"Absalon se va de Cádiz por razones empresariales y de mercado"

El editor gaditano, que confirma que la editorial y la productora audiovisual se trasladan a Sevilla y Miami lamenta las escasas posibilidades de Cádiz · "Las ciudades pequeñas funcionan con demasiada envidia"

El editor gaditano Jesús Lebrero, con la plaza de San Juan de Dios al fondo.
El editor gaditano Jesús Lebrero, con la plaza de San Juan de Dios al fondo.
J. A. L. / Cádiz

01 de noviembre 2010 - 05:00

Absalon empezó en 2005 editando una revista de flamenco. Después vino un libro de Semana Santa y con él la editorial decidió fortalecerse y crecer para seguir colocando libros en el mercado y ampliar el negocio con una productora audiovisual. Su máximo responsable, Jesús Lebrero, confirma que la editorial abandona Cádiz, por razones empresariales y de mercado, para establecerse en Sevilla y Miami.

-¿Por qué se elige el nombre de Absalon para una editorial?

-Yo quería un nombre que empezara por A, me puse a buscar y encontré Absalon. La casualidad hace que sea un personaje bíblico, que significa 'el padre es paz'. Pero, sinceramente, no elegí el nombre por ser un personaje bíblico, fue la casualidad. Primero fue el nombre, y después me enteré de su significado. Se busca un nombre que empiece por A, sonoro y que esté libre de derechos, que permita montar una sociedad.

-¿Cómo definiría su trayectoria?

-De mucho esfuerzo y mucho riesgo. Hoy en día, meterse en un negocio que necesita de mucho dinero, porque los equipos audiovisuales cuestan un dineral..., meterse en construir una nave y unos estudios, que también valen un dineral, se podría decir que es una locura tal como están los tiempos, pero quien no se moja no cruza el río.

-¿Y el mundo editorial es tan arriesgado como el audiovisual?

-Hombre, es arriesgado, pero los costes son menores. Tiene sus costes de maquetación, de diseño y de impresión, luego los costes propios del almacenamiento y del transporte, pero todo eso es mucho menor que un equipo audiovisual.

-¿Se empezó entonces con la editorial porque era más fácil?

-No, no, las cosas fueron surgiendo. Va pasando el tiempo y van entrando cosas nuevas, ideas, y ves que hay posibilidades de mercado.

-Absalon ha publicado muchos temas: ¿no ha perseguido especializarse en uno concreto?

-No, sé que hay editoriales que son de un lado o de otro, pero no, a mí me gusta que la editorial sea plural y sin tendencia política ninguna.

-Así, ¿se publica lo que va llegando a la editorial?

-A ver, yo tengo fama de que me gusta la Semana Santa, y hemos sacado varias cosas. pero pronto publicaremos La iglesia de papel, un libro que pone en duda los cimientos de la Iglesia católica tal y como nos lo han contado. Yo puedo estar de acuerdo o no con lo que dice ese libro, pero considero que es una visión importante, ya que está razonada y fundamentada históricamente. Después, que cada uno saque su propia opinión.

--En vuestra página en internet hay un enlace que explica cómo enviar originales a la editorial para su posible publicación, incluso con algunos consejos acerca de los derechos de autor.

-Es que hay mucho sinvergüenza por ahí, y primero hay que registrar el texto. Porque se escribe un libro, que puede ser malo o bueno, pero ha supuesto un esfuerzo y hay una idea, y eso hay que registrarlo como propio.

-¿Se reciben muchos originales?

-Bastantes, demasiados, más incluso de lo que podemos leer. Es una pena, porque estoy seguro de que entre los que no podemos prestarle toda la atención, debe haber algo bueno, pero es materialmente imposible. Cada día pueden llegar tres o cuatro libros.

-Luego el negocio parece asegurado.

-Bueno, pero el papel es algo que tarde o temprano se acabará, y los libros quedarán para los románticos, desgraciadamente. Como objeto de regalo no creo que se acabe nunca, porque el libro es una de las cosas más socorridas, es barato y quedas bien siempre.

-¿Y cómo es el rigor que aplican a los originales que reciben?

-Vamos a ver, también hemos sacado libros por razones sentimentales, a amigos, gaditanos, pero principalmente, en la época en que estamos, se escogen libros que se puedan vender, que tengan calidad, hay que ser realistas. Nunca nos ha subvencionado un libro la Junta de Andalucía, ni nos han dado una ayuda, cuando hay otras editoriales que han vivido de eso. Nosotros, no; nos tenemos que circunscribir al mercado. Tanto en la editorial como en la productora trabajamos de manera privada y con riesgo personal.

-Volviendo al personaje bíblico, sabrá que Absalon murió tras enredarse su cabellera en un árbol cuando participaba en una batalla. ¿El Absalon gaditano ha tenido que esquivar muchos árboles en su camino?

-Ahora precisamente trasladamos las oficinas a Sevilla y Miami para no quedarnos enredados...

-¿Han encontrado entonces árboles?

-Es una pena, pero las ciudades pequeñas funcionan con demasiada envidia, y hay muchos árboles en ese camino. Cádiz no escapa de eso.

-¿Por qué se van a Miami y Sevilla, sólo por la envidia?

-La razón es principalmente empresarial y de mercado. No es lo mismo Cádiz que otra ciudad. Todo está malo en todos los sitios, está clarísimo, pero estamos en un lugar donde antes de que empezara la crisis ya había el mayor índice de paro, lo que se ha agudizado ahora mismo. Nos vamos porque todos los proyectos que hay en Cádiz están parados por culpa de las peleas entre las administraciones, de unas siglas y de otras, es un problema de personalismos de unos y de otros. Al primero que le duele tenerse que ir de Cádiz es a mí, porque si algo he demostrado es mi cariño y mi amor hacia Cádiz, publicando cosas de la ciudad.

-¿Por qué Miami y Sevilla?

-Porque hemos encontrado en Miami una televisión con la que hemos firmado un acuerdo, y Sevilla por la parte editorial y también audiovisual, aunque aún no se puede adelantar mucho. Es otro tipo de mercado. Además, continuamente tengo que ir a Sevilla para quedar con gente de Madrid, porque te dicen claramente que van a Sevilla porque viajan en el AVE, pero a Cádiz son cinco horas. Y en el AVE, además, llego, como o hablo contigo y me voy en el mismo día, lo que no pueden hacer en Cádiz, donde hay que hacer noche. No es operativo para los negocios y tengo que estar en Sevilla constantemente.

-¿Y con esta marcha de Cádiz no puede estar lanzando empresarialmente un mensaje negativo?

-Al primero que le duele irse es a mí. En Cádiz se pierden 18 puestos de trabajo, porque mucha gente de la que está trabajando conmigo no se puede ir a Sevilla por circunstancias familiares o de desplazamiento. Es otra empresa más que se tiene que ir de Cádiz, pero es que las administraciones públicas no hacen absolutamente nada. Mira, yo he buscado naves hasta encontrarla en El Puerto de Santa María, y tú entras en el polígono de la Zona Franca y todas las naves que hay, salvo honrosas excepciones, están en ruinas.

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