoderada (Ana de Armas) y un malo de tebeo (Chris Evans) que los hermanos Anthony y Joe Russo, especialistas en pirotecnia audiovisual de mucha steadycam y mucho drone (Capitán América, Vengadores, Cherry), conducen sin reparo ni descanso alguno por la sucesión de espectaculares secuencias de acción, de los rascacielos de neón de Bangkok a las calles de la vieja Viena, sin mucho interés por esos contados interludios en los que se desentrañan el pasado, los vínculos afectivos o las razones para tan interminable persecución internacional.

Inspirada en las sagas de Misión Imposible o Jason Bourne y producción más cara de Netflix hasta la fecha, El agente invisible hace doble honor a su título con un personaje más bien acartonado y unidimensional que ha sido ya superado y enriquecido por las actualizaciones de otros héroes de acción en los que se mira.